Si usted se convierte en una marioneta, no es amor

El amor, como casi todas las cosas en la vida, se aprende.

A veces aprendemos de una manera equivocada. La idea del amor romántico e ilusorio que se propaga en la actualidad es un deservicio para las relaciones personales. Los valores que se encuentran en las relaciones amorosas sanas son totalmente diferentes de los valores del amor apasionado basado en todo o nada. El amor es uno de los sentimientos más potentes que existen, y cada uno da sus propias características y algunas ideas que a menudo no son enteramente ciertas.

La gran mayoría de los problemas de relación suele venir de exigencias románticas sobre el amor y la pareja que se quedan muy distantes de la realidad. Estas ideas distorsionadas propias del amor apasionado pueden comprometer incluso parejas complementarias. Características de la manipulación

La manipulación se produce cuando una persona ejerce control sobre el comportamiento de otra persona

, transformándola en una marioneta. Para ello, utilizan técnicas de persuasión que buscan anular o condicionar las capacidades de juicio de los demás. La manipulación mental podría ser una forma particular de egoísmo. Los manipuladores suelen utilizar sus socios sin remordimientos, con un objetivo narcisista de poder, o para lograr alcanzar sus objetivos. Pueden basarse en la mentira o la seducción, incluso en la vergüenza a través de amenaza o fuerza para desestabilizar a la víctima. Las personas manipuladoras inventan situaciones para que el comportamiento de las otras personas se dirija hacia su propio beneficio. Si el manipulador es bueno, la persona manipulada no percibirá que está cayendo en su juego.

Las personas más propensas a ser manipuladas por sus respectivos socios normalmente presentan una baja autoestima, sentimientos de culpa e inferioridad. Hay otros factores que pueden influir en la manipulación, como las situaciones externas: pérdida de familiares, términos, divorcio o pérdida de empleo.

¿Te has convertido en una marioneta?Reconocer a las personas manipuladoras nos va a ahorrar muchos problemas y frustraciones en nuestra vida cotidiana.

Si su pareja detesta recibir un "no" como respuesta y cuando intenta resistir los intentos de persuasión, no responde normalmente, llegando hasta perder las estribas, es un indicio de que estamos ante una persona que no soporta la ausencia de influencia sobre nosotros.

Las personas que manipulan en una relación amorosa adoran mostrar sus puntos fuertes y sus proezas. Raramente son personas tímidas. Tienen que poner la responsabilidad en los demás cuando los resultados que obtienen no son los esperados.

Son personas que no están centradas en lo que pueden ofrecer o en cómo pueden ayudar, viven centradas en sí mismas y parecen no conocer el significado de la palabra reciprocidad. Siempre hablaron sobre ellas mismas y rara vez le preguntaron sin interés como usted está o se necesita algo. Además, percibimos que, a medida que vamos cediendo, además de no agradecer nuestras acciones, van a querer más y más. Las personas manipuladoras suelen ser sumamente inseguras. A pesar de eso, tratan de parecer ser exactamente lo opuesto de eso, utilizando actitudes egoístas y dominantes para encubrir sus miedos.

El primer paso imprescindible para solucionar una situación de manipulación es ser consciente de que estamos siendo manipulados. Percibimos que fuimos manipulados por la persona que amamos, hasta el punto de transformarnos en su marioneta, es algo que va a provocar un gran malestar emocional.

Son varias las soluciones que podemos encontrar para este tipo de problema. Una de ellas sería terminar la relación ante la imposibilidad de que el comportamiento del compañero cambie. Otra podría ser modificar la tendencia de pedidos, haciendo que el manipulador de la pareja aprenda a pedir las cosas directamente y no indirectamente, como están acostumbrados a llevarnos a su terreno sin mostrarnos sus cartas o sus verdaderos deseos.