Pensar en sí mismo no es egoísta

Tal vez estemos utilizando este adjetivo de forma equivocada y, sobre todo, de manera injusta. Vamos a reflexionar sobre esta palabra, sus implicaciones y cómo podemos dedicar tiempo a nosotros mismos sin sentirnos culpables. Ser egoísta es pensar en el 100% de las veces, sin pensar en los demás. Para entender lo que significa ser una persona egoísta, propongo mirar en el diccionario. Allí el egoísmo sería un excesivo aprecio que una persona tiene por sí misma, y ​​que hace que

atienda desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse con los demás. Cada uno de nosotros cuenta con nuestros propios esquemas (valores y creencias más o menos fijas que sirven para interpretar el mundo y hacernos una idea de cómo funciona), y de ahí parten nuestros pensamientos. Por eso no es raro que cada persona aplique esta palabra basándose en esta experiencia previa y en cómo entiende la palabra egoísmo y sus implicaciones. En otras palabras:

cada persona tiene un concepto distinto de lo que es ser egoísta.

Para algunas personas, ser egoísta puede significar no haber hecho nada por ellas y para otras, o, en el caso más extremo, no haber hecho un favor que se le pidió por falta de tiempo a pesar de haber estado allí siempre que pudo. En el primer caso podría ser acertada la definición, pero ¿qué sucede en el segundo caso? ¿Cómo nos sentimos cuando una persona nos llama egoísta sin tener en cuenta todo lo bueno que hicimos por ella?

Irremediamente mal, confusos e irritados a pesar de saber que es injusto. Antes de continuar vamos a dejarlo claro: si alguna vez no hicimos algo por alguien cuando nos pidieron, no significa que somos egoístas. No podemos cambiar los esquemas de los demás

Hay una situación que se repite con frecuencia: una persona pide que hagamos algo por ella y no podemos darle lo que necesita en el momento en que nos pide. En seguida, esta persona nos llama o insinúa que somos egoístas y nos sentimos muy mal, no sólo porque nos juzgaron negativamente, sino también porque había una encrucijada de intereses en la que, al final, los menos favorecidos fueron los suyos.

¿Quién está actuando de forma egoísta entonces? ¿Quién está pensando en sí mismo sin tener en cuenta los derechos que tenemos como personas? Hay una realidad clara:

no contamos con recursos suficientes para intentar cambiar los esquemas de los demás.

Esto quiere decir que si una persona interpreta que estamos actuando de manera egoísta, sin hacer un esfuerzo para comprender nuestras circunstancias, podemos hacernos dos preguntas:

¿Sentimos empatía por su problema?

A pesar de no poder estar en la situación y momento demandados, intentamos ofrecer una alternativa? Si ambas respuestas son afirmativas, recuerde siempre esta libertad fundamental: tenemos derecho a rechazar una petición sin sentirnos culpables por ello.

  • Además, es bueno tener en cuenta que las personas cometen un grave error si extienden la calidad subjetiva derivada de una conducta a su personalidad. Por ejemplo, alguien puede actuar de una manera mezquina y no ser mezquino, alguien puede golpear a alguien y no ser desengonado.
  • Para entender mejor, vamos a suponer la siguiente situación: imagine que todas las semanas usted se levanta a la misma hora. Hace todas las actividades que tenía que hacer y, al final del día, habrá hecho todo lo que debería haber hecho. Ahora imagine que un día usted cochila quince minutos más de lo que debería. Imagínese que, por algún motivo, no puede hacer todo lo que debería y al final del día no ha hecho todo lo que debería haber hecho.

Usted es una persona irresponsable? ¿Es una persona poco disciplinada? No, simplemente tuvo un mal día y es posible que haya actuado de forma poco disciplinada e irresponsable. Pero atención, que has hecho esto de forma puntual no te hará una persona con esas características.

En verdad, aunque usted quiera siempre hacerlo de esta manera, no necesariamente tiene esas características porque el pasado no siempre es un buen parámetro para el presente y el futuro.

Disfrute de los vientos que soplen a favor, pero no deje que el viento gobierne

¿Usted siente que no tiene tiempo para sí mismo? Siempre que surge algo la gente alrededor quiere su atención y lo desvía de sus objetivos? ¿Te dedicas mucho a los demás? ¿Siente que es un barco a vela a merced del viento? Siempre hay que guardar un espacio para nosotros mismos y, para ello, debemos aprender dos habilidades que son imprescindibles para nuestro bienestar:aprender a decir "no" sin sentirnos culpables.

Es cierto que este es un tema complejo y cargado de matices. Es por eso que no podemos crear reglas fijas de cómo se debe hacer, sino enfocarse en la importancia de trabajar eso. Si usted es de las personas que siempre estuvieron a disposición de los demás y dejando su vida a un lado, usted debe saber que:

El cambio es un proceso de entrenamiento. Si somos adeptos a una serie de costumbres, cambiarlos requerirá tiempo, paciencia y esfuerzo. Normalmente estos hábitos están entrelazados y cambiar uno significa cambiar elementos de toda una cadena. Por ejemplo, adoptar una actitud más cordial con la humanidad va a demandar de nosotros saber conversar, cuando antes hacer silencio no necesitaba esa habilidad. Su entorno tal vez no te entienda.

Es posible que si acostumbramos a las personas que están a nuestro alrededor a escuchar siempre "sí", la primera vez que decimos "no" a una petición esto probablemente causará sorpresa. Es posible hasta que puedan llegar a decir que has cambiado o que es una persona egoísta. En este punto siempre encontraremos resistencias, especialmente si este cambio supone terminar con la comodidad de alguien.

  • Analice siempre de forma objetiva la situación. Si la solicitud no es urgente, no requiere obligatoriamente su presencia, si usted tuvo empatía con el problema y le ofreció una alternativa de ayuda en otro momento que sea compatible con sus actividades y objetivos, no hay dudas: no hay motivos para sentir culpa .
  • En definitiva, pensar en sí no es ser egoísta si usted sabe mantener un equilibrio. Si usted realmente trabaja en esta parte de sí mismo sin atender al concepto ya las frases que caen profundamente en nuestro lenguaje sobre el egoísmo, usted alcanzará un equilibrio justo entre dedicar tiempo y energía a los demás y atender sus propias pasiones, actividades y sueños.