Preocupación, la mejor amiga de la ansiedad

La preocupación es el verdadero núcleo de la ansiedad. Una vez que fue iniciada, no hay manera humana de detenerla. Esta emoción causa tanto daño como la ira o la rabia, pues nos desgasta poco a poco y, en algunas ocasiones, también nos paraliza. Además, tiene un gran impacto sobre nuestra salud, ya que nuestro cuerpo se tensa y nos sentimos más inquietos y alterados.

Es verdad que todo el mundo se preocupa de vez en cuando. Es algo natural y totalmente normal. El gran problema aparece cuando ese desasosiego comienza a afectar. La preocupación excesiva y el hecho de responsabilizarse por casi todo es uno de los mayores problemas que muchas personas enfrentan.

La preocupación sin necesidad

Recuerde que la preocupación tiene mucho que ver con nuestra forma de ver las diferentes situaciones y la manera que tenemos de enfrentarlas. Por eso, hay personas que aparentemente no se preocupan nunca y otras, por otro lado, suelen preocuparse siempre con todo. ¿Será que sirve para que algo se angustiera tanto?

La preocupación puede ser positiva siempre y cuando nos permite reflexionar sobre esa situación que nos está atormentando para que, por fin, podamos resolverla. Sin embargo, si nos quedamos sólo en el ámbito de los pensamientos que giran sobre sí mismos sin propósito alguno, el nerviosismo, la tensión y la ansiedad estarán presentes.

Es verdad que la preocupación está asociada al miedo. Por eso, en algunas ocasiones es bueno parar para pensar si hay algo en nuestras vidas que no estamos haciendo bien. Incluso a veces tenemos conciencia de una situación que no nos gusta, pero como no ponemos fin, acaba generando pensamientos recurrentes y negativos que pueden afectar a largo plazo nuestra salud.

Las preocupaciones tienen una gran misión: encontrar soluciones a posibles amenazas. Sin embargo, el final de ellas es ejecutar esas soluciones. Si no lo hacemos, nuestra mente seguirá advirtiendo que tenemos que resolver el problema, generando una preocupación detrás de la otra.

Es entonces que estos pensamientos pueden ejercer otro tipo de presión para que usted tenga conciencia de que no puede ignorar más la situación. Los mareos, los dolores en diferentes partes del cuerpo, la ansiedad, y la taquicardia pueden comenzar a surgir sin motivos. Sin embargo, usted sabe de la presencia de todo. Es el momento de tomar una actitud.

Quiero dejar de preocuparme en exceso

Para dejar de preocuparse en exceso es necesario actuar. Si dejamos que todo lo que pasa por nuestra mente permanezca ahí, si ignoramos que existe un problema que tenemos que solucionar, todo eso evolucionará hasta afectar nuestra salud.

Por todo ello, queremos compartir con usted algunos pasos sencillos para dejar de preocuparse en exceso. Como dijimos anteriormente, es el momento de dar un paso en la dirección de la acción, de dejar de pensar tanto y empezar a actuar:

  • Escriba lo que le preocupa: puede ser que usted no valorice el acto de escribir todo lo que pasa por su acción pero cuando lo hace descubrirá que es como un consuelo para usted. Además, escribir le permitirá poner todos estos pensamientos en orden para que pueda ver las cosas de una manera más clara.Haga preguntas para usted mismo
  • : cuando nos preocupamos hay que hacer algunas preguntas como, por ejemplo, si está en nuestras manos solucionar la situación que tanto nos está afectando. Si usted se da cuenta de que no puede hacer nada, entonces es el momento de dejar de angustiarse.Hacer lo que usted tiene que hacer
  • : si usted piensa en lo que tiene que hacer para solucionar este problema que lo atormenta, pero siempre retrasa la acción, las preocupaciones sólo aumentar. Recuerde el proverbio: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".Apoyarse en las personas de las que más te gusta: ahora es el momento de confiar tus preocupaciones a aquellas personas en las que confías más. Ellas pueden hacerle ver la situación de otra manera y ayudar a aclarar su mente.
  • Piense en las ventajas: aunque una circunstancia le cause miedo, recuerde que no puede haber nada peor que la preocupación y todo lo que ésta le provoca. Es aterrorizante enfrentar una situación que no sabemos cómo se va a resolver. A pesar de eso, recuerda las ventajas para ti, del enorme peso del que vas a deshacer.
  • Es bueno preocuparse, pero atención para que no se convierta en algo constante en su vida.Cuando la ansiedad golpea en su puerta, está avisando que algo no va bien

. Es el momento de preguntarnos por qué no estamos haciendo algo al respecto. Estar parados y seguir preocupándonos no es una buena solución.Hable con las personas de las que te gustan, escribe y trata de solucionar el problema de una vez por todas. Aunque tenga miedo, recuerde que todo esto empeorará si usted no hace algo al respecto. ¿No crees que es mejor correr ese riesgo? Después de todo, no tienes nada que perder ...