Pote de la calma: una técnica para tranquilizar a los niños

¿Su hijo tiene ataques de rabia? ¿Tiende a sufrir de ansiedad? A veces los padres o los tutores de los niños se sienten sobrecargados porque desconocen las herramientas adecuadas para lidiar con algunas situaciones, como los ataques de rabia. Por eso, hoy vamos a presentar una técnica muy adecuada para esos casos: el pote de la calma.

El bote de la calma es una técnica creada por María Montessori, una pedagogía y educadora, que también dedicó su atención y sus esfuerzos a otros intereses. Su principal objetivo fue crear un método que facilitase el aprendizaje de los niños de manera divertida. Para alcanzar ese objetivo, ella se enfocó en diferentes actividades que ayudar a los niños a relacionarse con sus emociones. Actualmente, en las escuelas, no se realiza ningún ejercicio orientado a educar a los niños para que ellos sepan tratar adecuadamente con sus emociones.

CompartirEl pote de la calma, una técnica que también funciona para los padres

El pote de la calma que María Montessori creó no es válido solamente para los niños. Los padres y todos los adultos también pueden obtener beneficios con esta técnica. Para nosotros es muy difícil tratar, absorber, entender y expresar nuestras emociones de manera adecuada. Por eso, sería extremadamente beneficioso que todos nosotros pusiéramos esta técnica en práctica.

El pote de la calma es un recipiente transparente, puede ser de vidrio o de plástico, dentro del cual se coloca glitter, agua, cola y tinta. Mejor aún es

dejar a niño escoger el color del brillo y permitir que ella misma haga su propio bote de la calma. Si los padres se dedican a esta idea tan divertida junto a sus hijos, rápidamente se dar cuenta de que también quedarán encantados.

Al agitar el bote, el brillo se mueve de una manera que hipnotiza y, al mismo tiempo, calma. Prende nuestra atención de tal manera que nos hace olvidar todo, deja nuestra mente "en blanco". El bote de la calma es eficiente tanto para niños como para adolescentes y adultos. Sin embargo, también necesitamos hablar sobre el motivo que nos lleva a utilizar esta técnica.

CompartirEl objetivo es que los niños utilicen el pote de la calma cuando estén enojados. Los colores y el brillo van a hacer que se calmen, con que se olviden por un momento de lo que provocó la rabia para que puedan hablar posteriormente de lo sucedido sin problemas.

Esta técnica no es una nueva forma de castigo

Tal vez muchos padres piensan que esta técnica es una nueva forma de castigo, como cuando los niños hacen algo mal y la dejamos de espaldas a la pared. Sin embargo, este no es el objetivo de esta técnica. Después de usar el pote de la calma, la cosa no para allá.

Es necesario conversar y ayudar a los niños a expresar lo que han sentido. ¿Cuál fue el motivo de la rabia? ¿Qué hizo que se sintiera tan brava? Cuando estamos con las emociones a la flor de la piel, no podemos pensar claramente. Sin embargo, tan pronto como nos calmamos, podemos ver la situación que nos ha dejado nerviosos desde una perspectiva más tranquila y menos radical. Así, nos daremos cuenta de que, tal vez, nuestra reacción ha sido exagerada.

Esto es lo que deseamos que los niños consigan comprender al usar el bote de calma. Gracias a esta técnica que debe aplicarse lo antes posible en la vida de los pequeños, ellos serán capaces de manejar las emociones adecuadamente. No van a actuar de manera impulsiva.

Van a aprender a dar un tiempo para calmarse y luego analizar con más claridad lo que sucedió. El secreto está en el tiempo que los padres dedican a sus hijos

: es necesario que haya tiempo suficiente para que los pequeños puedan interiorizar y aprender esa técnica adecuadamente. Sentarse con ellos, orientar durante el proceso de observación del bote de calma y, posteriormente, ayudar a los pequeños a expresar sus emociones son cosas muy importantes.Muchas veces los niños no saben el tipo de emoción que están sintiendo, por qué las sienten, cuál es su nombre y cuál es el objetivo de esos sentimientos. Es responsabilidad de los padres enseñar a descubrir todo esto y orientar a los niños para que aprendan a expresar sus emociones.

CompartirLa verdad es que muchos adultos también tienen problemas para identificar y expresar sus emociones. Por eso, esta técnica puede ser de gran ayuda tanto para los padres y para los hijos. Un aprendizaje mutuo del cual todo el mundo puede beneficiarse y que va a permitir que tanto los pequeños como los grandes crezcan y mejoren sus mundos emocionales.