¿Cómo obtener el respeto de los demás?

Usted no puede obtener el respeto de los demás si no tiene una idea clara de lo que es el respeto. Es más fácil entender lo que significa ese valor si traemos a nuestra conciencia recuerdos, en medio de ejemplos, en los que se manifiesta. En ese sentido, respetamos a alguien cuando lo reconocemos como un igual y lo aceptamos como es.

Esto significa que toda conducta destinada a depreciar al otro es una falta de respeto. Como también es cualquier acción destinada a rechazar, negar o anular lo que piensa o siente. Es posible no compartir, o no estar de acuerdo con ello. Pero a partir de ahí intentar desvalorizarlo o cambiarlo, hay una gran diferencia.

Usted no puede obtener el respeto de los demás si no se respeta primero. Esto significa que usted debe percibirse como igual delante de los demás, en términos de valor. En otras palabras, no se siente ni más ni menos que nadie. Además, por supuesto, acepte. "Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas".

-Jean Jacques Rousseau-
¿Qué necesitas para que los demás lo respeten?

La aceptación y valoración de sí mismos se expresan a través de actitudes y acciones. No son una realidad abstracta, y usted no necesita decirla para que los demás sepan que eso es lo que usted siente.

El que se respeta a sí mismo tiene tres cualidades: autoestima, asertividad y autenticidad. La autoestima, si queremos definirla de forma simple, es tener una buena opinión de sí mismo. Tiene muy poco que ver con el narcisismo. Se trata de sentir simpatía por lo que usted piensa, dice y hace, sin que eso signifique pensar que usted es mejor que los demás. Tan especial como sólo tú eres y tan igual como cualquier ser humano. La asertividad, por otro lado, tiene que ver con la capacidad de defender sus derechos y expresar sus opiniones.

Es especialmente importante cuando estamos rodeados por un contexto desfavorable, en el que pensamos lo contrario de lo que piensa la mayoría o la figura de autoridad. Por otro lado, ese atributo es un hijo directo de la autoestima y una condición necesaria para obtener el respeto de los demás.

Además, la autenticidad se refiere al hecho de mantener nuestra esencia, valores y creencias , aunque de forma egoísta no sea el mejor para nosotros en aquella situación. Es decir, expresar lo que pensamos y lo que sentimos en cualquier contexto. No simular o falsificar para causar una determinada impresión. Actuar de forma espontánea. Piense que sólo puede ser auténtico si tiene conciencia de su valor como persona.

Recomendaciones para obtener el respeto de los demás El respeto comienza en casa. Por lo tanto, usted no conseguirá obtener el respeto de los demás si no es respetuoso también. Por otro lado, entienda que el respeto no significa miedo o reverencia, sino aceptación y apreciación.Hay algunas claves para hacer que los demás lo respeten. Estas son algunas de ellas:

Acepte que usted no siempre tiene que agradar a todos.

La aprobación o desaprobación de los demás no debe condicionarlo. Siempre habrá gente que no te guste.

Aprenda a diferenciar la bondad de la condescendencia.

  • La cortesía no es sumisión. No hemos venido al mundo para hacer que los demás se sienten bien. Fortaleza y practica el amor propio.
  • No deje de reconocer todos sus valores y sus éxitos. No descuida tus logros, por menores que parezcan. Introduzca el "no" en el diccionario de su comunicación.
  • Definir límites no significa ofender al otro o no tener consideración. Es una manera sana de preservar el respeto mutuo. Reconozca que usted no es responsable de lo que los demás sienten o piensan.
  • Si la forma en que usted piensa, cómo usted habla o cómo usted actúa perturba o molesta otro, no es su problema. Deja que sea esa persona quien resuelva su inconformidad. Requiere reconocimiento cuando sea necesario.
  • Si usted hace mucho para los demás, es normal que paren de apreciarlo. Si esto ocurre, suspenda la colaboración. Aprenda a defenderse.
  • Tal vez usted sea víctima del "desamparo aprendido". Por lo tanto, es hora de superarlo y aprender a defenderse. No es fácil al principio; sin embargo, una vez implementado la costumbre, el esfuerzo no es tanto para mantenerlo. Hacer que los demás respeten usted no es un objetivo alcanzado a corto plazo, especialmente si le faltaron con respecto en varias ocasiones. Usted necesita la decisión firme de obtenerlo y una voluntad de hierro para mantenerse en ese propósito. Sin embargo, vale la pena.
  • La falta de respeto trae sólo males mayores y muchos sufrimientos innecesarios.