Ser poco atractivo es un obstáculo para encontrar el amor?

La mala noticia es que sí: ser poco atractiva hace que sea un poco más difícil encontrar un compañero o una compañera. Las buenas noticias son que esta pequeña barrera, en cambio, si usted desea y se esfuerza un poco, también es una preparación para establecer relaciones con más calidad. Todo depende de ti. Muchas veces, el ámbito amoroso admite una metáfora de mercado: la ley de la oferta y la demanda. En el amor de los días de hoy, los "productos" más solicitados son: los más atractivos a los ojos y los que tienen dinero o reconocimiento de las personas. Aunque esta cuestión es pocas veces analizada en estos términos, pues es incómodo desvestir el amor de su fantasía romántica e inocente, en la práctica la verdad es que el amor sufre influencia de una serie de leyes biológicas que nos construyen como los seres humanos que somos.

Leyes que favorecen a algunas personas y perjudican a otras. Quien reúne esos atributos tiene más facilidad en el mercado amoroso, de eso no hay dudas. Pero ser más fácil no siempre es ser mejor. Con demasiada frecuencia, esta aparente facilidad entorpece y, por lo tanto, la dificultad termina transformándose en un punto positivo. Especialmente si salimos del ámbito del mercado amoroso y entramos en el del verdadero amor. La belleza que atrae pocas veces coincide con la belleza que apasiona. " -José Ortega y Gasset-

La atracción física: un deseo para muchas personas que creen que no la poseen

A, y que, como dijo Ortega y Gasset ...
" La belleza que atrae pocas veces coincide con la belleza que apasiona. la atracción física es un atributo arbitrario, ya que su definición depende más de la persona que lo percibe que de la persona que es percibida. En gran parte no depende del esfuerzo de una persona, sino de diferentes parámetros anatómicos especialmente relacionados con los rostros. Por otro lado,

cada cultura define - o ejerce gran influencia en la definición - de lo que es hermoso y de lo que no es.

Por lo tanto, funciona como un factor impuesto. También se trata de una condición que no tiene mayores efectos para la sociedad. El hecho de que las personas sean - o no - bonitas proporciona poco progreso para la humanidad en su conjunto.

De hecho, es mucho mayor el grupo de figuras célebres consideradas poco atractivas a los ojos que el de genios, pensadores o héroes que corresponden a los patrones de belleza actual. Actualmente hay personas que nacen bonitas y personas que se vuelven bonitas. En los días de hoy ser atractivo es algo que se puede comprar. Remodelando físicamente a una persona es una posibilidad real. Esto se hace en las salas de cirugía, en los gimnasios y gracias a miles de productos y procedimientos que se adquieren en centros de estética. Por otro lado, por menos importante que pueda ser para la evolución de la sociedad, las personas suelen preocuparse mucho de la belleza de la imagen que exhiben. De hecho, encontramos personas que sufren de ansiedad por eso, otras que caen en depresión y muchas otras que realizan verdaderos esfuerzos para contrariar la naturalidad de los propios cuerpos con el objetivo de mantener o conquistar una forma determinada, ya sea a través del deporte o de la alimentación .

Ser poco atractivo en el mundo de las relaciones

La atracción física es algo que, como su nombre indica, atrae, confiere ventaja y ahorra esfuerzo. Recibe el nombre de atracción porque quien la tiene cuenta con un tipo de imán para captar la atención de los demás, y en ese sentido puede facilitar la conquista de un posible pretendiente. Además, un compañero o una compañera hermosa sigue siendo una señal de status, de valor, especialmente en ciertas culturas, y despierta más fácilmente los impulsos eróticos. Ciertamente, esta es una barrera real para las personas que no han sido tan agraciadas en ese sentido. Si una persona que considera ser poco atractiva físicamente desea mejorar sus opciones de encontrar o elegir un compañero o una compañera, usted podrá optar por dos caminos. Uno de ellos es el de transformarse en una víctima de esa lógica y el otro es el de subvertirla. Quien acepta ser víctima de esa situación acaba arrojando la toalla y escondiéndose detrás de un escudo. Con eso, además de ser poco atractivo, es más probable que acabe desarrollando estrategias de interacción que la hagan aún menos atractiva. Por otro lado, quien acepta el desafío acaba construyendo una lógica diferente en la que, con su actitud, logra hacer que otras personas vean y aprecian otro tipo de características que las hacen atractivas.

Una cosa es cierta: aunque la atracción física abra las puertas de la conquista de una manera más fácil, este factor no facilita el camino siguiente.

Ella presupone una ventaja al dar los primeros pasos, pero termina ahí. Incluso puede ser un factor desventajoso para la persona atractiva, pues las otras características que aparecen "en una segunda mirada" pueden no estar a la altura de esa atracción y acabar provocando una decepción en las expectativas del otro. En ese sentido, algunas veces las relaciones de esa persona terminan tan fácilmente como comenzaron.

La atracción física también termina siendo una desventaja para quien desea ir más allá de una conquista ocasional. La belleza es un valor absoluto sólo en la mente de algunos adolescentes que alimentan serios complejos o que están muy alienados.

Hay muchos mensajes volcados a hacernos creer que el mundo es hecho para las personas bonitas, ricas y poderosas. Este mensaje es alimentado por personas que lucran económicamente con quien cree en esa lógica, demostrando una disposición casi infinita para el sacrificio de conquistar un punto más en la belleza con una crema o un aparato de gimnasia caro. Así, no se puede negar el hecho de que ser poco atractivo puede ser una barrera para encontrar un socio o una pareja, pero no constituye una barrera para amar y ser amado.

También no es la única faceta que nos hace más atractivos o más desagradables. Hay otros factores sobre los que, incluso, tenemos una influencia mucho mayor, como nuestra actitud o nuestra personalidad.