No es para ser un pensamiento triste, es sólo un pensamiento ... A veces, después de viejo, después de grande, después de fuerte, casi gigante, la gente experimenta la fragilidad de ser indefenso ante la vida. Es un pensamiento pasajero ... Tal vez sea bueno dar paso a esos momentos en que la gente se desvía de toda la coraza de la resistencia y se queda allí, quieta, permitiéndose ser impotente por unos instantes.
¿Has pensado en desistir? Yo ya. Ya dije mentalmente innumerables veces: "para mí no da más, llega!" Y mentalmente yo salía caminando, sólo con la ropa del cuerpo, sin destino, sin plano, sólo me puse a caminar derramando en lágrimas descontroladas, hasta me sentirse vacía.
Después, cuando di por mí, la caminata era imaginaria, pero las lágrimas reales y sinceras hicieron caer toda aquella angustia terca que pasaba en el pecho, exprimiendo mi capacidad de ser optimista, por encima de todo. ¿Has pensado en desistir? Yo penséPero no fui lo suficientemente valiente para eso. Es necesario coraje para soltar todo, todos, encogerse en una cajita y dejar el polvo del tiempo encubrir nuestra falta de habilidad en lidiar con la realidad. Yo no soy tan valiente así ...
Entonces, a lo sumo, siento un poco en medio de la nada, me permito la fragilidad que llevo escondida dentro de mí, llanto, me derrama, me desmiente, miro hacia la nada y me veo yendo, dejando todo atrás, viendo un camino de infinitas posibilidades y sentada en medio de ella, cansada y caída, rechazo toda forma de seguir adelante.
Desisto de todo, hasta que un ruido cualquiera rompa esa inmersión en mí y me traiga de vuelta a la realidad. Seco la cara y el cuello empapados de lágrimas y lentamente ergo la cabeza mirando hacia el lado.
Me quedé vacía lo suficiente para no tener el coraje de desistir ... Ni siquiera sé cómo hacer eso ... Todo lo que sé hacer es vaciarme, y luego seguir caminando. Frágil por dentro ... Pero casi nadie sabe, y no voy a contarme.