Puedo olvidarme de lo que me hiciste, no de lo que me hizo sentir

Dicen que sólo aquellas cosas que nos hacen vibrar y que nos provocan un escalofrío o un torbellino de sentimientos son las que recordar para siempre.Usted me marcó, usted fue algo parecido a una tormenta, que me movió por dentro y me consiguió encontrar, fue aquella persona que sabía que traía consigo los momentos más felices que nadie me había dado hasta ahora.Probablemente, ahora que el tiempo ha pasado, empiece a olvidarme. A olvidarme de quién usted era, de cómo era con usted y de cómo nos sentíamos estando juntos. Incluso, lo más lógico es que usted acabe siendo una experiencia más de la vida y un camino de aprendizaje. Sin embargo, habrá algo que quedará aquí y que llevaré siempre conmigo: el calor cuando hacía frío, el frío cuando necesitaba calor y cada toque suyo en mi corazón.

Los errores se diseminan, los escalofríos nos identificanPensar en nosotros mismos es pensar en tiempo y en espacios: ¿Qué fuimos? ¿Qué somos? ¿Qué seremos? Y parece que, como respuesta, lo único que tenemos es la memoria.

La memoria es, ante todo, una forma de olvido.Somos lo que nos acordamos y nos acordamos de lo que ha estremecido todas las partes del cuerpo, hasta las que no pueden ser vistas. El resto de los acontecimientos que nos ocurrieron o que nos ocurren se pierden y se confunden en nuestra mente de tal forma que a veces llega un momento en el que no sabemos lo que realmente sucedió: sólo tenemos la memoria de lo que sentimos en aquel momento. "Somos nuestra memoria, somos ese químico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos".

- Jorge Luis Borges-

Compartir Llega un día en que los errores

que un día cometemos o que alguien cometió con nosotros desaparecen.Nos quedamos sólo con el escalofrío, la cicatriz de lo que, hace un tiempo, nos hizo ser lo que somos ahora: ese montón de espejos rotos que nos forman y nos identifican, y también aquellas pequeñas dosis de felicidad que nos hicieron creer que estábamos vivos de verdad.

Usted es sólo una emoción del pasadoPor lo que he comentado, es evidente que no podemos desprendernos definitivamente del pasado. Esta es la razón por la cual las personas como tú, que un día fueron mi regalo y ya no son, continúan en mi vida en forma de recuerdos: las que ya no son reales o palpables, sino que se quedan en forma de emoción.Nuestras emociones

valieron la pena y valen por mí y por ti mismo, que está leyendo eso.Si ha sido capaz de revirar el estómago, no podrá olvidar la sensación que tuvo en este momento: usted, aquella persona, ya no es lo que era, es sólo esa esencia que nos tocó por dentro.Puede ser que le hayan herido, es verdad, como también lastimar a mí; pero

todo lo que duele suele haber sido acariciado antes.

Y el dolor y el llanto pasan, pero la caricia continúa, estará siempre contigo.Doy gracias por el dolor que usted me causóA veces el corazón llora tanto que parece que nunca va a olvidarse del sofoco en que se encuentra. Sin embargo, es más sabio de lo que pensamos si nos dejamos ser: el corazón es capaz de eliminar las malas memorias y superarlas,

abrazar lo bueno y soportar el pasado. "Este día me quedé pensando que algunas personas jamás nos dejan, nunca se van por completo, aunque ya no estén cerca. Su esencia queda, su voz puede ser escuchada, las oímos sonreír. Algunas personas jamás nos dejan. Son eternas. "- Ilani ribero -CompartirCuando hablo que el corazón es capaz de eliminar, no quiere decir que los recuerdos no continúen aquí; es sólo que cuando el dolor deja de doler, sabemos que la aceptamos y que aprendemos a convivir con ella.

De esta manera,llegará un momento en que daremos gracias por haber caído, ya que sólo así aprender a levantarnos y valorar más estar de pie.No sirve de nada afrontar un acontecimiento reviviendo las situaciones en nuestra cabeza una y otra vez:

la única forma de mirar el futuro es ir más allá de la sumatoria de acontecimientos, llegar a las emociones y conocer desde todas las perspectivas que la vida nos hace enfrentar.

Créditos de las imágenes: Davide Ortu, Karina Chavin, GustavoAimar