El adiós no existe, hay sólo historias sin terminar ...

Soy tan romántica que llega a ser preocupante, pero no es mi culpa, fui creada por una hermana adolescente que leía a Corín Tellado, cuando debería estar leyendo historias. Pero eso no me aflige, en vista como la gente puede pensar mal sobre las romances románticos ... Me encanta las historias de Corín Tellado, todavía me encanta dejarme llevar por una de sus historias mientras hojea una vieja revista ... Quien no se encanta con historias que siempre terminan bien? En un mundo de fantasía perfecto, donde la mujer es hermosa, inteligente y feliz, y el hombre es muy bonito, afortunado, valiente y, en el ápice de su perfección, romántico y cariñoso. ¿No es linda una escena de esas? Sé que, al menos para las mujeres, es. En el caso de la televisión, las heroínas conquistan sus sueños, triunfan en sus profesiones, encuentran al hombre de la vida, su vida, y no tienen más contratiempos que convencerse de que, es este hombre, no un otro igualmente hermoso, el dueño de su corazón.Todo es ideal, todo es perfecto, todo termina bien, y al final, ponen la cereza en el pastel de la historia.

Es claro que también existen heroínas clásicas, y hasta ellas son cautivantes ... La vida no es de color rosa, los amores son difíciles, es complicado encontrar a alguien que nos comprenda y que también podamos comprender. A veces las cosas van bien, a veces no, quedamos frustrados y necesitamos aprender y ceder, si queremos mantener y construir una buena relación. Y aun después de mucho tiempo de trabajo, un día todo va por el desagüe. No es culpa de nadie, es la vida real que está llena de adiós ... de abandonos, de promesas y de corazones rotos, de lágrimas que marcan presencia en momentos de infelicidad.

Y cuando damos adiós, o nos dejan sin al menos despedirse, o cuando nosotros somos quienes estamos agotados con la relación y huimos ... Nos dijimos a nosotros mismos que todo está acabado y olvidado. Pero no es así, porque como dijo en el título del texto, el adiós no existe, sólo hay historias sin terminar ...

No terminamos nuestras historias de amor, quien duda es sólo reflexionar por un momento, sobre aquel empeño en recordar un amor que terminó bien, y de un amor que terminó mal. En parte, eso sucede porque no queremos ser olvidados, no queremos que alguien con quien compartimos un pedazo de nuestro romántico corazón, nos olvide. Queremos pensar que, en alguna parte del recuerdo, vivimos en el presente de aquellos que un día día amamos. Es un capricho humano, no queremos renunciar, aunque ya no nos ame, aunque ya no amemos a la persona.

En el fondo somos todos unos románticos , aunque algunos no acepten ese hecho.