¿Sabes cómo generar un cambio en los demás?

Si usted entró aquí con la idea de aprender a manipular a alguien, está en el lugar equivocado. Este artículo tiene otro objetivo. Lo que pretendemos es intentar dar algunos consejos para que, si usted quiere, puede generar un cambio en circunstancias en las que no sólo usted puede intervenir, sino también los demás.

Voy a empezar recomendando un libro curioso e interesante:"Cómo ganar amigos e influenciar a la gente"de Dale Carnegie. En sus páginas, podrá encontrar consejos muy buenos y técnicos para generar cambios. El libro fue escrito en el año 1934, sin embargo, leyéndolo hoy, podemos seguir siguiendo sus recomendaciones. Se trata, sin duda, de uno de los ejemplares que no pueden faltar en nuestra biblioteca.

Las maneras que usted tiene a disposición para animar un cambio en los demás, según Carnegie dice su libro son:

- Iniciar una conversación con aprobación y aprecio honestas.

- Marcar los errores del otro sin hacerlo de forma directa.

- Hablar primero de los propios errores antes de citar los de los demás. - Dejar que la otra persona se defienda de sus "acusaciones" y pueda dar su punto de vista.

- Elogiar

cada vez que una mejora o cambio ocurra. Generar y fomentar la buena reputación del otro, hablando a terceros sobre sus virtudes.

- Utilizar la motivación y la inspiración para conseguir que errores o fallas sean vistos como cosas fáciles de modificar.

- Hacer que los demás se sientan felices

con las decisiones que tomaron y usted también, por los resultados obtenidos. Entonces, ¿es posible conseguir cambios en los demás? ¡Es claro que si! Aunque, como siempre, existen algunas cuestiones que hay que tener en cuenta. En primer lugar, no se trata de modelar todos los que tenemos a nuestro lado para que sean nuestros súbditos, para que no puedan pensar por sus propios miedos y tengan que decir "sí" para todo. Se trata de ayudarles o favorecer un bien común, nunca de aprovecharse de ellos.

Pensemos en un ejemplo simple de entender. Estamos en una relación y nuestro par es muy desordenado. Además, tenemos hijos en edad de gatear que llevan todo a la boca. En esta situación, ¿no sería bueno generar un cambio o ayudar para que ese cambio ocurra?

Algunos pueden decir que "Usted me conocía de esa manera!" O "Si usted no tiene gusto, puede buscar otro!". Sin embargo, las cosas no son tan negro en blanco.

La primera medida es siempre abrir un diálogo alrededor del cambio. Es fundamental que la otra persona acepte y entienda el lado positivo de ello. Vamos a necesitar tanto su consentimiento, como su ayuda.Frases como: "¡Siempre te dejan todo jugado!", "¡Eres un desorden!", "Me molesta que dejes que todo salga de cualquier manera!", Posiblemente no van a tener mucho éxito. ¿Por qué?

1. Hasta el más desorden de los malos, alguna vez, arregla, entonces no es "siempre".

2. Una persona no lleva en su esencia ser un desorden o ser organizado. Una persona practica el desorden, pero esta práctica puede ser cambiada.

No podemos cambiar lo que somos, sino lo que hacemos. 3. Sus sentimientos de malestar son de su responsabilidad, no de la responsabilidad de su pareja. No los proyecte sobre el otro o, por cualquier cambio que haga, su malestar nunca terminará. Entonces ... ¿Cómo hacer? En el caso de que el bebé va a correr menos peligro, usted va a poder causar una mejor impresión en las personas que vengan a visitarnos, usted podrá encontrar todo más fácilmente, nuestra relación va a mejorar, etc.

Después de alcanzar el acuerdo, lo importante es fijar una serie de medidas concretas para concluirlo.

Esto es importante porque, de esta manera, transferimos el compromiso a las tareas pendientes en la memoria, mucho más fáciles de ejecutar. Además, con tareas concretas, el objetivo será mucho más fácil de evaluar y de recompensar.

Con cambios pequeños en nuestra actitud y en nuestras palabras, en cómo nos expresamos y en la forma en que estructuramos nuestro mensaje, podemos ayudar o contribuir con el cambio. En otras ocasiones, es necesario ser un ejemplo para que el otro lo siga, o agradecer y resaltar las pequeñas evoluciones que ocurren en el sentido que concordamos previamente.

Es bueno tener en cuenta que, para conseguir lo que se acordó, no vale utilizar todo tipo de estrategias. Con eso nos referimos a aquellas que son poco éticas, como el chantaje emocional. No podemos argumentar el motivo del cambio en nuestro sufrimiento ni juzgarnos con la razón para ello. Ni quedar diciendo frases como "Si no lo hace, es porque no me ama tanto" - eso queda fuera. Si, en el fondo de tu corazón, piensas que tu pareja hace tal cosa porque no te ama, lo que debes hacer es dejar la relación, pero no usar eso para manipular.

Por último, ofrecemos las reglas de Dale Carnegie en el libro "Cómo hacer amigos e influenciar a la gente"

para tener relaciones más felices:

1 - No renegue ni rechace sin dar una explicación. Ayude a otra persona a construir una explicación sana de su negativa. 2 - No intente mejorar el otro a toda costa. Los cambios más increíbles y trascendentales de tu vida van a ser las que puedas generar en ti.

3 - Si es criticar, hágalo de manera constructiva. Evite el "eso no se hace así" y cambie "eso se podría hacer mejor de esta manera ...".

4- Sea agradecido, atento y no descuida los pequeños detalles. Esperamos que este artículo haya sido de gran ayuda y, como siempre, quisiéramos oír sus comentarios y sugerencias.