Ante la muerte de alguien que amamos, las palabras se vuelven inútiles.

-Anónimo- CompartirHasta hace poco, la muerte era un visitante extraño que aparecía sin previo aviso. Ahora todo es diferente.

La ciencia es capaz de mantenerlo vivo, aunque usted sea sólo un cuerpo sin conciencia, que todavía respira y mantiene los latidos del corazón.Esto nos da la oportunidad de prolongar el dolor sin esperanza de alivio.

Por otro lado,actualmente es posible decidir la fecha, la hora y la forma de morir, para sumergirse en algún lugar que la ciencia desconoce. La eutanasia es una de las formas de muerte programada, pero no trae consuelo a nuestro corazón herido.

Eutanasia: despedirse sin saber cómo decir adiós Todos estamos condenados a la muerte desde el nacimiento, pero no saber cuándo partiremos abre un abanico de incertidumbres que es al mismo tiempo alentador y espeluznante. Cuando la muerte toma la forma de un mes, un día y una hora correcta, el reloj avanza al mismo ritmo de la angustia.

Un minuto más es un minuto menos y cada experiencia compartida se convierte en una forma de decir adiós. La eutanasia es una de esas situaciones límites de la vida que nos enfrentan con una paradoja dolorosa. Por un lado el amor, que cree que debemos respetar la voluntad del otro y estar listo para decir adiós con el corazón lleno de gratitud. Por otro lado, el mismo amor nos muestra que será desesperado imaginar el mundo sin esa persona, como será difícil encontrarla solamente en nuestras lágrimas y recuerdos. Nadie se despide de la vida sin tristeza.Nadie toma la decisión de practicar la eutanasia sin pasar noches en claro, buscando soluciones que no aparecen. Morir se transforma en una salida al dolor.

"Yo iré. Y los pájaros quedarán cantando ... "

No es fácil entender y aceptar la decisión de alguien que decidió morir . Usted se niega a decir adiós a ese ente querido y no acepta la idea de que el ser humano puede asumir el control de su destino, definiendo el momento en que su vida debe terminar. Es difícil admitir esas verdades, porque juntamente con esa persona, morirá algo dentro de nosotros. Decir adiós es el inicio de un camino incierto que nos llevará a todos ya ningún lugar.

Cada vez que vemos a esa persona, entramos en pánico.Nos acordamos que el fin está cerca, que dentro de una semana no la veremos más, que esas son las últimas sonrisas, las últimas palabras que compartimos.

Y usted llora por dentro para que nadie perciba y ni vea sus lágrimas . Usted quiere abrazar y nunca más soltar a esa persona, pero sabe que ha llegado la hora de dejarla ir.

La angustia aumenta cuando nos hacemos conscientes de que la persona morirá, pero el amor que sentimos por ella nunca se acabará. El amor sobrevivirá; primero se convertirá en un lamento silencioso, cuando siente la falta de su presencia, de su sonrisa, de sus consejos y de su bondad. Usted se despedirá muchas veces, incluso después de que se vaya.

Después del primer momento de dolor, volveremos al jardín florido que quedó deshabitado y percibimos con sorpresa quelas flores se fueron, pero el perfume de ellas y el canto de los pájaros quedaron para aliviar a su corazón

. Entonces entenderás que hay semillas con cosecha eterna y dirá como el poeta: "Limpié el espejo de mi corazón ... ahora refleja la luna".

Nota de la autora: Buen viaje, mi amiga querida ...