Menos quejas, más vida

La vida, a veces, nos trae fases difíciles, y desahogarse con un amigo cercano o un miembro de la familia de nuestra confianza puede ser algo extremadamente sano. Sin embargo, parece que reclamar se está convirtiendo en nuestro pasatiempo favorito.

Nos quejamos porque está frío, pero también porque está calor, porque sí y por qué no, hasta el punto en que se queja se convierte en un hábito que nos empeñamos en desarrollar , como una marca personal que ponemos en nuestra existencia y que nos acompaña por el resto de nuestros días.Si tienes remedio, ¿por qué te quejas? Si no tienes remedio, ¿por qué te quejas?

(Proverbio Oriental)CompartirQuejarse siempre será fácil, pero como es complicado asumir la responsabilidad ante las quejas. Ejemplo: si el problema tiene una solución, simplemente haga lo que necesita ser hecho; si no tiene, según lo indicado por el proverbio oriental, por qué se queja? No tiene sentido,

es inútil preocuparnos por algo que está más allá de nuestro control. Cuando caminamos leves por la vida, cargando sólo lo indispensable, es más fácil ser feliz

, pues generamos algo más que afectará de forma positiva a las personas que nos rodean.Cuando nos quejamos nos estamos poniendo en la posición de víctimas, y cuanto más alimentamos este papel, nos sentiremos peores y acabaremos por no resolver nada.

Esto nos impide conocer y desarrollar todo nuestro potencial al máximo. ¿Por qué nos quejamos?

En general, nos quejamos porque sufrimos y creemos que no hay solución a nuestros problemas.

Por ejemplo, no estamos satisfechos con nuestra apariencia, no tenemos el empleo que tanto deseamos, no tenemos el mismo coche que el vecino, o dinero o los recursos que creemos que necesitamos tanto, etc. Pero si realmente queremos cambiar este ciclo, la primera cosa que debemos hacer es dejar de pensar tanto y, por otro lado, actuar más. En el fondo, mucho de lo que nos gustaría tener, en realidad, no satisface nuestras necesidades reales.

¿No sería mucho más válido saber "cuáles son mis necesidades reales"? Usted compró muchas cosas el año pasado creyendo que eran esenciales. ¿Ya notó que no lo son? Tal vez ellas se hayan vuelto algo decorativo o estén polvorientas en algún lugar de su casa; por lo que cuando se responde a esta pregunta, usted debe hacerlo conscientemente. ¿Cuál es mi real necesidad? ¿Cómo las quejas me ayudan?

Pregúntese y reflexione sobre esto.¡Comience ya!

Tal vez lo que quieras no sea el objeto en sí, sino el sentimiento asociado a él o al bienestar que proporciona. También puede ser que lo que usted anhela sea muy difícil de alcanzar. No desanimes.

No hay nada que sea imposible de alcanzar;

sólo divida el objetivo en varias etapas y vaya alcanzando cada una de ellas hasta que alcanza su objetivo.Por ejemplo, usted se siente frustrado por no ser capaz de hacer un viaje por el país, tal vez usted pudiera conocer algunas ciudades más cercanas a usted ahora. Esto puede planearse y hacer.

De esta manera, usted comenzará a resolver el problema que está causando sus quejas, y también canalizará su energía a algo más productivo y fructífero para usted.Deje de culparse y darse a sí mismo una nueva oportunidad. Comience ahora: pruebe por dos semanas y usted se sorprender con los resultados. Nadie dijo que es fácil, pero será mejor para usted, entonces las manos a la obra!