Recordar los finales no nos deja imaginar cómo sería comenzar

"No entiendo cómo esto pudo suceder. No puedo creer que fui en aquel lugar. ¿Cómo es posible que acabara si siento que eso era lo que me daba vida? "Estos podrían ser algunos de sus pensamientos ahora mismo:los finales tampoco te dejan imaginar un nuevo comienzo.

Además, si usted tiene ideas similares en su cabeza en estos momentos, es precisamente porque todavía vive en días pasados ​​y no fue capaz de superarlos. Una historia que acabó, pero que continúa abierta para usted, o una ciudad cuyas vivencias ya se han agotado, pero usted no se atreve a aceptar eso.

Sin embargo, los finales no son más que la prueba palpable de una experiencia que se queda con una parte de nosotros.Significa un adiós, eso no se puede negar; pero también que vivimos algo que nadie nunca podrá robar de nosotros, porque es algo que nos pertenece.Los finales también son comienzos

Ahora mismo usted vive dentro de una confusión agitada, en una contradicción entre la realidad que te asombra y la que te gustaría que fuera realidad. Es totalmente natural y usted no tiene que avergonzarse:

todos nosotros ya sentimos alguna vez que lo que deseábamos que quedase acababa resbalando de nuestras manos. "Es extraño que una historia comience por el final, pero todos los finales son también comienzos, lo que pasa es que no lo sabemos a la hora. Sin embargo, cuando los finales golpean a la puerta y pasan un tiempo en la confusión absoluta, es hora de medir las fuerzas. Esto nos ayudará a poner los pies en el suelo para empezar a reparar lo que está roto y recomenzar.Si tenemos un final, ¿por qué no empezar algo por ahí? Se trata de sacar los aspectos positivos que recibimos a través de lo que ya no puede continuar.

No es cuestión de comenzar su vida de cero, sino de una historia con la madurez adquirida a partir de la experiencia anterior.Después de un punto final, siempre hay una letra mayúscula Las reticencias que camuflan puntos finales no son saludables para nadie

, sin excepciones. Si hay algo que no puede continuar como está o si ya ha llegado la hora de hacer las maletas e irse, no es beneficioso continuar haciendo daño al negar eso.

Hay nuevas historias para imaginar y que están a nuestra espera. Además, son historias que deben comenzar con una letra mayúscula. De ahí vamos a conseguir vernos reflejados en un espejo que nos recuerda que, aunque nos hemos perdido mucho, podemos volver a encontrarnos.Decía Julio Cortázar que nada está perdido si tenemos el coraje de proclamar que todo está perdido. Por eso, rendirse no puede ser una opción cuando estamos a punto de dar el paso más difícil para cerrar las puertas de casas en las que ya no podemos hospedarnos.

"No continúe mirando apenas al final de las calles antiguas

que los principios suelen estar donde usted los deja."

-Maldita Nerea- Extrañar es empezar a entender

Será difícil, extraño, y usted necesitará el máximo de coraje que pueda unirse, pero lo conseguirá.

En el momento en que usted comienza a tener conciencia y sentirse extraño, el reflejo de las nuevas oportunidades surgirá ante usted.

A poco vas a entender, y sólo cuando hayamos aprendido en totalidad lo que sucedió, la paz llegará. Finalizar, aceptar y pasar por un proceso de recuperación de las heridas nos trae bienestar y, al mismo tiempo, mejora nuestra relación con los demás."Estar en paz consigo mismo es el medio más seguro de empezar a estar en paz con los demás."

-Fray Luis de León-

Teniendo esto cuenta,

¿podemos recordar nuestros finales? Es claro que si; pero no podemos seguir viviendo en ellos.Ellos ya no son su realidad, son sólo recuerdos, y los recuerdos sirven para ser filtrados y guardados. Vamos a imaginar nuestros comienzos, vamos a buscar la forma de estar en el "hoy" y potenciar lo que él nos ofrece.