No temo quien me ataca, sino el falso amigo que me abraza

La verdad es que los ataques por la espalda, en general, causan gran sufrimiento. El sufrimiento suele ser insoportable por el fracaso de la confianza por alguien que, en algún momento, usted habría puesto la mano en el fuego. Aunque es difícil protegernos de la hipocresía y la traición de aquellas personas que consideramos amigos, es importante tener en cuenta que aunque no todo lo que reluza es oro, todavía podemos confiar en el mundo.

CompartirLa amistad, un bien muy precioso

Como todos sabemos, la verdadera amistad es un bien escaso que se nutre de buenos sentimientos, esperanzas y expectativas.Así, quien tiene un amigo no tiene un tesoro, tiene una fortuna.

Por más terrible que parezca, las amistades también caducan (así como las relaciones). Caducan cuando dejamos de cuidarla y olvidamos los valores que la sostienen. El mal es cuando la traición y la mentira entran en el juego de los disfraces de buenas intenciones. De esta manera, el campo se inunda de hipocresía y de falsedad.

En estos momentos, podemos sentir que algo se rompe en nuestro interior y que nuestro mundo da una vuelta. Nuestros castillos se desmoronan y nos vemos con un mundo totalmente destruido.

Reconstruir la fe en la humanidad y en los sentimientos puede no ser algo muy fácil. Así, puede ser difícil, incluso, dejar que esa parte se vaya de nuestras vidas.

En ese sentido, esas amistades que nos traicionaron no honran el fin de la amistad, simplemente fueron relaciones que hasta pudieron tener momentos bonitos, pero que se transformaron en medio del camino, o tal vez, desde el principio.El perfil del falso amigo

Hay 5 perfiles posibles de falsos amigos que debemos reconocer para prevenir y evitar que influencien nuestras vidas. 1. Aquel que siempre pretende ser el mejor Tener ambiciones e inquietudes no es algo malo, pero hay personas que siempre quieren ser superiores. Se caracterizan por no alegrarse y no quedar nunca felices con nuestras conquistas. Siempre estarán mejor que nosotros y no nos escuchan, sólo quieren ser escuchados.

2. Aquel que siempre tiene problemas

Se definen incapaces de sentirse afortunados y siempre buscan incesantemente compasión y apoyo. Se quejan por todo, y la vida siempre es un drama para ellos. No importa si usted está pasando por un momento mal, terminarán consolando y, en medio de todo eso, acabaron reclamando de todo lo que está pasando con ellos. 3. El que siempre te hace sentir mal, son personas que nos hacen sentir culpables y egoístas, cada vez que mueven un dedo o se abre la boca para hablar algo. Todo lo que hagas será incorrecto, y nunca te harás sentir que estás haciendo algo correcto, a menos que quieras algo de ti. 4. Aquel que sólo quiere chisme Fofocar, hablar mal de los demás o juzgar cualquier cosa son sus mejores cualidades. Cuando usted está con ellos percibe que sólo suelen cuestionar y sólo les interesan los últimos acontecimientos de su vida, y de manera insistente. 5. Aquel que sólo busca sacar provechoHay personas que tratan de sacar provecho de todo, incluso en las situaciones más difíciles. Generalmente, la balanza se inclina a su favor y sólo van a llegar cerca de usted si tienen garantía de que van a conseguir sacar provecho de la situación.

Aunque me decepcione una o otra vez, todavía creo que hay gente buena en el mundo

Pues sí, hay gente buena.

Ni una ni cien traiciones pueden hacer creer que el mundo está lleno de oscuridad

. Además, por supuesto que no somos infalibles, y que a veces cometemos errores sin la intención de "apuñalar por la espalda" a nuestros amigos.

De hecho, no todo el mundo es mal o bueno en su totalidad, sólo que cuando nos traicionan, el actor de ese acto nos parece un terrible demonio. Sin embargo, es bueno usar esas experiencias para aprender a ver las cosas y elegir quién quiere a nuestro alrededor.

Es probable que por más armaduras que coloquemos, sigamos encontrando malas relaciones por el camino. Por eso, aunque las dudas, los temores y la falsedad sólo nos causan daños y nos envenenen, debemos esforzarnos para cultivar la franqueza, la honestidad y la lealtad. Sin armaduras y sin máscaras, sólo de manera sincera.