Marilyn Monroe: un retrato psicológico de una muñeca quebrada

De una muerte trágica, nació un mito. Hablaron todo lo que podían de ella, especialmente teniendo en cuenta que en la época de Marilyn los medios de comunicación no invadían la privacidad de las personalidades de Hollywood como lo hacen hoy en día.

De la prisión en la fábrica para la prisión de Hollywood

Célebre por su apariencia en una época en que las mujeres que se despidan con facilidad y las que aparecían en las pantallas no solían coincidir,apareció en los estudios de Hollywood para huir de la vida de obrera donde trabajaba, porque estaba claro que su vocación era ser actriz y modelo.

Con un pasado marcado por abusos sexuales sufridos durante la adolescencia y al mismo tiempo con un histórico genético de trastornos mentales -los ambos abuelos maternos y su propia madre-, la vida de Marilyn Monroe manifestaba un cuadro psicológico ideal para el desarrollo de todos los tipos de trastornos afectivos. Una de las características más interesantes de su personalidad adulta, especialmente en sus últimos años de vida, fue su deseo de estar rodeada de personas inteligentes y cultas artísticamente, autoridades que ella reconocía como las figuras paternas que nunca tuvo.

Entre esas personalidades cabe destacar al dramaturgo Arthur Miller por el hecho de haber sido la persona que pasó más tiempo a su lado y quien la influenció a comenzar a escribir poesía y leer novelas. Aunque existan informaciones sobre su cultura y nivel intelectual, difundidas a través de imágenes como la fotografía en la que ella se muestra muy interesada en la novela "Ulises" de James Joyce, Arthur Miller afirmaría posteriormente que jamás la vio terminar un libro.Claro que no podemos despreciar su inteligencia, aún menos ahora que la teoría de las inteligencias múltiples ha comprobado la existencia de diferentes tipos de inteligencia.

Trastorno de Personalidad Histriónica o como ser Marilyn Monroe

La medida en que se fueron profundizando en sus memorias, en los relatos de personas que la conocían, en las biografías de todo tipo y en los estudios realizados por estudiantes y psicólogos, principalmente del psiquiatra de Marilyn , Ralph Greeson, el panorama psicológico de la actriz comenzó a ser desvelado. Hoy se sabe que ella padecía de trastorno de personalidad histriónica (TPH), un desorden emocional que tiene características que se casan con el estilo de la seductora Marilyn.

Este trastorno tiene como característica

una preocupación excesiva con la apariencia física, sensibilidad excesiva para lidiar con la desaprobación

y la exuberancia en sus demostraciones de sexualidad.

Los síntomas se manifiestan hasta el punto donde la persona es incapaz de mantener una conversación con alguien del sexo opuesto sin que exista el papel del predador-presa y la baja tolerancia a la frustración.Una necesidad enferma de tener sus deseos atendidos constantemente, independientemente de los medios

que tengan que ser utilizados para su fin, causando posteriormente depresión y ansiedad debido al hecho de que lo que conseguía (ser deseada por su apariencia física) no correspondía con el " que quería de sí misma (ser deseada por su personalidad). Ese estado se potenciaría en la década de 1950 cuando su matrimonio en que se produjo con Arthur Miller hizo que se revelara la realidad de una mujer que se valía de la promiscuidad para huir de sí misma para ser admirada y para obtener la reverencia que no alcanzaba sin llamar la atención, utilizando para ello un arsenal que iba contra sus propios valores. Desde el principio quise llamar la atención para que la tomasen en serio y, sin duda, para eso se valió de su apariencia, consiguiendo así que grandes hombres cultos se pusieran a sus pies. Sin embargo, cuando ella tomaba conciencia de que su apariencia hacía que no la vieran como Norma Jean Mortenson, sino como el mito sexual que era Marilyn Monroe, ella recurría a nuevas conquistas e infidelidades para llenar un vacío al que sólo colocaría con una sobredosis de barbitúricos.

Curiosamente ella siempre quiso ser recordada como una gran actriz, pero nunca alcanzó ese hecho, a pesar de haber logrado en sus últimos años un cierto reconocimiento por su trabajo.

Su legado de mayor importancia fue un estereotipo , un "cliché social" que duró décadas, y del que aún no estamos libres. La imagen de rubia y tonta que ella misma logró que le atribuyeran jamás le hará justicia, pero, obviamente, mucho menos la imagen de superdotada que actualmente quieren atribuirle.

Marilyn Monroe fue una mujer que sufría de graves carencias emocionales y que tenía pocos recursos para huir de sus fantasmas del pasado. Murió precozmente siendo una actriz a tiempo completo que vivió para los focos y para las miradas ajenas, mostrando su mejor sonrisa y aceptando las reglas del juego.

Todo esto mientras que una Norma Jean Mortenson, que a su vez no se permitió - ni se permitió - madurar emocionalmente, soñaba con que cayera, de una vez por todas, la cortina y comenzara la vida.