Química sexual: olor y sensibilidad

La química sexual es más que una manera de hablar de la atracción. La sutileza de ciertas claves químicas ayuda a determinar por quién nos apasionamos. La mala noticia es que nuestro estilo de vida puede estar perjudicando nuestra atracción sexual natural. Los psicólogos Rachel Herz y Estelle Campenni estaban conversando, intercambiando historias sobre su vida mientras tomaban un café, cuando Herz confesó algo inesperado: ella fue la prueba viva de un amor a primer olor. "Sabía que me iba a casar con mi marido en el momento en que sentí su olor", dijo Herz.

"Su olor hizo que me sentía segura y al mismo tiempo activa, y estoy hablando de su olor corporal real, no colonia o jabón. Nunca me había sentido así con el olor de un hombre. Estamos casados ​​desde hace ocho años y tenemos tres hijos, y su olor es siempre muy sexy para mí.

Las parejas siempre atestiguan cómo el olor afecta sus relaciones."Una de las cosas más comunes que las mujeres dicen a los consejeros matrimoniales es: no soporto su olor

" , dice Herz. La atracción sexual sigue siendo uno de los mayores misterios de la vida.Algunos investigadores creen que el olor podría ser la constante cosmológica oculta en el universo sexual, elfactor

que falta para explicar por qué elegimos a nuestro compañero. Puede incluso explicar por qué sentimos "química", "chispas" o "electricidad" con una persona y no con otra. Así, la propia atracción física podría estar basada en el olfato. Muchas veces descartamos la importancia de la comunicación a través del olor, porque funciona a un nivel muy sutil. "Esto no es algo que se note, como el olor de una buena carne de barbacoa", dice Randy Thornhill, psicólogo evolucionista de la Universidad de Nuevo México. "Pero la capacidad del olor está ahí y no es sorprendente encontrar el poder del olor en el contexto del comportamiento sexual"

Como resultado, podemos ser atraídos por cualquier desconocido en una situación cotidiana, pero no tener ni idea del por qué, o al contrario , nos sentimos decepcionados en un encuentro con alguien que parecía prometer pero no nos sentimos atraídos por esa persona, a pesar de todo parecer perfecto. Aunque podamos permanecer parcialmente ajenos a las señales olfativas que estamos enviando y recibiendo, una nueva investigación sugiere que no sólo estamos preparados para elegir un socio cuyo olor es agradable, pero esta decisión tiene profundas implicaciones biológicas. En los complejos rituales de apareamiento, muchos de ellos profundamente instalados en nuestro cerebro, las señales a base de perfumes nos ayudan a concentrarnos en las cualidades positivas del otro.A primera vista, la idea de la atracción basada en el olor puede parecer hipotética y efímera , pero cuando, inconscientemente, interfiere en la transmisión de los mensajes olfativos sutiles que operan por debajo del nivel de la conciencia, los resultados pueden ser concretos y devastadores al mismo tiempo tiempo.

Cuando dejamos de lado lo que nuestras narices nos dicen, podemos encontrarnos sumergidos en las asociaciones que alimentan el descontento sexual y la infertilidad, entre otros.