Considerando el éxito del libro "Somos lo que comemos", presentamos la versión psicológica: "Somos lo que pensamos". Sin duda es un título bastante sugestivo y que nos invita a aprender más sobre esa relación entre los pensamientos, qué nos pasa con nosotros, y la definición que tenemos de nosotros mismos. En todo esto, nuestra mente, a través del material cognitivo con que trabaja, tiene un gran poder. Nuestros pensamientos pueden cambiar con la forma en que nos comportamos, las decisiones que tomamos, y los sentimientos que experimentamos. Ellos nos influencian mucho, más de lo que creemos.
La mente: aliada o enemiga?
Todo depende. ¿De que? ¡De lo que uno piensa! Es común decir "estoy cansado, no aguanto más" y, inmediatamente después, tener ganas de dormir por tres días seguidos.
No olvide que el cuerpo y el cerebro trabajan para agradar a usted y especialmente el primero tiende a hacerlo a corto plazo. Sin embargo, ambos pueden llegar a ser una especie de genio de la lámpara que obedece sin protestar por los deseos de su amo. A diferencia de lo que creemos, no es la mente que nos dice lo que tenemos que hacer o cómo debemos sentirnos ... en realidad es lo contrario! Somos los responsables de cómo nos sentimos.
No podemos poner la culpa en el entorno, en los políticos, en la economía o en nuestro jefe ... todo reside en nuestro interior. Por supuesto, siempre es mucho más fácil buscar al responsable en otro lugar o en algo ajeno, pero de esa manera no tenemos la posibilidad de aprender, cambiar y mejorar. Todo está en la mente Los maratones son una de las pruebas de resistencia que más exigen de nuestro físico, pero también de nuestra mente. Además de requerir una buena preparación física, también demanda un entrenamiento mental. ¿Por qué? Porque en el preciso momento en que el cuerpo no puede más, es el cerebro que le ayuda a seguir adelante ... aunque después el dolor sea tan grande que no existe calmante que pueda atenuarse.
No hay necesidad de transformarse en un maratonista para probar esa teoría: piense en las veces en que estaba a punto de caer vencido por el sueño, el cansancio o el tedio de la rutina, y dijo: "puedo seguir", "estoy bien" o "terminaré ". Es probable que en ese momento usted haya conseguido un plus de energía - que no salió de una taza de café - para continuar con sus tareas y luego caer agotado en la cama para dormir varias horas seguidas. También no se trata de ser la persona más positiva del mundo y andar por la vida buscando el vaso medio lleno de cada situación, sino de saber que hay pensamientos que nos ayudan y otros que nos perjudican.
Deje de mirar las cosas irrelevantes y concentre en lo que realmente importa. Si las cosas rondan mucho por su cabeza, tome el tiempo necesario para resolverlas y pasar la próxima tarea. La mente también acepta el irracionalSi usted no puede dormir porque su mente es un remolino de ideas, tenga un pequeño cuaderno en el mudo y aproveche ese aluvión de creatividad para solucionar algunos de sus problemas. No haga mal uso de su energía "meditando" sobre las cosas malas que suceden. Mejor aprovechar su tiempo y sus recursos para encontrar una solución a los problemas.
Recuerde que no todo tiene que ser racional ... permita un poco de improvisación en su vida.
Es verdad que existen cosas basadas en la lógica, pero hay otras (muchas) que están más ligadas a las emociones, las sensaciones y las intuiciones. Aprenda a convivir con la incertidumbre, aunque sea en una dosis mínima. Tome decisiones que también requieren ciertos riesgos y considere los errores como parte de las reglas del juego. Evite las presiones impuestas por sí mismo y acepte que usted es imperfecto ... eso disminuirá sus niveles de miedo y ansiedad y, como consecuencia, sus equívocos.
¿Cómo aprovechar los pensamientos?
Un excelente ejercicio que puede ayudar a rechazar sus ideas negativas es reírse de sus propios hechos.
¡Cuán absurdos pueden ser nuestros pensamientos a veces! Ver la parte divertida de todo lo que sucede con usted sirve para liberar un poco de tensión y aprender a buscar el lado positivo de la situación. ¿Usted suele conversar consigo mismo? ¿Camina por la calle discutiendo con tu mente o habla frente al espejo como si tuviera alguien más en la habitación?
No te quedes atrapado en los juegos que el cerebro te prepara ... ¡eso es una trampa! Ciertamente los pensamientos son negativos, caprichosos y egoístas, y lo único que intentan hacer es que se sienta triste, angustiado, irritado o vengativo.