No está insistiendo en la crítica que vamos a cambiar el otro más temprano

Es un monstruo que se alimenta de la frustración y se vuelve cada vez mayor con el rencor y la rabia. Tiene la intención de cambiar todo, pero su único propósito real es descargar tensión y destruir al otro. En muchas ocasiones usamos la censura o las indirectas para reclamar de algo que no nos gusta sobre la otra persona y esperamos que, de esa forma, ella cambie su manera de actuar. Sin embargo, ese tipo de críticas no incentiva el cambio, sino que descalifica a la otra persona, haciendo que se sienta culpable e impotente.

Quien recibe la crítica se siente atacado y su reacción inmediata suele ser la defensa, rabia o culpa. Como el viento que va desgastando la piedra poco a poco, las críticas van desgastando la relación entre dos personas de manera discreta, pero continua.

La frustración de quien critica Dicen que los ojos son el espejo del alma, sin embargo, en muchos de los casos, lo que realmente refleja como nosotros no son los ojos, sino nuestras palabras. Las censuras delatan el estado de rabia, frustración, falta de habilidades de comunicación y gestión del otro.

Su función es una mezcla de descarga emocional y manipulación del otro. Quien lo realiza lanza duras palabras con la intención de que la otra persona cambie de idea y haga lo que quien critica desea. Sin embargo, estos mensajes generalmente producen poco cambio.

Sus causas pueden ser variadas, desde pequeñas acciones insignificantes hasta censuras sobre aspectos importantes en la relación. Cuando ocurren de forma aislada, no suelen implicar grandes dificultades; el problema surge cuando se convierten en un hábito, no una excepción.

Las críticas tienen forma de espada, porque son largas y afiladas A veces son pequeñas, sutiles, pero constantes, como la tortura de la gota de agua que cae sobre la cabeza del otro día tras día hasta causar heridas graves. Otras veces las críticas son limitadas y puntuales, pero bruscas e intensas, y causan daños que demoran mucho tiempo para ser reparados.

Las censuras son a menudo estereotipadas, emocionalmente cargadas, y se repiten a lo largo del tiempo

. Normalmente hacen referencia a aspectos del pasado o acciones habituales del otro, y enfocan a la persona en vez de en el hecho.

Las censuras son ataques y, en muchas ocasiones, vienen acompañadas de palabras duras.

En sus formas más extremas pueden ridiculizar, insultar o amenazar a otra persona, haciéndola sentir impotente, triste, culpable, poco valorada o insegura.Desgaste pero no cambia

Normalmente el efecto producido es lo contrario: cuanto más se reclama y se critica sobre algo, es menos probable que el otro cambie. Esto aleja a las personas unas de otras, haciendo que el cambio y la comunicación sean cada vez más complicados.

Las críticas y los problemas de comunicación son a menudo uno de los principales factores que conduce al final de la relación entre dos personas. Las censuras actúan como una barrera e impiden que la relación fluya adecuadamente.

Hay formas de comunicación menos perjudiciales que la crítica Si lo que sucede con usted es que las emociones te sofocan,puedes usar el otro como un apoyo, y no como una bolsa de golpes.

Incluso si son aspectos del otro que te causan esa frustración, puedes contar con él, decirle con toda calma y sin censuras como te sientes, lo que te molesta y que te gustaría que sucediera en el futuro.

Transforme la censura solicitada.

No es lo mismo decir:"Usted está siempre ocupado, parece que cada día le importa menos conmigo"de lo que

"Siento que últimamente no pasamos tiempo juntos, te extraño, ¿crees que podríamos hacer algo juntos esta semana?" Algunas técnicas para transformar sus críticas en mensajes menos perjudiciales son las siguientes: Los sentimientos son suyos independientemente de quién los produce en ti. No culpe al otro por lo que usted está experimentando y asuma sus emociones como propias. Cambie el

"Usted me irrita"

  • por el "Cuando usted lo hace por lo general se pone nervioso". Concentra en el presente o en el futuro en lugar del pasado. Es más adecuado actuar sobre el ahora, ya que éste deja posibilidad de actuación mientras el pasado nos aprisiona en una jaula de la que no podemos escapar. Es más apropiado decir: "La próxima vez quisiera que usted hiciera eso" en vez de "Usted nunca me da bola".
  • Sea concreto en lugar de generalizar. Una persona no puede cambiar lo que es, sino lo que hace. Concentrarse en las acciones concretas en vez de en la forma de ser del otro ayudará a solucionar mejor el problema. Pruebe uno: "Hoy usted está molesto, está pasando algo?" , en vez de un
  • "Usted es un murmullo, está siempre de mal humor". Utilice el por favor, gracias y excusa sin ironías. Las palabras y el tono adecuado pueden evitar múltiples discusiones. En la virtud de pedir está la virtud de no darExpresarse adecuadamente no significa que el otro tiene que concordar. Es posible que incluso con una buena comunicación todavía existan aspectos en los que no estén de acuerdo o que le gustaría que el otro cambiar. Sin embargo, a veces el encuentro no siempre es posible.
  • Es mucho más simple el diálogo y el cambio a partir de la proximidad y del apoyo que de la distancia y del dolor. Aunque a veces dos personas no pueden concordar, es siempre más reconfortante transformar al otro en su aliado, en vez de su enemigo.