Trastorno de personalidad esquiva: el aislamiento social como refugio

El trastorno de personalidad esquiva afecta al 3% de la población. Este trastorno caracteriza a personas sensibles y cautelosas que viven encerradas en la concha de su soledad por miedo a ser heridas, juzgadas o rechazadas. Su necesidad de fuga, su incapacidad para lidiar con sus miedos y su angustia vital son tan grandes que acaban construyendo los muros de su propia fortaleza, donde viven aislados.

Este trastorno, definido a principios del siglo XX por los psiquiatras y eugenistas Bleuler y Kretschmer, no es muy conocido. No tan conocido como, por ejemplo, el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno de personalidad dependiente. Los historiadores y expertos afirman que, en ese tipo de condición psiquiátrica, el ejemplo más claro que personaliza el trastorno de personalidad esquiva es la figura de Emily Dickinson. "Tengo miedo de las personas de pocas palabras, tengo miedo de las personas silenciosas y de las personas que dan sermones. "Tengo miedo de quien no puedo entender, tengo miedo de la persona que piensa mientras los demás no hacen más que charlar ..." -Emily Dickinson-

Como el doctor Laurence Miller explica en su libro "From Difficult to Disturbed",
la famosa poetisa se fue alejando progresivamente del mundo hasta aislarse en su cuarto.

Muchos de sus versos, como "la mañana no me quiere, entonces buenas noches, día", reflejan esa reclusión a la penumbra de su micro-mundo frente a la incomodidad que representaba una sociedad de la que no se sentía participante y en la cual gran parte de sus relaciones afectivas le proporcionaron más decepciones que alegrías. Así, y apenas como ejemplo, se sabe que una persona puede desarrollar poco a poco esa tendencia evasiva hasta resultar en un brote neurótico que exige, en muchos casos, una internación. Los psiquiatras definen a esas personas y ese comportamiento progresivo hacia el aislamiento como "shrinkers" (encolhasores)

y, por curioso que pueda parecer, esta tendencia está apareciendo con más frecuencia hoy en día. Características de las personas con trastorno de personalidad esquiva Durante un tiempo, se pensaba que una educación basada en la crítica, la humillación y el desprecio llevaba inevitablemente al trastorno de personalidad esquiva. Sin embargo, hoy en día, en lo que se refiere a cualquier tipo de trastorno clínico, se sabe que "2 más 2 nunca son 4", que cada persona reacciona de una manera diferente frente a las mismas circunstancias y que, dentro del universo de los trastornos de personalidad, hay muchos condicionantes , además de trastornos asociados y pensamientos disfuncionales extremadamente complejos. Por otro lado, el actual DSM-V define la personalidad esquiva como una forma de ansiedad social

, en la cual la autoestima es tan baja que la persona va perdiendo por completo su funcionalidad social hasta preferir el aislamiento. Sin embargo, lo más complejo de todo esto es que la situación de estos pacientes es completamente egodistónica, es decir, todos sus valores, sus sueños, su identidad y sus necesidades están en un estado de caos constante y desagradable. El desgaste mental en este sentido es muy grande.

Las personas con trastorno de personalidad esquiva saben perfectamente lo que deberían hacer para mejorar su situación, pues, en promedio, son personas muy inteligentes. Sin embargo, el simple hecho de enfrentar sus miedos, sus fobias y sus pensamientos les provoca tanta ansiedad que prefieren dar disculpas, dejar para mañana la solución al pánico que se siente hoy. CompartirCaracterísticas de las personas con trastorno de personalidad esquiva

Sensación de que independientemente de lo que hagan, siempre van a ser rechazadas, criticadas y alejadas de cualquier situación. La autocrítica elevada, se ven a sí mismas como seres completamente incompetentes en cualquier contexto. Es común que se digan a sí mismas cosas como "no fui hecho para ese mundo".

suelen aparentar gran disforia

  • , o sea, combinan la tristeza con la ansiedad.
  • Utilizan un gran"arsenal" de pensamientos disfuncionales
  • : "Es mejor no hacer nada que intentar algo y fallar". "Las personas de ese mundo siempre son críticas, adoran humillar a los demás y son indiferentes a las necesidades ajenas ...".Además de la evitación social, ellas también practican la evitación cognitiva, conductual y emocional.
  • Es decir, mejor no pensar, no hacer y no lidiar con mis emociones porque de esa manera no tengo que enfrentar eso que me provoca tanto miedo y que yo mismo estoy fomentando. Al mismo tiempo, lo que provoca estos comportamientos es el refuerzo del círculo que mantiene la ansiedad. Así, poco a poco, ypara protegerse de tanta emoción negativa, esas personas optan por el aislamiento.Tratamiento del trastorno de personalidad esquiva
  • La relación terapéutica con la persona con un trastorno ansioso esquivo es, en muchos casos, larga e infructuosa, y eso sucede por varias razones. La primera es que el paciente con ese perfil suele creer que el profesional no va a poder entender su mundo interior. Ella cree que va a ser rechazada por sus pensamientos, sus ideas y sus necesidades. En el momento en que el psicoterapeuta gana su confianza y construye una alianza fuerte, es posible comenzar a ver progresos. Sin embargo, si esta confianza no aparece, es muy difícil que se produzcan progresos que refuercen la confianza del paciente. Los puntos a trabajar con la persona con un trastorno de personalidad esquiva serían los siguientes:

Reformular los esquemas disfuncionales. Trabajar en sus pensamientos automáticos y en sus distorsiones cognitivas.

Explorar el origen de su comportamiento esquivo.

Evocar experiencias que causan malestar. Fortalecer hábitos sociales que pueden ayudar al paciente en su día a día. Hacer un diagrama del progreso y de la mejora de sus comportamientos esquivos.

Mejorar sus habilidades sociales con terapias de grupo.

  • Mejorar su autoimagen.
  • Para concluir, como podemos ver, hay varias estrategias que el profesional debería realizar con estos pacientes.
  • Estamos tratando con un tipo de trastorno en el que la terapia cognitivo-conductual, así como la terapia racional-emotiva, la terapia psicodinámica o la desensibilización sistemática pueden ser especialmente útiles.