¿Quién eres detrás de ti mismo?

Ante los acontecimientos trágicos, nos enfrentamos a nuestros conflictos individuales ya veces cuestionamos: ¿sobre lo que yo mismo he reclamado? Al tomar conciencia de nuestra finitud, podemos entrar en contacto con nuestro yo y reflexionar sobre lo que hemos hecho con la vida, donde estamos invirtiendo nuestro tiempo, cuál es el motivo de estar aquí. La muerte es lo que nos moviliza la vida. Y vivir es mucho más que trabajar, comer, amar y morir.Va más allá de lo que llamamos necesidades básicas para la supervivencia. Esto es sólo sobrevivir. Vivir requiere coraje, requiere tener la conciencia de ti mismo.

Las sombras nos rondan. Nuestras sombras son aquello que no podemos ver, teamos en aceptarlas como existentes.

Es lo que está detrás de ti mismo, tus dolores, tus rabia, angustias y temores. Trate de tomar su sombra, ella desaparecerá; intenta ver su sombra, ella se esquivará. Pero ella nos persigue, es parte de nuestro yo. ¡Es necesario tener un encuentro verdadero con ella! ¿Qué has intentado esconder de ti mismo y de otras personas? ¿Qué dice la gente acerca de usted que insiste en no aceptar?

Todo lo que es rechazado por la sociedad, lo que es inmoral, forma parte de nuestras sombras, es como un monstruo que existe dentro de cada uno, reprimido, alimentado por nosotros mismos. Intentamos esconderlo todo el tiempo, vestimos las máscaras para adaptarse a las situaciones. Es mucho más fácil ver la sombra del otro. Esto explica y habla mucho de nosotros mismos: ver lo que somos a través de la sombra del otro. Ya decía Carl Yung: "Lo que nos molesta en el otro puede llevarnos a un mejor conocimiento de nosotros mismos." La aceptación es el proceso más doloroso de reconocer sus sombras, pero es el comienzo de la transformación. Entrar en contacto con conflictos interiores es esencial para la madurez emocional y psicológica.

Es permitir un autoconocimiento genuino, sin máscaras, sin armaduras o carapes. Esto duele y toma tiempo. Es como una herida abierta que, para ser sanada, necesita cuidados, tratamiento y paciencia. Pero vale la pena, es liberador! Tomar conciencia de sí mismo es la clave para la vida.