Cómo usar la risa y el buen humor para mejorar su relación

El humor tiene un papel importante en las relaciones amorosas. En las nuevas, él puede ser una herramienta muy eficaz, no sólo para atraer a la otra persona, sino también para superar cualquier incomodidad o vergüenza en los primeros encuentros y mientras la pareja se está conociendo.

En las relaciones a largo plazo, el humor ayuda a mantener emociones y la relación fresca e interesante. También puede ayudar a superar los conflictos y desacuerdos que se acumulan con el tiempo.Compartir el placer del buen humor crea una sensación de intimidad y conexión entre dos personas, cualidades que definen relaciones de éxito y sólidos.Cuando usted se ríe con otra persona, se crea un vínculo positivo entre ambos. Esta unión actúa como un fuerte amortiguador contra el estrés, desacuerdos, decepciones y los malos tiempos en una relación.

El papel del humor en los problemas amorososEl humor no es una cura milagrosa para los problemas de una pareja, pero puede ser una herramienta importante y muy útil para ayudar a superar los momentos difíciles que afectan a todas las relaciones de vez en cuando. Cualquiera que sea el problema, es posible enfrentarlo utilizando el humor para ayudar a resolverlo y fortalecer la relación. El humor puede ayudar a formar un vínculo más fuerte entre la pareja, suavizar las diferencias de opinión (incluso sobre los temas más sensibles), disipar la tensión, superar los problemas y contratiempos, ver las cosas con una perspectiva diferente o, incluso, nos hacen más creativos a la hora de buscar una solución a los problemas.

Pero cómo aplicar el buen humor y la risa para conseguirlo?

# 1 - Utilizar el humor para suavizar el conflicto

El conflicto es una parte inevitable de todas las relaciones, y puede ocurrir de muchas maneras diferentes.

En cualquier caso, la forma en que se solucionan estos conflictos puede determinar el éxito de una relación.

Cuando el conflicto y el desacuerdo son problemas habituales en una relación, el buen humor puede ayudar a aliviar la situación y restaurar la sensación de seguridad y de conexión con el otro. Si se usa con habilidad y con respeto, sin que parezca una broma y sin ridiculizar al otro, un poco de buen humor puede hacer que el conflicto y la tensión se transformen en una oportunidad para la diversión y la intimidad compartida. El humor sin sarcasmos neutraliza los conflictos y ayuda a interrumpir la lucha de poder que se produce en una discusión para ver quién tiene razón. Permite ser más espontáneo y flexible para el problema bajo otras perspectivas, encontrar una solución creativa y dejar de lado las inhibiciones personales para poder expresar lo que realmente se siente. De esta forma surgirán sensaciones y emociones profundas y auténticas.

# 2 - Asegurarse de que el otro entendió la bromaEl buen humor sólo ayuda a superar los problemas en una relación cuando ambas partes son capaces de acompañar la broma y cuando el humor no se utiliza como broma o sarcasmo.

Por lo tanto, es importante prestar atención al otro. Cuando la broma o la risa es unilateral - y no recíproca - lo que se consigue es minar la confianza del otro, así como la buena voluntad, dañando la relación y acentuando aún más el problema.

Por lo tanto,

el humor en las relaciones debe ser igualmente divertido y agradable para ambos. Si el otro no cree que la broma es divertida, se debe parar inmediatamente, entender los motivos por los cuales el otro no quiere hacer bromas y considerar su estado de ánimo.

# 3 - No usar el humor para encubrir otras emocionesEl humor ayuda a mantenerse flexibles ante los desafíos de la vida, pero hay momentos en los que el humor "no es sano", porque se utiliza para encubrir la realidad y no encarar las emociones dolorosas. La risa puede ser un disfraz para los sentimientos de dolor, de miedo, de ira y de decepción cuando no se sabe muy bien cómo expresar tales sentimientos.En ese caso, la risa y el buen humor crean confusión y desconfianza en las relaciones.

# 4 - Colocar el humor en prácticaNunca es tarde para desarrollar el lado juguetón, travieso y divertido que tanto nos gusta ver en los demás. Muchas personas no se ve así y están muy preocupadas por cómo van a parecer ante los demás. Este miedo al ridículo al tratar de ser divertido ante los demás es muy limitante.Para conseguir, es necesario actuar con naturalidad, tratando de recuperar la energía innata de la infancia y buscando momentos de calidad para sacar esa alegría y el buen humor.

Es importante vigilar las señales no verbales de la pareja, para ver si es posible apreciar los intentos de crear una situación alegre, evitando el humor mezquino.

Hacer bromas inteligentes sobre asuntos íntimos de la pareja, que sólo son entendidos por los dos y que sólo tengan sentido en el marco de esa relación, acentúa la intimidad y la complicidad.Para arrancar una sonrisa del otro, cosas simples también pueden ser útiles, como hacer algo extravagante sin ningún motivo, en un momento en que no esté pasando nada, sólo por el placer de divertirse y hacer el otro reír.Como el humor y el juego se convierten en una parte de la vida, es posible encontrar oportunidades en el día a día para ayudar a construir y mantener las relaciones con los demás.