Nuestro niño interior herida

Seguro que has escuchado o incluso has hablado de un niño interior que llevamos guardado cerca del corazón. También sabemos que hay que darles vida para que sean felices. Sin embargo, tendemos a no dedicar mucho tiempo a ese niño, incluso si fue herida. Una herida que en algunas ocasiones todavía nos afecta ...

¿Qué pasó para que el niño dentro de usted se lastimó? ¿En qué momento de la vida usted produjo esa "ruptura" que lo marcó para siempre? Y sobre todo, ¿es posible tratar las heridas y curarlas de manera permanente?

El acontecimiento catalizador de nuestro niño interior

¿Qué sucede cuando ese niño interior sufre o es herido en algún momento de la infancia y que afecta a nuestras acciones como hombres y mujeres "de pleno derecho"? Muchas son las teorías que tratan de explicar esta situación, una de ellas es la que se denominó "evento catalizador".

El "acontecimiento catalizador" es un hecho que nos marcó a hierro y fuego, como se dice popularmente, y que forjó nuestra personalidad. Básicamente sucede así: desde que nacimos vivimos en lo que se conoce como "continuidad cómoda", que permite nuestra supervivencia y da todo lo que necesitamos (alimentos, cariño, refugio, etc.). Sin embargo, un día algo nos cambia para siempre y nos arranca la puntapiés de esa "continuidad cómoda". En la mayoría de los casos

este evento está asociado a una emoción muy dolorosa como la muerte, el miedo, la separación , la desgracia, etc. Pero también algo exterior que puede parecer insignificante a primera vista como una palabra, una actitud o una decisión.¿Cuáles heridas su niño interior lleva?

Un padre distante, una madre perfeccionista, un abuelo autoritario, una familia deshecha.

El niño interior puede ser herido por lo que marcó su infancia. Carga los traumas del pasado y los transforma en patrones o hábitos que marcan la vida adulta. Para poder tener una buena salud emocional es necesario ayudar a nuestro niño interior a curar sus heridas

. Sí, cada una de ellas y con total dedicación y responsabilidad. No se trata de aplicar un curativo donde se necesita una cirugía, ni de minimizar un síntoma recurrente.¿Puedo curar a mi niño interior?

Para empezar con el "tratamiento" es importante que estemos conscientes de que estamos ante un niño herido y que debemos crear un lazo de amistad para que ella pueda confiar en nosotros.

Una película que viene a la mente para ejemplificar la situación es "Jack", protagonizada por Robin Williams, que se coloca en la piel de un niño que envejece cuatro veces más rápido de lo normal. En un determinado momento de la película, Jack se esconde en uno de los juguetes del parque de la escuela. Su profesora (interpretada por Jennifer López) trata de sacarlo de allí. Para conseguirlo, ella lleva unos dulces, pero sólo los de color rojo, que son los preferidos de él. De esta manera el "niño" comienza a confiar en ella, hasta el punto de dejar su escondite y dar una oportunidad de tratar aquello que lo deja mal. Debemos hacer algo similar con nuestro niño interior que está herido.

Para que ella confíe en el adulto en que nos convertimos debemos ofrecerle lo que necesita

. Nunca con gritos, rabia o amenazas ... porque de esa forma no conseguiremos nada más que aumentar la herida. Si, por ejemplo, la herida fue causada porque sus padres no eran cariñosos con usted, trate a su niño interior con todo el amor del mundo. Si es por haber sido ignorado, muestre que usted es más importante, dé tiempo y le asigne prioridad. Poco a poco el niño saldrá de su escondite y confiará en usted ... no pierda esa oportunidad!Habla con paciencia, dile que te sientes mucho por tu sufrimiento y sobre todo que quieres ayudar.

Pregunte cómo está, de qué manera usted puede hacerle feliz y si está dispuesto a hacer el esfuerzo para que ambos alcancen su objetivo.

Proponga diferentes actividades como salir a una caminata, ir a la playa o ver una película. Trate de integrarle otra vez su vida, que ella tenga la oportunidad de disfrutar de todo lo que usted construyó a pesar de todas las dificultades

por las que pasó. Se trata de volver a dar su opinión, voto en sus decisiones y, especialmente, se trata de dejar que ella se divierte. Y tú con ella.