Aunque cierres los ojos, te sentir con el corazón. Recuerde que no hay nadie más ciego que el que no quiere ver. Esto no significa que el dolor, la tristeza o la angustia van a desaparecer como en un pase de magia, no significa que cerrar los ojos es suficiente. No es una cuestión de chascar los dedos y hacer todo cambiar. Es comenzar a aceptar que lo que nos duele existe y aprender a enfrentar. A pesar de que asustes, incluso si piensas que vas a sentir el mayor miedo de tu vida, normalmente nada es tan mal como imaginamos que sería. Uno de nuestros mayores monstruos es nuestro pensamiento catastrofista (el que algunos alimentan porque creen que de esa forma se protegen de las decepciones). Y contra nuestros mayores monstruos nos queda sólo el coraje de afrontarlos.
Pero, ¿cómo voy a enfrentar lo que más tengo miedo? Paso a paso, siendo el primer paso admitir nuestra propia guerra interna, esa que niega todo lo que nos hace sufrir, esa que repite continuamente que no está pasando nada malo aun cuando estamos gritando por dentro. Entonces, una vez admitido el malestar, revelaremos nuestros mayores miedos.
Con ellos desenmascarados, estaremos en posición de elegir las mejores armas para enfrentarlos. El mundo es un lugar hostil para todos, pero sólo aquellos que lo enfrentan sin miedo viven plenamente sus vidas. Compartir Usted sentirá el peso del mundo en su corazón
En el comienzo usted sentirá el peso del mundo sobre su espalda o se sentirá que a su alrededor todo está desapareciendo. Pero usted entender que es necesario dar nombre al pánico oa la depresión que se anidan en su interior.Una vez que las cosas tienen un nombre, los miedos se alejan porque usted sabe lo que está pasando y puede pedir ayuda para enfrentar lo que considera una amenaza.
"Temer un nombre sólo aumenta el miedo a la cosa en sí."
-J.K. Rowling- Colocar un nombre en lo que usted siente no implica reducir su realidad a los pocos detalles que caben en una etiqueta. También no será una excusa válida detrás de la cual esconderse cada vez que errar ni una definición completa de sí mismo. Será una parte, una pequeña parte que constituye usted, pero que no lo define porque usted es mucho más que eso. Colocar un nombre no significa olvidar el contexto en que el problema aparece, los apoyos que usted posee y sus propios recursos. Se trata de una manera de delimitar de forma simple un conjunto de emociones, pensamientos y comportamientos que, de otra manera, sería más complicado entender.
Eso sí, simplificar tampoco significa olvidarse de que detrás de cada nombre, cada miedo, cada monstruo, hay una persona con sus propias singularidades.
Una persona que sufre y que también es valiente, una persona que, en primer lugar, necesita apoyo y comprensión.
"No ame lo que usted es, pero lo que usted puede convertirse."
-Miguel de Cervantes- No pierda su tiempo negando la realidad No pierda su tiempo negando la realidad. Piense, ¿qué de peor puede suceder si usted decide admitir lo que está pasando?
¿Qué de peor puede suceder si dejas de evitar las experiencias de la vida? En el horizonte, para responder a estas preguntas, aparece una posibilidad: usted simplemente comenzará a vivir con toda la intensidad. Entonces será en ese momento que se va a abrir delante de él un mundo lleno de posibilidades, tanto buenas como malas. Esto le permitirá conocer a todos los niveles, que se acepta sin condiciones. Pero lo más importante es que va a hacer que usted vea que es más fuerte de lo que imaginaba. "El crecimiento comienza cuando empezamos a aceptar nuestras propias debilidades."
-Jean Vanier-
Usted sentirá miedo, pero tendrá mil y una armas para enfrentarlo.
Usted sentirá dolor, pero también sentirá el amor y el cariño de todos los que lo rodean en la intensidad máxima. Y usted se dará cuenta de que la dictadura que usted se impone a sí mismo cuando finge vivir una vida sin dolor es la que más mal se hace a usted mismo ... y lo hace mal porque niega una parte de su realidad.
Recuerde que no es más feliz el que se siente menos, pero lo que mejor reconoce y acepta sus emociones. Está en sus manos vivir o esconderse. Está en sus manos aceptar lo que usted siente y se enfrenta. El resultado, siempre esperanzado. Una esperanza suya, propia, para que la comparte y contagie quien quiera con su corazón.