Hay una gran diferencia entre tener una personalidad fuerte y desarrollar una personalidad intimidante. Hay personas que tuvieron que luchar con la vida en duras batallas y eso templó su personalidad, pero también les sacó la dulzura. Lo peor es que, a veces, las batallas que lucharon hicieron que adoptar posiciones defensivas todo el tiempo, caminando con una coraza y considerando como enemigo todo el territorio que pisan.
Todos conocemos a personas de gran corazón que, sin embargo, no demuestran ser así.Muchas veces son personas muy exitosas en su profesión e incluso en su vida social, pero una atmósfera de miedo está formada a su alrededor. Ellas tienen fuertes reacciones y las personas acaban sintiendo miedo de ellas.
"La suavidad y la flexibilidad están íntimamente relacionadas con la vida, mientras que la dureza y la rigidez están asociadas con la muerte".
- Walter Riso -
Aquellos que tienen una personalidad intimidante muchas veces no perciben el efecto que producen en las otras personas. Ellos saben que son personas buenas y no entienden por qué los demás se asustan con sus expresiones o gestos duros. Para averiguar si este es su caso, pregunte si usted tiene una o más de las siguientes características.
El silencio involucra una personalidad intimidante
Si después de hablar, usted percibe que las personas a su alrededor permanecen en silencio, llegó la hora de preguntarse si usted tiene una personalidad intimidante. Tal vez, sin darse cuenta, usted se exprese muy groseramente. Tal vez usted sea muy directo o categórico al expresar lo que piensa. También es posible que los demás lo admira tanto que temen decepcionarlo. Funciona de esta forma: usted no emite opiniones, pero saca conclusiones.
Es como si en el fondo usted estuviera diciendo la última palabra sobre un tema. En sus palabras, está implícito que no admite y no tendrá en cuenta ningún comentario. Esto equivale a cerrar la conversación. Usted habla para ser oído y utiliza un tono autoritario. De esta forma, no todos se sentirán alentados a continuar con la conversación. Usted percibe que tiene una personalidad intimidante cuando llega a una reunión alegre y participativa y su presencia hace que los estados de humor disminuyan un poco. Puede haber un silencio repentino o algún tipo de descontento. Usted percibe que las personas no actúan espontáneamente cuando usted está presente.
Usted cree que lo importante es ser "sincero" Las personas que tienen una personalidad intimidante son muchas veces "sincericidas". Casi siempre se jactan de ser honestas y no tener "papas en la lengua" para expresar lo que piensan o sienten. Sin embargo,
pueden estar confundiendo sinceridad con falta de consideración o grosería.
En este tipo de personalidad, es común que exista un cierto rechazo a los modos excesivamente gentiles. Ellas creen que la verdad, cuanto más cruda, más verdadera es; que decir las cosas con tacto equivale a maquillar o falsificar la verdad. Ellas no ven la diferencia entre gentileza y adulación. El problema es que
cuando dicen las "verdades" de una manera excesivamente grosera, sólo pueden causar molestia . A veces, es tan brutal la forma en que se dice que el interlocutor olvida el contenido de lo que está siendo comunicado y se queda sólo con la impresión de la manera como se dijo. Las palabras dichas de una forma ruda acaban no siendo escuchadas.
Usted reprende a los demás cuando muestran signos de debilidad Si usted es alguien con una personalidad intimidante,será muy difícil entender las debilidades o las dificultades de los demás.
Si le cuentan un problema, usted los animará a hacer un esfuerzo para salir de la dificultad lo más rápido posible. Usted cree que el otro necesita una voz de autoridad que exija que supere la situación, y no de un hombro para llorar.
El problema es que muchas veces pasamos por momentos difíciles y necesitamos el confort emocional de los demás. No queremos piedad, sino alguien que nos escucha y nos acompañe sin juzgarnos. No queremos que nos digan lo que debemos hacer. Muchas veces, no necesitamos que nos digan qué camino seguir, sino que nos apoyen mientras acumulamos fuerza para seguir adelante. Una personalidad intimidante hace que los demás se distancien
. Tanta dureza externa acaba aislándote de los afectos. Las actitudes excesivamente defensivas muchas veces se vuelven contra ti mismo. Tal vez su personalidad no sea del tipo "Mary Poppins" o "Madre Teresa", pero eso no significa que usted debe ser muy duro con los demás. Ciertamente, usted tiene mucho que ofrecer y valdría la pena reconsiderar la manera como se acerca y se comunica con el otro.