Evite las personas que se quejen todo el tiempo y aspiran sus energías

Sentir las energías del ambiente y de las personas se ha vuelto algo fundamental en nuestra rutina. Muchas veces somos influenciados por esa energía, ya sea para hacer sentirse bien o no.

¿Quién nunca estuvo en algún lugar o cerca de alguien y, cuando fue a casa, sintió ese peso en la espalda, ese cansancio sin explicación? Usted está bien, pero de repente esa tal persona llega y con ella todo cambia, su humor, sus sensaciones, todo se queda abajo, sin ánimo.

Hay personas que contaminan todo y todos, por eso debemos buscar medios para no dejarnos llevar por esas malas influencias, oír una buena música, escribir para expresar emociones, meditar, mirar un hermoso paisaje que traiga paz, o independientemente de su religión, hablar con Dios. Sólo Él sabrá mostrarle el mejor camino y tranquilizarlo ante estas sensaciones malas.

Hay personas que no se aman y se preocupan de llevar ese pesimismo y tristeza para quien sea, y llevar en el embate de su propia angustia. Es a ti no permitir, alejarse. Todo lo que la distancia de la paz y de la felicidad no vale inversión alguna.

Evite las personas que se quejen todo el tiempo, que no encuentran gracia de nada, que no valoran ni siquiera las cosas más simples. Percibe por la mirada quien realmente está feliz por usted, o apenas está allí sentado en la platea esperando que caiga, y no se asuste, esa persona no le ayudará a levantarse.

Acérquese a las personas que se preocupan por las demás, con el bienestar de todos, incluso de animales, que siempre buscan sonreír y hacer eso por los demás.

Sea leve y todo fluirá

El paraíso existe, lo que uno siente es real. Transcender tiene que venir de dentro, encontrarlo en ti y esparcir por ahí, transformarse y exaltar toda la buena energía que lleva consigo.