Atracción física no basta, tiene que haber atracción mental

Algunas personas nos atraen, de primera, sólo por la apariencia, sin siquiera saber explicar el por qué derecho. Es la llamada atracción física, que muchas veces acerca a las personas, de inicio, para aventuras iniciales. Sin embargo, si el físico no nos revela una esencia interesante, la relación no dura, no se sostiene.

Aunque hoy las apariencias y superficialidades son sobrevalorizadas, en medio de la rapidez que permea a todos los sectores de nuestras vidas, transformándonos en robots conectados en el modo automático, la mayoría de las veces insensibles, no existe relación capaz de sobrevivir solamente pautado sobre la " materialidad. Si sobrevive, será a pedazos, desconexión, inverídico. Vivir no es fácil, aún más con las dificultades que crecen cada día. Sin que tengamos a alguien que nos reciba con verdad y transparencia al final del día, todo empeorará. Los pesos de afuera se acumular a los que nos aguardan en el hogar, donde el amor no estará.

O nos quedamos con nuestra propia compañía, o con alguien que nos sea recíproco, porque, al menos en nuestro tiempo libre, tendremos que distanciarnos de lo que es falso, vacío e irreal. El amor es mucho más que atracción físicaConvivir con alguien requiere entrega, compartir, sinceridad, lo que no se sostiene bajo apariencias y frivolidades.

La atracción física puede incluso servir para el acercamiento, pero lo que hace que el amor dura es exactamente lo que no se ve, lo que es de dentro, íntimo y personal. Sólo quien se desnuda más allá del cuerpo es capaz de entregarse y de recibir sentimientos verdaderos. La superficialidad es como un muro que barra lo que viene de dentro. El cuerpo envejece, la piel se arruga, los cabellos se quedan blancos, la fuerza física se desvanece poco a poco, sin embargo, sentimientos verdaderos y recíprocos permanecen encendidos y renovados cada amanecer. Al final de nuestras vidas el sexo ya no hará diferencia alguna, sino las conversaciones entre nosotros y la persona amada. Y así es como el amor se queda. Y es así que el para siempre no acaba.