Jamás abra la mano de su derecho de pensar

Ha llegado el momento de mi reflexión, abran alas que quiero pasar! Me quedo aquí con mis botones y tú me respondes con tus acciones ...

¿Te llamas libre?

¿Sabes lo que puedes ganar con esa intermitencia, o con su inmediato acto de pensar? Usted puede ganar simpatías o antipatías, dependiendo de su grado de madurez y evolución ...

Se puede también recibir gratitud

Pero lo más importante, no es el hecho de recibir calificaciones medidas por nuestros actos, sino de ser honestos con nosotros mismos .

Pensar no cuesta nada, pero el valor de ese acto puede ser bastante significativo

Todos nosotros poseemos alas, y saber hacer de ellas un significativo trampolín nos llevará a ganar pases libres ya estar en el gran escenario, pudiendo ser protagonistas de nuestras historias y de nuestras más lúcidas voluntades.

Es un hecho que el pensar requiere amplias dosis de responsabilidades, y hacer esto con conciencia nos hará aptos para convivir en sociedad. Es sabido que no podemos simplemente vomitar verdades y escancarlas a los cuatro soles oa los cuatro vientos, necesitamos adquirir ese derecho sin interferir negativamente en la vida de terceros. Todo esto nos hará más sabios, más conscientes y más prudentes.

Estamos bombardeados diariamente en las pantallas de la televisión, con propagandas que intentan transmitir a nosotros valores que son diferentes de los cuales a menudo recibimos en la educación en nuestros hogares.

Los medios no están preocupados por las consecuencias nefastas que causará en los alrededores de nuestras convivencia más sagrada, distorsionando valores que aprendemos con la gente más cara a nosotros.Están tratando de hurtarnos de algo muy valioso que con mucha ventura nos abriría innumerables caminos, para un simple acto revolucionario que es cuestionar las adversidades vivenciadas ...

Todo eso puede ponernos frente a frente con nuestro reflejo, que tiene por tarea principal a nuestra liberación.

Debemos aprender a simplemente no aceptar gratuitamente lo que tratan de ponernos la garganta abajo, por el simple hecho de que debemos ser el ancla que nos hará ver paulatinamente cuál dirección debemos seguramente seguir como norte.

Si te dicen que es hermoso estrangularmos nuestra esencia, cuestiona; si te dicen que debemos pensar todos de forma muy parecida, pregunta.Si te invitan a ser igual, insista en primar por ser, de alguna forma, diferente

Cueste su educación, cuestione las reglas de nuestra sociedad

, cuestione simplemente el acto de poder meditar sobre las problematizaciones evidenciadas de lo que sucede cuando conectamos la televisión , o cuando vamos a la panadería y oímos chismes que nada nos añaden.

Pregunte a los dictados de la moda, busque, busque, busque y entienda que detrás de acciones simplistas pueden estar escondidos trámites oscuros.

Nada es tan simple como parece,detrás de cada acción debe existir una reflexión,

que puede ocultar una problematización. Investigue todo, sea un cerebro pensante

, sea un cerebro capaz de hacer una limonada, aunque los limones sean los más azedos. Tal vez sea eso lo que su cuerpo esté repentinamente pidiendo. No acepte las cosas listas, sepa que detrás de cada gama de participación existe una historia que puede ser desvelada, si su deseo es fundamentalmente el acto de descubrir los porqués de todas las situaciones ...Vaya, siga recto en busca de respuestas

, ellas serán una guía para posibles preguntas que ni siquiera se han hecho. El gran enigma que esconde verdades tácitas puede ser la brújula que apuntará la dirección, cuando todo para ti parezca ser el obvio.

Velas necesitan ser encendidas, la luz de su conciencia necesita emerger segura en los puertos seguros que existen en su caos ...Se levanta brotando de aguas profundas, incluso cuando todos piensan que su destino es el de permanecer muerto, navegando sin oxígeno por los años que siguió hasta entonces.

Su fuerza de voluntad debe tener la medida exacta

para no ser como un barquito de papel conducido por el viento.

Es necesario tomar los remos y decidir a qué dirección debemos seguir, aunque apunten en nuestro camino terribles tempestades, es preciso no acobardarnos. El río de la vida es sabio, su conducción es sereno, y nos pide sólo que observamos la conducta natural de la naturaleza, para que seguramente optemos por seguir un camino lúcido, próspero, donde la luz que habita en nuestro interior pueda encontrarse, con la luz de la sabiduría de la vida. Nosotros, muchas veces ciegos, nos engañamos a nosotros mismos con miedo de que esa supuesta luz pueda ceñir la visión, impidiéndonos ver que lo que tenemos en nuestro interior es un tesoro sagrado y profundo que debemos filtrar hasta que el diamante en nosotros sea seguramente lapidado.Guardemos nuestros tesoros y nuestros valores, sin que para eso nos hurtemos de demostrar al mundo que lo que guardamos será la clave que un día iluminará el amanecer, y que esa será la pieza clave fundamental para que jamás desistamos de nuestro derecho de pensar libremente por las vías profundas de esa vida tan efímera, pero tan llena de significados en toda su particularidad.