Tal vez alguna vez usted ha oído hablar de las salas de estimulación multisensorial Snoezelen. En este artículo vamos a describir el origen y las raíces de este tipo de habitación tan peculiar, antes de profundizarnos en cómo puede beneficiarnos.
El término Snoezelen tiene su origen en la unión de dos palabras holandesas. De un lado, tenemos Snoffelen, que significa oler, y del otro Doezelen, cuya traducción sería algo como relajarse o cochilar. Por lo tanto, tenemos una asociación de dos acciones que parecen diferentes entre sí. Algo como alcanzar la relajación a través de una estimulación. Descubrir y aprovechar la parte agradable de estimular nuestros sentidos.
Las salas de estimulación multisensorial Snoezelen surgieron para trabajar los trastornos de desarrollo
El concepto Snoezelen surgió de la misma forma que surgen las grandes ideas y su ejecución. Ellas surgen antes de la necesidad de actuar, ante la inercia y la falta de acción en un determinado aspecto de la vida. Esta idea surgió de la frustración de ver cómo se realizaba la intervención en personas que tenían diferentes trastornos de desarrollo y no se obtenía los resultados deseables. La intervención no iba más allá del simple trabajo asistencial. Sin embargo, Ad Verheul y Jan Hulsegge, los padres de ese concepto tan revolucionario, no pararon por ahí. Ellos crearon esta nueva manera de trabajar con un determinado tipo de población que ahora vamos a comentar.
Pues, naturalmente, hay una parte de la población para la cual este tipo de terapia es especialmente beneficiosa.
Sobre todo hablamos de personas cuya capacidad de relacionarse con el medio es muy reducida debido a las limitaciones impuestas por el trastorno del que sufren. Las personas con necesidades especiales, la demencia y el autismo son los trastornos que más obtienen impactos positivos con este método. La estimulación multisensorial Snoezelen nos permite crear respuestas básicas Estimular a algunas personas a través de los diferentes canales sensoriales puede ayudarlas.
Esta estimulación, supervisada y controlada por un profesional, va a crear nuevas respuestas en la persona.
Respuestas básicas que de otra manera difícilmente aparecerían. En ese sentido, es necesario conocer el caso de la persona antes de empezar a trabajar con ella. Cada persona es absolutamente única y diferente de las otras. La manera de trabajar con cada una dependerá de la idiosincrasia de su caso en particular. Los profesionales deben conocer muy bien a su paciente
para poder sacar el mayor beneficio posible de esta nueva manera de intervención. Hay personas que necesitan "despertar". Personas que sufrieron, por ejemplo, una lesión cerebral que las dejaron completamente desconectadas del mundo que las rodea.
Cuando estimulamos y recibimos respuestas, creamos nuevas conexiones neurales Este procedimiento también es útil para personas que continúan conectadas al mundo que las rodea, ya que prestan atención a ese mundo, pero no son capaces de comunicarse con su medio. Estas personas serán muy beneficiadas por esta terapia. En la medida en que conseguir "despertar" lo que está dormido, la estimulación funcionará y nuevas conexiones neuronales serán creadas. Por lo tanto, es fundamental realizar un seguimiento individualizado y detallado de la persona. Ya que seremos capaces de percibir lo imperceptible.
El ojo clínico necesita ser rápido, preciso e instruido en la cuestión que está observando.
Ni el menor detalle puede escapar.
Debemos percibir lo que el paciente le gusta. Lo que es agradable para él. A qué estímulo responde más, la cual medio sensorial se muestra más atento ... Es un trabajo arduo que requiere mucha observación. Una observación amable y profunda de nuestro paciente.
La confianza y la armonía son elementos imprescindibles en la estimulación sensorial. Por lo tanto, las salas de estimulación multisensorial Snoezelen deben estar perfectamente equipadas para realizar esta práctica terapéutica. Además, el material tiene que estar preparado y adaptado para poder crear ese tipo de experiencia sensorial. Experiencias que involucran todos nuestros sentidos. La visión, el olfato, el tacto, la audición y el paladar. Vamos a buscar crear un ambiente humano. Un ambiente en el que la confianza, el respeto y la atención con la persona estén presentes.
Este lugar será un lugar agradable, un retiro especial y único.
Un espacio repleto de armonía y calor que, sin duda alguna, va a penetrar en la piel de la persona y, de alguna manera, va a instalarse en su interior. Así como las canciones agradables y bellas penetran nuestra mente y alcanzan el alma.