Te voy a contar: qué cosa difícil es ser mujer! No es una misión imposible, puesto que todas nosotros estamos sobreviviendo, cada una a su modo, calmante, amante ymodus operandi, pero me va a decir que es fácil vivir sin culpa? ¡Ah, no lo es!
Primero que yo no sé quién fue que inventó la quema de sujetadores y la lucha por derechos iguales, y no metió la goza abajo, en aquella época, que queremos pilotar otras cosas que no la cocina, mojar la barriga en la piscina y no en el tanque, quedarse de piernas al aire sin hacer nada, no por estar enloquecida. Lo que sucedió fue que acumulamos funciones. Tá que los hombres hoy hacen muchas cosas "de mujer", ayudan mucho en las tareas de casa y cuando lo hacen, son exaltados, a veces por nosotros mismos, como un hombre muy especial. ¿No estaría haciendo nada menos que la obligación de colaborar con el medio en que vive?
Siglo XXI y poco ha cambiado para nosotros. Votamos, dirigimos, usamos pantalones, trabajamos (por un salario menor) y conmemoramos el Día de la Mujer. No me gusta. El día de la mujer es todo el día, porque somos un ser humano, oras! Poca cosa cambió ... Y se potenciaron los cobros de la sociedad, de la familia y la peor de todas, de nosotros mismos.
- No quiero estudiar, quiero ser ama de casa. - ¿Dueña de casa? ¿Va a lavar, pasar y cocinar el resto de la vida? Esto no tiene valor, usted va a ver, su marido va a terminar cambiando por otra más interesante.
- No quiero ser ama de casa, quiero estudiar.
- Ah, pero necesita aprender a cuidar de la casa, al menos lo básico, si no cuando arreglar a alguien, él acaba cambiando por quien cuide mejor de él.
- Quiero enamorarse.
- Muy temprano, va a estudiar primero.
- No quiero enamorarse, voy a estudiar.
- Xi, va a estar encallada, eh!
- Vamos a casarse.
- ¿Estás seguro? Mira allí, la boda estropea todo.
- Vamos a salir, no queremos casarnos.
- Ah, para con eso, es bueno tener a alguien. ¿Qué relación es el que casa y no casa?
Quiero un hijo.
- Hijo? Eso es para toda la vida, ¿has visto? La vida cambia para siempre, usted verá, a veces hasta aleja a la pareja.
- Ah, qué bendición, hijo une a la familia.
No quiero hijos.
- ¿No quiere? Pero Dios lo hizo para eso.
¿Cuándo van a tener hijos?
- ¿Cuándo van a casarse?
- ¿No tiene ganas de tener uno más?
- Nuestra, tres?
- Sólo te quedas en casa?
- ¿Usted trabaja todo el dia? ¿Quién cuida a los niños?
- Tadinho, tan pequeño que va a la escuela ...
- ¿No, no va a la escuela todavía?
¿Todavía usa pañales? El mío hice así ...
¿Cómo vivir sin culpa al oír preguntas como éstas? Y que no hay que olvidar que no hay que olvidar que no hay nada que pueda hacer. ¿ME ENTRE LAS COSTAS, ME DA UN CANSIÓN?
Pero no es culpa de nadie, además de nosotros mismos. El hecho es que
gran parte de las mujeres somos esponjas y vamos absorbiendo todo a nuestro alrededor.
Nuestros problemas, de los hijos, marido, perro, loro, periquito, madre, tío, sobrino, jefe, vamos dando oídos para todas las opiniones, equilibrándonos en la cuerda floja de hacer lo mejor para todos y acabamos con nuestra salud mental. Nos comparamos, nos cobramos, y raramente nos enorgullecemos por la guerrera que somos. ¿Cuántas de nosotros pueden decir que realmente logran vivir sin culpa?
¡No lo hace! Es eso, no da y acabó. ¡Vamos a jugar la toalla! The End! ¡Game Over! Terminar! BASTA! Quiero llevar la vida que sea mejor para mí. Se dan las imposiciones sociales, las convenciones, los ideales de la Iglesia, de mi abuela o del vecino.
Quiero tener tantos hijos que quiera, en el formato de familia que quiero, cuidar de mi vida como bien entender y pagar mis cuentas de la manera en que creo que debo. No difiero de ningún otro ser humano con vida propia.
La mayoría de la gente olvida, que una mujer también es empleada, madre, niñera, enfermera, médica, secretaria, amante, limpiadora, lavadora, cocinera, pasadora, costurera, psicóloga, empresaria, administradora, pero antes de todo eso (y mucho más), es una persona. Como tú ahí que me estás leyendo. Un ser humano ... Oí decir que con sangre caliente, órganos vitales y todo lo demás, igual que otros seres humanos, no sé si es verdad.
Si quiero divorciarme? Tener una producción independiente? Cinco hijos? A? No? ¿Nunca casarse? ¿Casarse diez veces? ¿Ser para siempre virgen? ¿Transar en el primer encuentro? Despegar a otra ciudad para conocer un amor? ¿Conservar una relación por cincuenta años? ¿Y si por casualidad, así, como quien no quiere nada, decidir vivir como todo el mundo vive? ¡Pero yo soy mujer! Tengo que saber sentarse, hablar, cocinar, darme, darme el respeto. Me dan al respecto ?!
Oras, me respete. ¡Estoy viviendo mi vida!
Pero es que ...
Estamos en pleno Siglo XXI, y ser mujer todavía representa una culpa dañada.
Porque tenemos que ser "mujer", no persona, no humana. Mujer ... Esa divinidad inmaculada y respetada. Las otras ... No se casan. ¡Cai fuera, amigo! ¡Pula fuera mientras que es tiempo! ¿Tiene personalidad fuerte? Xi, va a llevar cuerno, eh!
Tiene días que he pensado en un mensaje que recibí, de una madre que se martirizaba por la culpa de ser feliz con un hijo único, pero viviendo el peso de creer que es una persona mala por no querer más hijos. Y por fin, todo se resume a la culpa que ella aprendió a cargar, por creer que debe tener una familia que la sociedad impone que se tenga, que va de encuentro a lo que la hace feliz de hecho.
Y así,
proyectando cómo vivir de acuerdo con los estándares, de lo que se espera de nosotros, no vivimos.
Pasamos por la vida recibiendo la limosna de los mensajes anuales de cómo somos especiales por ser mujeres, viviendo una desigualdad y prejuicio tal cual era en el tiempo de mi abuela. No cambió nada. Sólo estamos más modernistas, porque ahora trabajamos fuera (para ayudar en casa, la mayoría de las veces). ¡Vamos a vivir sin culpa! No se sabe cómo las mujeres consiguen caminar en la cuerda floja de los equilibristas, pero esos seres que deberían ser estudiados por la NASA logran ir al supermercado con niños, cambiar pañales en medio de las compras, hacer las uñas con el bebé en el regazo, llevar a sus hijos a la escuela, ir al trabajo, sostener la casa, educar a los hijos, pasar la noche en claro con esa pesadilla o dolor de oído, pagar las cuentas, tener TPM, sacar hijo del pañal, resolver conflictos entre hermanos, conflictos adolescentes, medicar , dar baño, bañarse, hacer el número uno y dos de puerta abierta, tener migraña y limpiar la casa en pleno domingo. Pueden, sí. ¿Es fácil? No sé ... Sólo sé que siempre fue así.
No sé vivir una vida más "fácil", sólo sé vivir.
¿Sabes? Entonces ... Dejémonos vivir sin culpa. No hay nadie con dramas mayores o menores que otras personas aquí. Estamos todos viviendo y luchando contra nuestros monstruos interiores.