Alprazolam: usos y efectos colaterales que usted debe conocer

El alprazolam es el principio activo más prescrito para tratar los estados de ansiedad, los ataques de pánico o el estrés intenso. Es un psicofármaco de alta efectividad, pero cuyo uso y administración deben respetar cuidadosamente las orientaciones para evitar la dependencia.

Todos hemos oído hablar de algún remedio con alprazolam. Sin embargo, a veces nos escapan algunos pequeños detalles que hay que tener en mente. En primer lugar, vale decir que ese principio activo es un tipo de benzodiacepina de acción intermedia. Esto significa que su efecto es relativamente rápido, algo muy útil cuando sufrimos, por ejemplo, un ataque de ansiedad o de pánico en un momento dado.

El alprazolam, comercializado como Xanax, entre otros nombres, es un fármaco derivado de las benzodiazepinas que se utiliza para el tratamiento de los estados de ansiedad. En segundo lugar, otro detalle que es interesante y útil al mismo tiempo es queel alprazolam tiene cualidades antidepresivas y relajantes.

Este fármaco también es un ansiolítico, es decir, no puede ser recetado de forma exclusiva para tratar trastornos depresivos, sino crisis de angustia, neurosis y ese tipo de ansiedad que presenta rastros de depresión. Estamos, sin duda, ante una opción farmacológica útil y efectiva, pero con los inevitables efectos colaterales que necesitamos conocer. ¿Qué es exactamente el alprazolam?

Alprazolam es el principio activo de medicamentos comercializados bajo el nombre de Xanax, por ejemplo.

En general, cada comprimido tiene 0,5 mg de este elemento. El resto de los componentes que componen cada comprimido son lactosa monohidratada, celulosa microcristalina, almidón de maíz, dioctil sulfosuccinato de sodio (85%) con benzoato de sodio (15%), dióxido de silicio coloidal, estearato de magnesio, etc.

Paralelamente, vale destacar que el alprazolam fue sintetizado por primera vez por

Upjohn Laboratories (ahora parte de Pfizer) en los años 1960 como alternativa a los barbitúricos, extremadamente adictivos, como ya sabemos, y con serios efectos colaterales. Sin embargo, fue sólo en 1981 que comenzó a venderse como el primer fármaco aprobado para tratar los ataques de pánico. El éxito fue inmediato, tanto que hoy en día es la benzodiazepina más recetada en todo el mundo. ¿En qué casos el alprazolam suele ser recetado? Natália toma alprazolam desde hace seis años. Ella no toma continuamente, pero en raras ocasiones cuando la ansiedad la bloquea de tal manera que no puede reaccionar ni pensar, cuando sufre un golpe de pánico o siente que el estrés le impide trabajar o, incluso, de responsabilizarse por los hijos.

Todo empezó con la muerte del padre, un hecho inesperado y traumático que ella todavía no pudo superar. El médico, en vista del estado de ella, recetó a Xanax con una condición: ella sólo podría tomarlo en estados críticos, nunca de forma continua. Este es un ejemplo de los muchos casos en que el alprazolam es útil y cumple con su función. Vamos a ver una lista de todos los usos de este fármaco:

Tratamiento para los trastornos de ansiedad.

Ataques de pánico.

  • Estrés psicosocial o trastornos adaptativos.
  • Trastorno ansioso-depresivo.
  • Fobia social.
  • Mecanismo de acción del alprazolam
  • El alprazolam se absorbe fácilmente en el tubo digestivo. Tiene un inicio de acción rápida y una biodisponibilidad del 80% al 90%. El medicamento se metaboliza en el hígado y se elimina a través de la orina. Paralelamente,

es común que los médicos recetan a sus pacientes dosis que varían entre 0,25 mg a 0,5 mg tres veces al día.

Por otro lado, es importante recordar que el mecanismo de acción de las benzodiazepinas es casi siempre el mismo: actúan sobre los receptores GABA. Sin embargo, el alprazolam tiene como particularidad su estructura, muy similar a la de los antidepresivos tricíclicos.

Todo esto genera un efecto y propiedades sedantes, hipnóticas y anticonvulsivas, además de un potencial más que notable para reducir la ansiedad. Estamos ante una benzodiacepina de alta potencia y rápida eliminación. ¿Qué efectos secundarios tiene el alprozolam? El alprazolam, como todo fármaco, y especialmente como todo psicofármaco, tiene efectos colaterales asociados. El tratamiento con este ansiolítico debe ser lo más corto posible, siendo el ideal y

recomendable nunca pasar de 12 semanas

(incluyendo en ese período el tiempo de retirada del medicamento). Será siempre el médico de confianza o el psiquiatra quien va a analizar la situación , considerando si debemos incluir en nuestro tratamiento otros fármacos, reducir la dosis o iniciar la fase progresiva de retirada del alprazolam (recordamos que una retirada brusca es muy contraproducente).

Vamos a ver a continuación los efectos colaterales asociados a ese psicofármaco.Efectos colaterales más comunes

Somnolencia.

Dolor de cabeza.

  • Estreñimiento.
  • Diarrea.
  • Boca seca.
  • Efectos más adversos
  • Cambio de coordinación.

Aumento o disminución del apetito.

  • Fatiga.
  • Deterioro de la memoria.
  • Ansiedad y aumento de la frecuencia cardiaca.
  • Insomnio.
  • Atordo, dificultad para enfocar la atención.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Cambios significativos en el deseo sexual.
  • Irregularidades menstruales.
  • Retención urinaria.
  • ¿Cuáles son las contraindicaciones del alprazolam?
  • El alprazolam no se recomienda para toda la población. Hay casos excepcionales que el profesional de la salud debe tener en cuenta:

Los pacientes con glaucoma de ángulo estrecho no pueden seguir el tratamiento con este fármaco.

Personas con enfermedades en las vías respiratorias, con insuficiencia respiratoria o renal

  • tampoco pueden tener alprazolam como fármaco para la ansiedad.
  • También no se puede utilizar durante el embarazo y la lactancia. Para concluir, afirmamos una vez más que aunque el alprazolam es efectivo para el tratamiento puntual de los estados de ansiedad, los psicofármacos no son la solución definitiva. Complementar con la terapia psicológica es, sin duda, la mejor manera de resolver la raíz del problema.
  • Referencias bibliográficas

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Caplan, JP, Epstein, LA, Quinn, DK, Stevens, JR, y Stern, TA (2007). Efectos neuropsiquiátricos del abuso de medicamentos recetados.

  • Neuropsychology Review
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