Quien me quiere, que me busque

No deberíamos caminar detrás de alguien que nos ve llegando y se esconde. No deberíamos ir atrás cuando ya saben dónde estamos, conocemos nuestra intención de transitar por su atajo, y no nos abren camino. No, tenemos que darnos una oportunidad.

El cariño no se suplica y la falta de interés termina con él. Es hora de arrancar minutos del reloj y hojas del calendario. Es el momento de resurgir, de gustar de nosotros mismos y de trabajar nuestra dignidad. Entonces, quien me quiere, que me busque.

El afecto no habla la misma lengua que el egoísmo y la indiferencia. No, el cariño es sincero, imparcial, cordial, recíproco ; sólo conoce el interés cuando busca el beneficio común, cuando intenta regar su árbol y crecer.Hoy lo dejo en libertad. Hoy me olvido de mis miedos. Hoy empiezo a valorarme. Hoy sigo adelante. Hoy dejo de esperarlo ...

Compartir La súplica, la autoestima y el bienestar emocional

"Arrastrarse" y suplicar migajas de atención y cariño deja un rastro permanente en nuestra autoestima y en nuestro bienestar emocional. Ser ignorados hace que nos sintamos pequeños, insignificantes y vulnerables. A esto se unen la impotencia, la frustración y la rabia por no tener el tipo de relación que nos gustaría tener con esa persona que no se interesa por la presencia y menosprecia nuestro interés.

Nuestra autoestima se reduce mucho cuando esto sucede . Sentir eso hace incluso que seamos incapaces de mantener una actitud correcta con nosotros mismos.

Restaurar lo que el tiempo y las actitudes de indiferencia de los demás disminuido no es una tarea fácil.

Recomponer nuestros pedazos exige orgullo, coraje y un cierto "egoísmo sano" que no es más que empezar a cuidar de nosotros mismos.No busque, permita que lo encuentren

Comience a buscar a sí mismo y permita que lo encuentren . Correr detrás de las personas que lo ignoran lo está envenenando. Quien lo quiere va a buscarlo, y quien no lo haga, simplemente no es una persona que debe estar a su lado.

¿Saben eso de empezar a volar? Pues es el momento de ponerlo en práctica, abrir las alas y retomar el vuelo. Entonces

retome las riendas de su vida y rodee de personas buenas, que no lo ahogan y que no se nutren de egoísmos.Debemos saber que las pretensiones del corazón egoísta pueden marcar nuestro camino. Por lo tanto, debemos intentar deshacer cuanto antes de esas piedras que se colocaron en nuestros zapatos.

No podemos (ni debemos) escapar de los daños ya hechos y del sufrimiento que supuso sentir que alguien no nos quiere en su vida. Por eso, para restablecer nuestra autoestima, debemos entender que nada puede ser posible si no cuidamos de nosotros mismos. Lo normal es que una vez que romper con esos círculos viciosos, sea difícil dejar de sentir falta de o de desear algo que nunca tuvimos, pero que siempre quisimos.Dejar ir lo que no nos beneficia siempre trae nuevos y buenos vientos para nuestra vida. Poco a poco, redescubrimos esa idea de que sólo necesitamos de nosotros mismos para vivir, de que somos las personas más imprescindibles en nuestra vida, y de que merecemos rodearnos de quien aprecia a nuestra compañía.

Entonces, si alguien no te dedica ni un minuto de tu vida y, a pesar de ello, llena tu vida de exigencias, rompiendo en mil pedazos, es hora de decir adiós, partir y permitir que lo busquen y, si quieres que lo encuentren. Es el momento de hacer valer.

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