¿Qué es el síndrome de Madame Bovary?

Hablamos de una psicopatología que fue descrita por primera vez en 1892, por el filósofo Jules de Gaultier. En su ensayo, basado en la obra literaria de Madame Bovary, se refiere a la figura de su protagonista, Emma, ​​como el perfecto estereotipo de la persona que sufre lo que él llamó "una insatisfacción crónica afectiva". ¿Quién fue Madame Bovary?

Emma Bovary es un personaje literario, creado por el escritor francés Gustave Flaubert en 1857.

La obra cuenta su matrimonio con Charles Bovary, un médico del interior que la adora, pero no es correspondido. Esto se debe, en parte, debido a su apego por novelas románticas de la época, que ella devora rápidamente desde que era adolescente.

La búsqueda constante por relaciones apasionadas y obsesivas que ella descubre en sus libros provoca un estado de insatisfacción emocional terrible y constante. Después de sufrir una depresión, Charles decide mudarse a una pequeña ciudad, donde la pareja conocerá una serie de personajes diferentes. Emma será seducida por dos de ellos, primero por un joven estudiante y luego por un mujeriego llamado Rodolphe. La relación con ambos es posesiva, celosa y muy sumisa. Ante el abandono de sus amantes, ella acaba suicidándose al ingerir arsénico en polvo.

Madame Bovary, así como otros personajes literarios como Anna Karenina, renuncia a su familia ya su papel como esposa por perseguir el amor.

Esto, por un lado puede parecer bastante rígido, pero, por otro lado, es una gran crítica al amor idealizado. Emma está tan obsesionada por satisfacer sus ansias que no le importa en endeudar a la familia, descuidar a la hija o perjudicar a las personas a su alrededor.

"Cuidado con la tristeza, es un vicio". -Gustave Flaubert -

¿Cuáles son las características del síndrome de Madame Bovary?
1. Vicio en la novelaLas personas que sufren del síndrome de Madame Bovary no saben estar solas.

Viven con la idea de que llegará un ser amado ideal que cambiará sus vidas y las salvará de la rutina y de los problemas. Cuando dejan una relación, no tardan en conseguir otro. Su única meta es encontrar una persona igual a la descrita en los libros, series o películas románticas.

Cada vez que se apasionan por alguien nuevo y se obsesionan por él. Idealizan de tal forma que es imposible hacerlas cambiar de idea, incluso si la persona en cuestión no las corresponde o no les conviene.

2. Relaciones imposibles Debido a su incapacidad para mantener una relación real, suelen recurrir a los amores imposibles. Puede suceder que ya tengan un compañero sentimental y aún así continúan persiguiendo la ilusión del amor ideal con otra persona.

Esto las lleva a la infidelidad porque, al no saber quedarse solas, rara vez van a terminar relaciones si no tienen un "as" - otra persona - en la manga.

Las relaciones complicadas o con personas atormentadas las atraen por considerarlas románticas y apasionadas. 3. Insatisfacción constante

Poco tiempo después de comenzar una relación, empiezan a descubrir que su compañero sentimental es un ser humano, o sea, tiene también sus defectos.

La idealización desaparece y, con ese desvanecimiento, llega la frustración de nuevo. Ellas ya no consideran que esa persona es la adecuada y comienzan a mostrar síntomas de desinterés. Ellas nunca llegan a sentirse satisfechas con nadie, porque no entienden el amor más allá de la primera etapa de pasión. La visión de la relación es limitada y basada en historias o personajes que nunca han experimentado la tranquilidad, los problemas o la monotonía.

4. Mimese con la persona amada

Debido a la obsesión con el compañero sentimental, empiezan a copiar sus gustos, pasatiempos e incluso la forma de pensar. La mimesis se produce por la exagerada admiración que sienten por la otra persona, pero también por el miedo. El síndrome de Madame Bovary provoca un fuerte temor de ser abandonadas por la otra persona. Esto puede hacer que, ante un término, respondan bastante mal. ¿A quién afecta el Bovarismo?

A pesar de que hace muchos años esta ser una psicopatología muy común en las mujeres, en la actualidad su incidencia ha sido más equilibrada.

Esto sucede porque, antiguamente, los hombres eran los que trabajaban mientras las mujeres se quedaban en casa, ocupando su tiempo libre en actividades como la lectura. Esta actividad hacía que salieran de la realidad, transportándolas a lugares donde no existían los problemas de lo cotidiano.

Las personas que sufren con esta patología suelen haber enfrentado problemas de abandono o carencias afectivas durante la infancia. Esto las lleva a generar una necesidad exagerada de conseguir la atención del compañero sentimental, en un intento de no volver a experimentar esos mismos sentimientos. El síndrome de Madame Bovary presenta como síntoma principal el estado melancólico.

Las personas que sufren este mal pueden ser tratadas con la ayuda de especialistas, que serán los responsables de evaluar el caso y establecer un protocolo de intervención más adecuado. Este síndrome también puede estar relacionado con otros trastornos más graves como el trastorno obsesivo-compulsivo o el limítrofe, que hacen aún más necesaria la intervención por el posible peligro de su evolución.

GAULTIER, J. (1892). Le Bovarysme, la psychologie dans l'oeuvre de Flaubert, París: Francia.