El tiempo ha dejado de ser una realidad física para convertirse en una enfermedad. Vivir lentamente se ha convertido en un sinónimo de ineficiencia o error. Para muchas personas, "perder tiempo" es casi un sacrilegio, porque creemos que "cuanto más rápido mejor". El problema es que no estamos perdiendo tiempo: nuestra vida ha asumido un ritmo alucinante. Vivimos con muchas ofertas de todo tipo de cosas a nuestro alrededor.
Vivir con prisa es lo mismo que no vivir. El contacto que tenemos con cada experiencia es mínimo, casi como si no la hubiéramos vivido. Comemos rápidamente, caminamos rápidamente, trabajamos rápidamente, hablamos rápidamente, no nos damos tiempo suficiente para saborear y sentir cada experiencia. La rapidez nos lleva a ignorar, vivimos una situación sin realmente haber pasado por ella. Cuando dejamos los detalles de lado, no conseguimos captar la esencia de muchas realidades.
"El bien es lento porque nos eleva. El mal es rápido porque nos lleva a la decadencia ".
-Alexandre Dumas-
Cuando usted vive a un ritmo muy rápido, difícilmente encontrará tiempo para pensar. No hay tiempo para parar y reflexionar sobre lo que está haciendo o la forma en que está viviendo su vida. Usted simplemente tiene que caminar más rápido, tratando de llegar a ese momento, para no perderse.
Vivir lentamente envejecer lentamente
La cultura de la prisa trae consecuencias obvias. La primera de ellas es que su cuerpo permanece hiperestimulado todo el tiempo: una descarga constante de cortisol y adrenalina. Ellos actúan casi como un psicoactivo dentro de su cuerpo y usted se vuelve dependiente de ellos.
Sin embargo, el precio es muy alto. Cuando su cuerpo se acostumbra a vivir en ese ritmo, no sobra tiempo ni para respirar profundamente; las posibilidades de que se enfermen aumentan significativamente. Este estrés es un terreno fértil para que aparezcan ciertos dolores que se convierten en compañeras inseparables.
Por el contrario, vivir lentamente, o lo que es mejor, administrar las dos velocidades, proporciona una salud más sólida y estable. Es algo que le permite digerir adecuadamente tanto las experiencias que usted vive, como todo lo que come e incluso el aire que usted respira. A medio y largo plazo, esto se traduce en un bienestar físico, que a su vez contribuye a su salud mental. Vivir lentamente nos ayuda a tomar conciencia de lo que sucede a nuestro alrededor y dentro de nosotros:percibir el sol, el calor de la taza que sostenemos con las manos, pasear, mirar una imagen, hacer el trabajo de cada día, cuidar de los nuestros hijos, cocinar ...
Multitarea: uno de los males de la época actual
Vivimos un tiempo de multitareas: estamos confundidos, cansados, y tenemos muchas actividades. Es que no se trata sólo de hacer todo rápidamente; para algunos, el ideal es hacer rápidamente varias cosas al mismo tiempo. Creen que si hacen varias actividades rápidamente y al mismo tiempo, serán "personas eficientes".
Tal vez esa eficiencia sea útil en algún aspecto, aunque muchos estudios apunte que no es así. Esta eficiencia no va a beneficiarse, sino a un sistema que cree que el tiempo es dinero. El mundo está lleno de baratijas, zapatos de mala calidad o ideas que duran el tiempo que dura un modismo. Para fabricar artículos desechables es necesario que las personas produzcan en gran cantidad y, evidentemente, con rapidez.
Estamos viviendo en una cultura donde lo importante es hacer muchas cosas al mismo tiempo, aunque todo eso sea estresante. No importa si te gusta lo que hace o si mejora la calidad de tu trabajo. La lógica de producción a gran escala ya ha demostrado que trabajar menos y más lentamente genera mejores resultados.
La rapidez es un elemento tóxico en su vida. La rapidez extrema reduce su nivel de tolerancia, porque para soportarla usted tiene que desarrollar un significativo nivel de estrés. Si no está alerta, no podrá seguir este ritmo frenético de la producción en serie, o de un plan de metas muy alto, o asumir 3 o 4 puestos de trabajo.
Sin darse cuenta,
usted olvida cómo aprovechar los pequeños placeres de lo cotidiano; ellos sólo se pueden experimentar si usted vive lentamente. Cuando vas a parar a contemplar la sonrisa de tu hijo? Cuando vas a percibir que la vida está pasando y no eres el protagonista? En una carrera de alta velocidad sólo hay tiempo para pensar en no tardar en dar el siguiente paso.Cuando usted se convierte en un dependiente de la rapidez, la paciencia es una palabra que no tiene ningún significado para usted. En realidad, te quedas exasperado y la razón de esa irritación puede ser algún retraso, por menor que sea. De repente, usted se dará cuenta de que está haciendo el amor en 3 minutos, almorzando en 2 minutos ... Un día usted se mirará en el espejo y se preguntará dónde fue parar aquel joven vigoroso que ahora parece un adulto cansado y abatido.