Cuando aprendí a importarme menos con lo que la gente iba a pensar ...

Aprendí que no hay perfección, y que ser consciente de que nunca seré perfecto es el primer paso hacia mi crecimiento, mi felicidad y su realización personal. Aprendí que el hecho de ser como soy puede y va a molestar a mucha gente, pero no hay nada que pueda hacer a no ser seguir siendo quien soy.Los molestos que se mudan?

No, los incomodados que se molesten y permanezcan como son, pues la misión de ser un ser humano mejor es tarea personal, entonces

mientras yo vivo y dejo mi esencia desbordar

, usted puede quedarse en el mismo lugar y molestarse.Tengo defectos sí, a veces soy inconsecuente, a veces hablo demasiado, pero mi corazón es verdadero y mis raíces se plantaron en la honestidad y la decencia. Entonces, ¿por qué preocuparse por lo que van a hablar de lo que hago o dejo de hacer, cuando tengo una vida entera para vivir y tanto para aprender? Las opiniones válidas siempre serán bienvenidas, y siempre recibiré sus consejos con mi mejor sonrisa, pero es bueno que usted sepa,

siempre voy a hacer lo que quiera , cuando quiera y si quiere. No me lleve a mal, por favor, pero es que me cansé de vivir mi vida con miedo. Miedo al rechazo, miedo a no satisfacer patrones, miedo de nunca ser lo suficientemente bueno.En esa locura de querer agradar, me rebaje, me humillé, y ignoré el hecho de que soy y siempre seré diferente, y eso ciertamente desagrada a mucha gente. Diferente porque siento todo y mucho, siento, vivo, amo y odio con toda la fuerza que existe en mí.

Diferente sí, porque siempre tuve la impresión de que no pertenecía a ese mundo cruel, lleno de desigualdades, tragedias e ingratitud, y en todo lo que hice, hice siempre con el corazón. Gracias a Dios aprendí a ser feliz con poco, y finalmente entendí que la verdadera riqueza era tener amor, salud y paz. Dejé la luz guiarme, la puesta del sol me encantar y dejarme libre para soñar los sueños más locos. Porque quiero vivir con intensidad, quiero vivir de verdad y no sólo existir.Cuando decidí importarme menos con lo que iban a pensar, me liberé y finalmente pude ser quien soy de verdad. Una niña, una mujer, una eterna soñadora que ya jugó de seguir el arco iris, en la dulce ilusión de descubrir uno Nuevo Mundo. Una niña que aprendió a creer en lo mejor y que, a cada amanecer, se llena de esperanza y permite que la fe renueve sus fuerzas y su energía. Mi mayor motivación es saber que cuento con la protección de un Dios poderoso que hace que lo imposible suceda.

Yo no creo en envidia, creo en incompetencia, entonces, puede hablar, puede juzgar, puede estar en desacuerdo, puede hacer lo que quiera. Mi corazón está desbordando amor, mi vida es una bendición y mi gratitud es tan grande, que ser feliz me consume mucho y acabo no teniendo tiempo para nada más.

Cuando aprendí a no importarme con lo que iban a pensar, renací de las cenizas, descubrí que tenía alas y aprendí a volar. ¡Importe menos, vivan más, y vue lo más alto que puedan!

Deseo amor y mucha luz a ustedes ❤️