5 Secretos para aprender a reírse de sí mismo

Aprender a reírse de sí mismo es el camino más simple para alcanzar la paz interior. Así como para la resiliencia y la bondad. No es tan fácil como parece ni se trata de una capacidad que nace de la noche a la mañana. Sólo los más evolucionados o más afortunados consiguen.

Para aprender a reírse de sí mismo es necesario haber alcanzado un buen nivel de autoconocimiento. Pero, sobre todo, un alto nivel de autoacetación. Si usted tuvo la suerte de haber crecido en un ambiente que estimulaba esas capacidades, óptimo. Si no, es necesario realizar un trabajo diario para adquirir tales habilidades.

Vivimos en una sociedad en la que todo el mundo juzga a todo el mundo. La gente lo hace muchas veces de manera indelicada. Esto es fruto de la inseguridad colectiva. Sin embargo, una buena cantidad de personas tienen miedo de estos juicios. Aprender a reírse de sí mismo es una vía para independizarse de la opinión de los demás. ¿Cómo puedo hacerlo? Dejamos aquí algunos consejos.

"Felices son aquellos que saben reírse de sí mismos porque nunca van a dejar de divertirse."
-Son Tomás Moro-

1. Conciliar el ser y el querer ser

Una cosa es lo que somos y otra lo que queremos ser. Parece bien claro, pero a veces no lo es. A menudo confundimos ambos aspectos. Esto sucede especialmente si se nos ha enseñado un "deber ser" muy rígido, por lo que no distinguimos la realidad de las expectativas que creamos. Cuando esto sucede es como si siempre estuviéramos en deuda.

El "querer ser" y el "deber ser" nos impide apreciar y valorar lo que somos. Por ejemplo, soy una persona de baja estatura, pero he escuchado tantas bromas contra los bajitos que, al final, acabo depreciando esa característica.

Nos intimidamos con las personas altas y calzamos terribles saltos altos para camuflarnos. En lugar de aprovechar todas las situaciones en las que vivir en tamaño compacto es una ventaja. O en vez de reírnos de nuestra altura cuando ni en las puntas de los pies alcanzamos el estante ...

2. Desarrollar la inteligencia egoísta

Para aprender a reírse de sí mismo es necesario bajar el volumen del narcisismo y aumentar hasta el egoísmo sano. El narcisismo tiene que ver con el sentimiento de orgullo personal. El egoísmo sano tiene que ver con buscar el bien y el beneficio para sí mismo, antes que los demás.

Cuando se tiene un sentimiento de orgullo personal muy elevado, es muy difícil aprender a reírse de sí mismo. En estos casos, hay un deseo de ser el mejor, el más hermoso, el más inteligente ... Como se trata de un deseo imposible, lo que surge es la frustración. En contrapartida, al analizar las situaciones de forma egoísta, nos aceptamos como personas incompletas, que deben, principalmente, ser fieles a sí mismas. Y es más fácil reírse de nuestros errores o de nuestras fallas sin tener en cuenta si quedamos bien o mal con los demás. Entonces, estamos hablando del egoísmo sano. 3. Juzgar con bondad para aprender a reírse de sí mismo

A veces somos jueces implacables de nosotros mismos.

Nos evaluamos severamente. No aceptamos nuestros errores y nos castigamos por ellos. Y muchas veces acabamos exigiendo de nosotros mismos más de lo que podemos dar.

Para aprender a reírse de sí mismo, antes es necesario aprender a mirar a sí mismo con benevolencia. Esto significa entender que somos seres falibles, incompletos e inacabados. Entender que hacer, decir o pensar de manera equivocada no es un grave pecado, sino una debilidad que nos hace más humanos y una oportunidad para mejorar y seguir creciendo.

4. Aprenda a ser su propio cómplice Si usted no puede contar consigo mismo, no puede contar con nadie.

En lugar de tener una voz interior rígida e inflexible, deberíamos cultivar una voz que sea apoyadora.

Hacer esfuerzos para perdonarnos en lugar de culpar. Conseguir en los automotives, en vez de condenarnos a nosotros mismos. Nos gustan nosotros mismos, en lugar de reprender. Quien sabe dar apoyo a sí mismo no se vuelve más descuidado o negligente. Ser excesivamente severo consigo mismo sólo nos lleva a nutrir el malestar emocional. En cambio, el ser más flexible y amistoso conduce a un mayor equilibrio. A una mejor relación consigo mismo.

5. Ejercitar la risa Es positivo buscar una oportunidad para reír diariamente. La risa es maravillosa para la salud emocional y, además, nos ayuda a ser menos rígidos con nosotros. Facilita este proceso de llevar la vida tan en serio y permite que todo fluya más espontáneamente. Después de todo, todo eso nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos.

Aprender a reírse de sí mismo es fundamental para alcanzar y mantener la salud mental.

También facilita mucho el rendimiento social. Cuando conseguimos entender que los sentimientos de orgullo o arrogancia existen sólo para atraparnos, damos un gran paso. La humildad, en cambio, nos hace menos sensibles a las críticas, a los juegos ya las opiniones de los demás.