Aprender a vivir junto

Cuando una pareja decide vivir junto, esta decisión se toma en base al amor existente y en toda expectativa positiva creada en torno a este cambio. Sin embargo, a menudo no se tienen en cuenta las dificultades que se plantean en esta resolución.

Tenemos que aprender a dejar de lado nuestras pequeñas y grandes manías para poder compartir nuestro espacio y nuestro tiempo, de forma libre, con otra persona.

Cada uno de nosotros tiene suspreferencias a la hora de hacer las cosas, y no nos referimos a las grandes cosas, sino a las pequeñas cosas. En cuanto a las cosas grandes, en general, acabamos entrando en un acuerdo.

Los problemas suelen surgir en las cosas más insignificantes, en las que, por no ser tan importantes, no solemos reparar. Debido a su importancia reducida, no nos preocupamos en establecer algún tipo de acuerdo sobre cómo resolverlas. Sin embargo, al mismo tiempo que pueden molestar a una persona, la otra puede no dar la mínima importancia. Esto se va acumulando e irritándonos de forma progresiva, hasta que finalmente estallar.No se establece un acuerdo sobre estas cosas; no son discutidas y, tal vez por este motivo, causan tantos problemas entre las parejas jóvenes y los ya no tan nuevos ...

Aprender a vivir juntos

Defendemos el diálogo como una de las mejores herramientas para aprender a vivir juntos.

Sería muy interesante si dijéramos al otro con cariño lo que nos molesta antes de que se sienta agredido por la situación, si explicáramos lo que queremos y si fuéramos capaces de escuchar lo que el otro piensa y propone; sólo así podremos llegar a un entendimiento. Pensemos que, muchas veces, el otro hace cosas que nos incomodan porque él (a) no da la mínima importancia a ellas. Si somos capaces de explicar cuáles son nuestras necesidades - repetimos, con cariño -, seguramente encontraremos una buena solución para ambos. Para convivir, se debe aceptar esta invasión de nuestra intimidad

, de nuestro espacio; se debe aprender a crear un espacio nuevo, un espacio compartido.Coloquemos en común nuestros deseos, nuestro proyecto de futuro. Es un hecho que el amor todo puede y lo consideramos una especie de "cola universal" debido a su capacidad de unir lo que se rompe, pero seamos conscientes de que las rupturas, por menores que sean, dejan su marca. Mejor evitar hacernos daño, pues la vida ya se encargará de colocarnos en situaciones de mayor dificultad a lo largo del tiempo. Si conseguimos administrar estas situaciones, estaremos más preparados para enfrentar otros contratiempos.

Sentar, conversar, escuchar, planificar y tratar todo con amor hará la vida mucho más simple.