La isla de los gatos

Todos sabemos que los gatos tienen un aire misterioso, siendo como pequeñas divinidades que les gusta ser admiradas y bien cuidadas. Puede ser que usted tenga algún ejemplar en su casa, aquel compañero fiel que habita tranquilamente su sofá, esperando el nacimiento del sol, haciendo compañía a usted y buscando siempre estar cerca de usted para aliviar sus preocupaciones ... de su manera.

En Japón, la admiración por los felinos alcanza un nivel superior. Las creencias tradicionales japonesas consideran a los felinos como animales que atraen la buena suerte. Se respetan, queridos y admirados ... por lo que suena extraño que haya una isla entera dedicada exclusivamente a adorarlos.

Símbolos de buena suerte

De hecho, los gatos son la representación de la buena suerte, de la felicidad y de la abundancia. Para los japoneses, son seres verdaderamente especiales. Un ejemplo de ello es que cada vez se están desarrollando espacios dedicados a ellos en las grandes ciudades. Centros de cuidado y ocio, donde las personas pueden ir cuando desean pasar un instante con los admirados gatos. Los japoneses suelen tener jornadas de trabajo muy intensas, su vida está muy orientada al trabajo, y sus hogares son espacios muy pequeños para tener una mascota y cuidar de él como es necesario. Estos centros surgen como un instante de relajación personal.

Un instante para acariciar, jugar y alimentar a los pequeños felinos. Parece algo triste, sin dudas, pero cada sociedad estructura su vida de una forma, y ​​es común que siempre exista algún tipo de carencia, de necesidad. Acariciar a un gato, sentirse cerca de ellos, puede ser, para los japoneses, un instante por el que vale la pena pagar para olvidar sus preocupaciones. Tashiro, la isla de los gatos

Tashirojima es una pequeña isla de Miyagi, Japón. En ella viven 100 personas que tratan, cuidan y atienden a los gatos como si fueran verdaderos dioses.

En el pasado, esta pequeña isla estaba dedicada exclusivamente a la creación de bichos de seda, algo que, poco a poco, trajo consigo una epidemia de ratas. Para controlar la plaga, los habitantes de la isla comenzaron a traer gatos. Primero dos, después cinco, diez ... la plaga de los ratones desapareció y la isla pronto se convirtió en un auténtico paraíso de los gatos. Nadie se molestó; por el contrario, era un rasgo distintivo de buena suerte. Los habitantes de Tashirojima alimentaban y cuidaban de los gatos con total devoción. Tanto fue así que la noticia de que existía una isla llena de cientos de gatos captó inmediatamente la atención del resto del país. No tardó para llegar a turistas, barcos llenos de personas ansiosas para conocer y ver personalmente a todos aquellos felinos.

La admiración fue tan grande que nadie dudó de la necesidad de crear un santuario para adorarlos, convirtiéndose así en uno de los destinos favoritos de los japoneses. Es ahí que relajan, pasean y se dejan envolver por la calma y serena complicidad de los gatos de la isla de Tashirojima.

Puede ser que esto llame su atención o parezca extraño, perocada cultura vive sus creencias y sus necesidades de un modo en particular.

Cosas curiosas se van extendiendo poco a poco; ya son muchos los lugares similares que se están abiertos en Europa, donde se puede tomar un café acompañado de gatos buscando refugio en su regazo. No hay nada más simple y reconfortante para muchas personas. Tal vez funcione para usted.