Aumentar la tolerancia a la infidelidad salvaría a las parejas?

Aunque lo que se considera normal entre las parejas ha pasado por grandes cambios en los últimos tiempos, existe un concepto para el cual casi todas las sociedades siguen siendo muy conservadoras: la infidelidad. A pesar de ser el plan de cada día, son muy pocos los que la miran con naturalidad. De hecho, es la principal causa de separación entre las parejas.

Algunas de las principales preguntas son: ¿Estamos programados para la monogamia? ¿Evolutivamente esta es la forma de reproducción más adaptativa? En su origen, nuestra especie era radicalmente poligámica. El concepto de infidelidad surgió con la institución del matrimonio en la Roma Antigua. La consagración de la monogamia fue, en principio, un asunto que tenía mucho más que ver con la economía y con la política que con la naturaleza. "Los que son infieles conocen los placeres del amor; es el fiel quien conoce las tragedias del amor. " -Oscar Wilde- A pesar de haber sido instituida la monogamia, casi por ley, el hecho es que

la infidelidad continuó existiendo en todos los tiempos y en todas las culturas.
Antes del auge del romanticismo era vista con cierta tolerancia y, a veces, con franca aprobación. Después, progresivamente se transformó en un tema que desata fuerte rechazo.

La infidelidad y el romanticismo Con el avance del racionalismo y, muy especialmente, con el auge del romanticismo, cambió completamente el concepto de amor de pareja. Ganó fuerza el mito de la "media naranja" o del "amor para toda la vida", yla exclusividad comenzó a ser vista como un valor fundamental en las relaciones de pareja.

Al mismo tiempo, con el progreso del feminismo, surgieron algunos fenómenos en torno a la infidelidad. El primero fue el hecho de que la infidelidad de mujeres y hombres se volvió cada vez más equitativa. El segundo, que el divorcio se fue transformando en una práctica más extendida, y el factor que más lo motiva es justamente la infidelidad. Las "nuevas mujeres" son más independientes y, por el mismo hecho, se muestran menos tolerantes a los hombres aventureros. La infidelidad les causa indignación sin límite y no están dispuestas a tolerar a quienes no las ama exclusivamente. Los hombres son aún más intolerantes ante el tema.

Lo que los expertos dicen sobre la infidelidad

El Pew Research Center realizó una encuesta en 40 países y verificó que la infidelidad es el comportamiento de pareja más rechazado, en ambos sexos, en todas las edades y en todas las culturas. La paradoja es que la infidelidad es tan universalmente rechazada como universalmente practicada.

La sexóloga Esther Perel, autora del libro '

Mating in Captivity

', apunta que existe mucha hipocresía ante el tema. Resalta el hecho de que no hay diferencias en cuanto al porcentaje de infidelidad entre las sociedades que más la rechazan y las que son más permisivas. Esta investigadora apunta que la infidelidad ha pasado de ser una conducta que causa dolor a ser una conducta que genera un verdadero trauma. Las personas se sienten engañadas, humilladas, despreciadas y anuladas, y se muestran reticentes a hacer un análisis imparcial de lo sucedido para determinar su nivel de importancia.

No siempre es aconsejable acabar con la relaciónLos descubrimientos sobre el cerebro indican que existen circuitos diferentes para el amor profundo y para el amor pasional. En otras palabras, se sabe que una persona puede, perfectamente, amar a alguien y desear otro. No sólo eso: desde el punto de vista cerebral, es perfectamente razonable amar a más de una persona al mismo tiempo.El hecho de que una persona sea infiel no significa que no ame a su compañero.

Muchos son los factores que pueden incidir para que en un momento dado ella viva un romance con otra persona. La mayoría de las veces no tiene nada que ver con alguna queja con respecto a su compañero, pero tal vez con un deseo de aventura, con un interés de experimentar, incluso de probarse a sí mismo su capacidad para seducir. Desde este punto de vista, quizá la infidelidad no debería ser mirada de una manera tan dramática. Más que condenar de antemano el hecho, es importante analizar por qué sucedió. Son muchos los casos en que los devaneos amorosos con un tercero acaban fortaleciendo la relación de la pareja inicial. Permite identificar las fisuras, o simplemente dan un nuevo aire al vínculo. Si despojáramos la infidelidad de su ropaje moral, tal vez pudiéramos crear parejas más fuertes.

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