En las márgenes del río de la vida, senté y lloré

Llorar no es sinónimo de debilidad. Yo diría hasta que llorar es la mayor prueba de que eres fuerte, porque sólo las personas emocionalmente fuertes tienen el valor de admitir cuando están tristes. El llanto es una confesión de que una vez u otra alcanzamos nuestro límite, a veces quedamos inertes.

Cuando nos sentimos tristes, usamos las lágrimas para expresarnos, y durante ese proceso el cuerpo libera sustancias que actúan como un calmante natural, amenizando el dolor que estamos sintiendo a través de la liberación de hormonas llamadas opiáceos y oxitocina.

Funcionan como anestesias naturales, que nos proporcionan tranquilidad y, en cierto modo, un poco de relajación.

Entonces llore siempre que sienta ganas de llorar

Es necesario sentir el dolor y entenderla para, consecuentemente, supera allí. Hay muchos conceptos equivocados sobre hombres que lloran, sobre personas que lloran con facilidad, por lo que es necesario informarse antes de apuntar el dedo y juzgar.

Usted no es una máquina para estar feliz siempre, y cuando el dolor apriete sea gentil consigo mismo, comprenda y acepte sus fragilidades, no hay motivos para castigar, después de todo somos todos seres humanos, lejos de alcanzar la perfección."Hay que llorar para inmortalizar la risa en el libro, en la estrofa, en la oración, en la palabra."

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