Si las cosas van mal, no se dejen llevar

¿Vemos el mundo como es o cómo lo sentimos? Esta pregunta es muy importante, pero, al mismo tiempo, responder a ella es muy difícil. Porque cuando estamos bien, todo parece ir de viento en popa; pero si un día estamos tristes, el mundo parece estar contra nosotros. En último caso, la realidad nos desafía a hacer un esfuerzo. Si las cosas van mal, no te dejes llevar.

Sabemos que todo termina pasando, que incluso la circunstancia más complicada llega al fin, que incluso la peor de las tempestades esconde el sol detrás de sus nubes. Sin embargo, cuando estamos sumergidos en esta situación negativa, parece que todo cae sobre nosotros.

Sin querer, nos volvemos personas muy negativas, pensando que no hay salida y que todo ha terminado. No somos capaces de ver adelante y nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, abandonándonos y dejando que el viento contra nosotros nos haga perder mucho más de lo que habríamos perdido en caso de oposición.

No se deje llevar por esas respuestas emocionales negativas originadas por situaciones terribles. Si lo hace, no podrá ver ni encontrar la salida.

No se deje llevar cuando sus emociones negativas aparecen

Es inevitable sentir emociones negativas, así como es inevitable tener que enfrentar acontecimientos y circunstancias que se oponen a nuestros deseos. Estas emociones desempeñan un papel, concentrarse en lo que está sucediendo con nosotros, hacer reflexionar sobre las circunstancias y encontrar una solución para ellas. Sin embargo, su función adaptativa puede quedar enterrada cuando la emoción asume el control de nuestras acciones y de nuestros pensamientos. Es entonces cuando nuestros pensamientos se llenan de derrotismo, bajando los brazos y abandonando los comportamientos que intentan equilibrar la tendencia negativa por la cual atravesamos: minimizar la pérdida. En esos casos, en vez de mantener la información que la emoción intenta transmitir, dejamos que se convierta en una caja de sonido que se reproduce de forma insidiosa, reduciendo nuestro ánimo ... y con él nuestras fuerzas.

Entonces, si usted se encuentra en una situación como ésta, no se deje llevar por sus emociones negativas.

No intentes luchar contra ellas: nunca serán tus enemigas si te dan el tratamiento correcto. Simplemente extrae de ellas su información y su energía. Acepta que ahora forman parte de ti, pero no permitas que ellas se vuelven virales, contaminando cada pensamiento y conducta. Por complicada que sea una situación, siempre hay una puerta de salida. Por eso, no se deje llevar por lo que usted está sintiendo ahora. Si lo hace, una gran niebla oscurecer su perspectiva. Sí, en ese momento te sientes muy mal. Tu pareja te ha dejado y crees que no encontrarás a nadie más. Usted ha sido despedido del trabajo y considera que esa es la gota que llenó la copa. Usted sufrió una decepción y cree que tiene que empezar a desconfiar de todos. Todo esto no te ayuda, te limita y prolonga un sufrimiento y un dolor para los que has dado las manos.

La importancia de asumir una distancia emocional

Aunque estemos oprimidos y sintamos que no hay esperanza posible debido a las nubes que existen en nuestras mentes, es necesario hacer un esfuerzo para distanciarnos emocionalmente de la situación vivida.

No estamos viendo nada claro, entonces ¿por qué no huir un poco?

Esto nos ayudará a ver lo que sucede con mayor claridad. Vamos a adquirir una nueva perspectiva que nos dará información útil para salir del punto en que nos encontramos atrapados. Ahora, ¿cómo podemos crear una distancia emocional? Podemos empezar por pensar en una situación del pasado en la que experimentamos sentimientos similares. ¿Podemos superarla? Además, con el tiempo, que relativizamos la importancia que damos a todas esas adversidades por las que pasamos.

"Las cosas de la vida siguen su curso, pero no se deje llevar por su destino."

-Gabriela Mistral- Esto nos permitirá percibir que esa situación es la misma. Sólo cambió el contenido, pero en realidad vamos a salir de ella. También puede ayudarnos a conversar con otras personas y prestar atención a cómo vivimos lo que estamos pasando.

Ponernos en su lugar nos ayudará a ver nuestra situación desde una nueva perspectiva.
Piense que aunque usted cree que no tiene el poder de cambiar nada de lo que está pasando, eso no significa que usted tenga que dejarse arrastrar.

Nadar contra la corriente, a veces, es necesario. Especialmente en esos momentos en los que las emociones borran tanto su visión que usted puede acabar sufriendo depresiones severas. Por lo tanto, no se deje llevar por lo que usted sabe que en un futuro podrá ver desde una perspectiva mucho menos dramática.