No tengo hijos, pero permito crear un texto basado en la empatía que robo de lo que constaté y constato.
Sabemos quecrear un hijo no debe ser para aficionados, que solamente seres humanos aptos, madurados y adultos pueden ofrecer al pequeño universo de un niño un verdadero soporte, para que ésta pueda equilibrarse sobre sus propias piernas, y tener como consecuencia una vivencia natural, fecunda y sana.
Padre y madre deben ser conscientes de que los hijos no deben ser solamente una extensión de ellos, sino que los futuros seres conscientes deben poder estabilizarse en las incertidumbres, generando a partir de ello un nuevo paradigma que ofrecerá al mundo nuevas y frescas experiencias, que serán fruto de su libre albedrío.
Pero para que todo esto no represente un enorme tiro por la culata, es necesario que hagan las partes que os caigan.
Nuestra misión con los hijos
Es necesario educar almas.
Y para educar almas, es preciso enfocar en los individuos que están en constante evolución.
Es necesario conocerse muy bien, es necesario que sus valores más apropiados sean repasados, manteniendo en el corazón la firme certeza de que en todos los preciosos momentos se hizo lo mejor que podría ser hecho por ellos. Siendo así, estarán jugando semillas para que este planeta sea cuidado y perpetuado con lo que de mejor pudieron ofrecer al mundo. El mundo será, entonces, una porción de continuidad que un día creyeron ser el mejor que pudieron hacer en sus momentos únicos.
Momentos que les permitirán convivir con alguien que significa tanto.
No es necesario que se culpan por sus posibles e inevitables fracasos;ellos son y serán necesarios para el crecimiento de una plantita que fue y siempre será regada, mientras que se hacen imprescindiblemente útiles. Sean cuidadosos, pues además de poder haber sido generada una preciosa vida, el valor que ella representa es de importancia singular e impar. Nadie aquí hará dos personas iguales, sus hijos serán únicos, presten a ellos lo mejor que han guardado dentro de sí.Carácter, lealtad, amistad, fuerza, paciencia, coraje, resignación (cuando sea necesario) e integridad serán los valores que encaminan a sus hijos hacia un camino del bien.
Eviten críticas no constructivas
, la crítica debe ser siempre edificante, y cuando pierdan su eficaz paciencia, no se olviden jamás de que la vida que está delante de usted es preciosa, y que usted, por mucho tiempo, será un espejo para estas vidas únicas, hasta que llegue el momento oportuno de caminar por sus propias piernas, y de ser responsables de todo lo que guardan en sus mentes y en sus corazones. A ustedes siempre le corresponde el papel sublime de ofrecer su cuello y su hombro amigo, protegiéndolos de ellos mismos, ofreciéndoles un verdadero soporte emocional.Aunque usted no haya recibido esto de manera generosa y cuidadosa en su infancia, jamás olvide que
debe pasar adelante sólo aquello que, en su evaluación, sea considerado digno y justo de ser repasado.De lo contrario, conozca lo suficiente para saber jugar en la basura lo que no debe y merece ser dignificado.
Cuídese, ame, pues sólo así usted será capaz de amar verdaderamente.No sea una persona problema para que su hijo no sea el reflejo minucioso de eso.
Porque aprenden bien sobre lo que son ustedes, donde tantas veces se intenta ocultar eso hasta de sí mismos. Valorar la fuerza de la naturaleza, ofreciendo el placer de ensuciar las lindas manitas de tierra, no dejando, por supuesto, la prudencia y el sentido común. Mi intención no es ofrecer un manual, sino pasar adelante los valores que creo ser importantes, y resaltar que sentimientos verdaderos son milagrosos. Cree vidas, sea progenitor de sus voluntades, y que estas estén alejadas de procesos narcísicos si eso está arraigado en su alma. Busque ayuda, si es necesario, y nunca olvide que los hijos deben ser creados para el mundo, jamás para ustedes mismos.
Les deseo una vida plena de mucho amor, respeto y de valores verdaderos, pues imagino que ser un educador de vidas vivas es una tarea noble, y eso acarreará una responsabilidad única.Sea para sus hijos todo lo que en el pasado usted quisiera que hubieran sido para usted. Sea cuidadoso con la prole, pues las vidas que fueron encaminadas a usted merecen todo cuidado, cariño y atención.Les deseo mucha buena suerte en esta tarea sublime y única que es crear y educar a un hijo.
Les deseo fuerza y mucho discernimiento. Paz y luz en tus hogares.