Como los traumas nos afectan

La vida fluye como si fuera una narrativa, pero muchos momentos son interrumpidos por eventos traumáticos. Algo sucede y simplemente no estábamos preparados. Después de todo, cómo los traumas nos afectan?

En muchos casos, los arrepentimientos o los sentimientos de culpa causan más sufrimiento en las personas afectadas por un trauma que el propio recuerdo de lo ocurrido en sí.Muchas de las personas que lo reviven diariamente se desprecian, se aterrorizan, se enfurecen, sienten que pierden el control .... Están seguras de que podrían haber hecho más, de que podrían haber estado más atentas, de que podrían haberse retrasado y escogido otro camino para volver a casa. Deprecian a sí mismas por no haber previsto el futuro, se juzgan con crueldad cuando todo pasó, cuando el resto de las posibilidades, más probables, se evaporaron y sólo quedaba una.La realidad de cómo los traumas nos afectan

El trauma pertenece al pasado, pero las marcas dejadas son profundas; en algunos casos, permanentes,

condicionando a la persona y sus emociones, pensamientos y conductas. Por ejemplo, a través de la técnica de Rorschach se descubrió que las personas traumatizadas tienden a sobreponer el trauma a todo lo que les rodea. En otras palabras, y como complemento a lo que ya señalamos, el trauma también afecta la imaginación, que es necesaria para contemplar nuevas posibilidades. Paradójicamente, y como ejemplo, se comprobó cómo muchos soldados de guerra sólo se sentían totalmente vivos cuando recordaban nuevamente su pasado traumático.

"La principal fuente de sufrimiento son las mentiras que nos contamos a nosotros mismos."

-Semrad-
Mente, cerebro y cuerpo

Ayudar a las víctimas de traumas a contar sus historias es importante, pero ayudarlas a construir un relato o motivar -las a hacerlo no significa que los recuerdos traumáticos desaparecer. Para que haya un cambio, el cuerpo tiene que aprender a vivir en la realidad presente, sin temor de aquel peligro que ya ha pasado.

Las investigaciones que intentan entender cómo los traumas nos afectan han demostrado que las personas maltratadas durante la infancia suelen tener sensaciones que no tienen una causa física. Por ejemplo, escuchan voces perturbadoras o tienen comportamientos autodestructivos o violentos. Los fragmentos no procesados ​​del trauma quedan registrados al margen de la historia. Cuando las personas traumatizadas están expuestas a estímulos relacionados con su experiencia, la

amígdala (centro del miedo) reacciona

, dando una señal de alarma. Esta activación desencadena una cascada de impulsos nerviosos que preparan el cuerpo para escapar, luchar o huir."Sólo podemos tener el mando de nuestra vida cuando somos capaces de reconocer la realidad de nuestro cuerpo, en todas sus dimensiones viscerales."-Bessel van der Kolk, MD et al-

La negación del trauma
Algunas personas niegan aquello que les sucedió, pero su cuerpo registró todo lo que vivió, incluso las amenazas. Así,

podemos aprender a ignorar los mensajes del cerebro emocional, pero el sistema de alarma del cuerpo no será interrumpido

.La negación hace que los efectos físicos del trauma sobre el organismo terminen manifestándose como una enfermedad que pide atención: fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades autoinmunes ... Los medicamentos o las drogas pueden apagar o anular las sensaciones y sentimientos insoportable. Por todo ello, es importante que el tratamiento de los traumas se realice a nivel mental, cerebral y corporal.Una adaptación trágica

Se realizaron diferentes encuestas para responder a una pregunta: ¿qué pasa con el cerebro de los sobrevivientes de traumas? ¿Cómo los traumas nos afectan? La doctora Lanius planteó la siguiente pregunta:"¿Qué hace nuestro cerebro cuando no estamos pensando en nada concreto?"

Prestamos atención a nosotros mismos, evento conocido como "la cresta de la autoconciencia".

Así, no se registra una activación en las áreas del cerebro relacionadas con la autopercepción en los pacientes con TEPT que experimentaron traumas en la infancia. Sólo se registró una actividad muy baja en la zona responsable de la orientación espacial básica. Frewen y Ruth Lanius descubrieron quecuanto más desconectadas están las personas de sus sentimientos, menos activación autoperceptiva tienen. La explicación para estos resultados es que, en respuesta al trauma, esas personas aprendieron a desconectar las áreas cerebrales que transmiten sentimientos y emociones que acompañan y definen el terror. "Usted no puede hacer lo que quiere, hasta que no sepa lo que está haciendo".

-Moshe Feldenkrais, siglo XXI-

La amenaza del "yo" Para entender mejor cómo los traumas nos afectan, vale resaltar que el sistema básico del "yo" está dividido entre el tronco cerebral y el sistema límbico, que se activa cuando la gente ve sus vidas amenazadas. La sensación de miedo es acompañada por una activación fisiológica intensa. Cuando las personas reviven el trauma, se encuentran de nuevo con esa sensación amenazadora, que paraliza o arraigada. Después del trauma, la mente y el cuerpo se activan constantemente, como si estuvieran de nuevo ante ese peligro inminente.

Las personas traumatizadas sienten que el pasado está vivo en su cuerpo, porque son bombardeadas continuamente por las señales de alarma viscerales. Muchas de ellas se sienten inseguras de forma crónica y, ante cualquier cambio sensorial, responden desconectando, con ataques de pánico, control externo (drogas, meditación, compulsiones ...). Así, la incapacidad de conectarse con el propio cuerpo de manera continua explica la ausencia de autoprotección, las dificultades de sentir placer y las altas tasas de revitalización.
"El trauma rompió su brújula interior y sacó la imaginación necesaria para generar algo mejor."

-Bessel van der Kolk, MD.-