3 Verdades dolorosas que olvidamos demasiado temprano

Dice Aldous Huxley que "los hechos no dejan de existir por ser ignorados". En realidad, el hecho de no querer ver la realidad no implica que las cosas sean de otra forma. Sin embargo, admitir la realidad, aunque dona, nos da una oportunidad para adaptarse. Pero algunas de esas verdades dolorosas se olvidan demasiado pronto.No importa si usted ha vivido mucho o poco. Ciertamente en algún momento de su vida usted aprendió una lección valiosa de forma dolorosa, directa o indirectamente. De vez en cuando debemos recordar esas verdades que aprendemos de la peor forma o con las que hemos visto a otras personas sufrir.No se trata de vivir con miedo, pero tampoco es actuar como si la vida fuese eterna o como si siempre fuésemos a disfrutar de lo que tenemos hoy.

Las verdades pueden doler, pero también pueden ayudarnos a permanecer con los pies en el suelo y, sobre todo, a disfrutar de nuestro momento presente con plena conciencia.

Verdades que no debemos olvidarEstar ocupado no es lo mismo que ser productivoTodos debemos, o al menos deberíamos, tener un objetivo en la vida. Nuestras metas requieren un trabajo, un esfuerzo. Ser productivo es trabajar para alcanzar estos objetivos, algo que tenemos que hacer sin olvidar el hecho de que hacer algo no implica que este trabajo nos acerque a lo que buscamos.

Mucha gente pasa el día haciendo cosas, llenando sus horarios de actividades, pasando horas eternas frente a sus ordenadores o dispositivos haciendo cosas.

Pero para alcanzar una meta no es necesario hacer mucho, sino hacer lo necesario.

El problema es que lo necesario suele ser bastante duro y complicado, y es más fácil ocuparse de otras cosas que pueden ser etiquetadas de forma similar.

Si usted quiere conseguir algo en la vida, tiene que ser verdaderamente productivo, pensar en lo que usted debe hacer y hacer esto de forma efectiva.Leer acerca de cómo hacer algo, planificar su futuro, hablar de lo que va a hacer o hacer otras cosas para tratar de ver si funciona bien en la primera fase, pero si usted quiere llegar lejos, tiene que dar pasos más allá.Al final de cuentas,

lo que cuenta no es lo que usted hizo para conseguir algo, sino lo que realmente logró.No importa cuánto te has esforzado, las horas que has perdido, el dinero que has gastado, la voluntad que tienes de hacer algo o cuanto has hablado y pensado. Deje de hacer las cosas por hacer y empiece a ser consciente y responsable de su tiempo y sus actos.

Todo éxito está precedido de algunos fracasosCometer errores es humanoy es una de las verdades más importantes. Algunos son inevitables, otros simplemente ocurren porque la gente no tuvo en cuenta algunos factores que no consideraron importantes o que no detectaron. No importa. Si usted se apoya en ellos,

aprender lecciones que no encontrará en ninguna parte.

Cuando usted aprende con sus errores, usted recibe una oportunidad para aprender a mejorar. Sólo cuando usted se culpa y se recrimina por ellos es que realmente fracasa, porque eso le impide avanzar.Compartir Para aprender con un error es necesario perdonar a sí mismo, no avergonzarse y encararlo de frente.

Todos los grandes fracasaron una vez. Mientras no te desistas, nada está totalmente perdido.La diferencia entre el maestro y el aprendiz es el número de veces que ambos fallaron: el maestro falló mucho más veces. Cuanto más fallas usted comete, más oportunidades para aprender usted encuentra y, por lo tanto, más usted sabe.

La vida humana es bastante cortaLa expectativa de vida media del ser humano es de poco más ochenta años. En algunas regiones o cultivos, puede ser que esta media sea un poco mayor o incluso sensiblemente inferior. En cualquier caso, diez o veinte años no son nada en comparación con los miles de años de historia de la humanidad o con los millones de años de historia del universo.

La muerte llegará a todos nosotros, el mundo seguir su curso y la historia continuará. Sin embargo, cuando alguien con quien convivimos fallece, sentimos una enorme sorpresa y tristeza. Aunque sea una muerte esperada, aún así algo en nuestro interior se altera.

¿Cuántas cosas quedaron por hacer o por decir a la persona que murió? ¿Cuántas cosas se perdieron? ¿Cuántas cosas quisiste decir a ella y no dijiste? ¿Cuántas cosas usted puede pensar que podría haber hecho para cambiar? Muchas personas, al ver la muerte de cerca, se dan cuenta que cometieron muchos errores, de que dejaron pasar muchas oportunidades, de que no vivieron libremente, sino condicionados por lo que les rodea.

Nuestro tiempo en esta vida es corto, pero suficiente si lo aprovechamos al máximo

, si vivimos según nuestros valores y buscando crecer como personas con conciencia de lo que somos y lo hacemos.La mayor pérdida no es cuando morimos, pero cuando dejamos escapar las oportunidades de vivir plenamente.

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