La proximidad de la muerte nos hace más valientes

Estar cerca de la muerte nos hace valerosos. Porque cuando nuestra propia existencia está en peligro, los medios desaparecen, las dudas dejan de atormentarnos, y comienza el remordimiento de no haber hecho lo que un tiempo atrás teníamos como tareas pendientes. Sucede que la muerte, así como nos aterroriza, inculca un coraje antes desconocido.

Somos conscientes de que cada minuto cuenta y que deberíamos comenzar a cultivar la atención plena. Sin embargo, procrastinamos porque priorizamos proyectos, trabajos, preocupaciones y otras cosas que ocupan nuestro tiempo, ese cuyo valor se desmerece con facilidad. Hasta que nuestra propia vida se queda por un hilo y percibimos cuán equivocados estábamos. "Cuando se palpa la proximidad de la muerte, sus ojos se han visto hacia su interior y usted no encuentra más que futilidades, porque los vivos, comparados a los muertos, son innecesariamente banales."

-Miguel Delibes-
Asuma el riesgo, no te quedas en la voluntad.

Tuve ganas de decirlo, pero tenía miedo del rechazo. Deseaba mencionar esas palabras, pero la posibilidad de perderlo le arrojaba hacia atrás. La vergüenza, las dudas, eso de "en realidad no tiene tanta importancia" instalaron en su mente esa duda del tipo "¿qué habría sucedido si yo ...?" Una colección de incertidumbres que le acompañará para siempre, de las cuales usted no conseguirá si afloje. Lo importante es que no continúe aumentando.

Somos valientes porque

cuando están cerca de la muerte empezamos a ver estas y otras actitudes similares como tonterías. Nos culpamos y nos recriminamos por no haber tenido la osadía de decir o hacer lo que queríamos cuando eso parecía nacer allá de lo íntimo. Si aún tenemos tiempo, trataremos de dar una solución a todo esto. Si no es así, las censuras comenzar a ahogar. La vida nos enseña con experiencias que apreciarla es siempre una buena idea. Pero son sutiles las formas por las cuales lo hace

, y breve el impacto negativo que perdura en nuestra propia conciencia. Recuerde a esa persona tan importante que usted no sabía valorar hasta que usted la perdió. Fue entonces cuando comprendió lo que tanto le repetían, pero que usted se negaba a oír: "valore a la gente mientras las tenga cerca, no cuando las pierda"."Hay que correr riesgos, seguir ciertos caminos y abandonar otros. Nadie es capaz de escoger sin miedo. "

-Paulo Coelho-
Las excusas se instauraron en ti como una preocupación o un pensamiento negativo del que no puedes deshacer. Es como un escudo bajo el cual usted se protege para no esforzarse, para instalarse en la idea - extenuante y algunas veces plácida - de que falta tiempo, de que usted no es suficientemente bueno, de no tomar la decisión de comenzar una relación con los que usted ama ...

Lo que allí en el fondo de su propio ser usted desea experimentar está escondido bajo una actitud limitante que transforma lo que usted quiere en una cosa inalcanzable. Compartir

¿Qué tienes que perder?Tal vez el hecho de que la proximidad de la muerte nos haga valerosa sea una consecuencia de no tener nada que perder en ese momento.

No da en la misma si nos contestan con un "sí" o un "no"? ¿No da en la misma si nos rechazan? En esas horas sólo resta intentar, porque si la respuesta es positiva ganaremos algo, y aunque ésta sea negativa, no vamos a perder nada.

Esta es la actitud con la que usted debería vivir hoy, mañana, después de mañana, siempre. Porque en su mente existen muchas barreras fruto de traumas, experiencias que usted desearía haber olvidado, y otro tipo de circunstancias que causaron pequeñas grietas que lo hicieron una persona insegura. Sin embargo, usted ya tiene el "no". Asuma, acepte y no tenga miedo de fracasar. Porque lo que usted pierde, usted ya no tenía antes incluso, por lo tanto, asuma el riesgo! Muchos de los obstáculos que usted ve son sólo el fruto de su imaginación.

Barreras que crean tantos cobardes como los valientes; sin embargo, los valientes las enfrentan, los cobardes las agiganta evitándolas. Los valientes sacuden cada creencia limitante y no permiten que nadie los llene de temor acerca de lo que aún no se conoce. Porque muchas veces ponemos excusas y condicionamos nuestro futuro. Imaginemos, nos adelanta a él. Siendo conscientes de que es imprevisible y que nos guarda muchas sorpresas, ¿por qué nos acobardamos ante él? "Cuando no se tiene nada, no hay nada que perder."

-Titanic- Las expectativas, el orgullo, el miedo al ridículo, el temor del fracaso ... Todo esto se desvanece ante la presencia de la muerte.

Parece mentira que lo que más pavor causa, el pavor de desaparecer, de caer en el olvido, sea lo que más osadía nos da. Este final, que siempre esperamos que demore muchos años para llegar, es lo que nos hace valerosos cuando ya no tenemos la oportunidad de ser valerosos.