Un abrazo es una danza de conexiones fascinante.

Hay abrazos rápidos, abrazos eternos y abrazos torpes, aquellos en los que ninguno de los dos sabe muy bien dónde colocar las manos, donde apoyar la mejilla. Son tantas las emociones que emanan de esos cuerpos relajados o tensos, de esas espaldas rígidas o curvadas, donde cada movimiento, cada gesto y cada postura permite leer el nivel de timidez de alguno de los protagonistas; así como la inseguridad, la intimidación o el nivel de pasión.

"Estar contigo o no estar es la medida de mi tiempo." -Borges- Sin embargo, tanto si somos verdaderos doctores en el arte de los abrazos como si solemos evitar esos momentos con la misma incomodidad de Sherlock Holmes en las historias de Arthur Conan Doyle, hay un dato que sin duda se muestra muy interesante. Una investigación publicada en la revista "Neuroscience News" demostró cómo es un simple abrazo y esa mágica cercanía por parte de alguien que significa tanto puede reducir, por ejemplo, el impacto del dolor. Los responsables de ese trabajo, la doctora Simone Shamay-Tsoory y el profesor Irit Weissman-Fogel, lo denominan "sincronía interpersonal", un término apasionante que conviene guardar en nuestra memoria porque vamos a escuchar y leer muchas cosas relacionadas a ese tema en los próximos años.

Basta un abrazo para sincronizarnos con las personas que amamos. A veces nos olvidamos, pero la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Es un tejido fascinante. Estas tres capas de células que constituyen la epidermis, la dermis y la hipoderme actúan como barrera protectora, se regeneran cada mes y envían cada instante cientos, miles de informaciones a nuestro cerebro.

Además, como curiosidad, cabe destacar aquí que la punta de nuestros dedos, la planta de los pies y nuestros labios fueron diseñados para absorber informaciones más refinadas, más delicadas y más sensibles del ambiente a nuestro alrededor.
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Decir, por lo tanto, que un abrazo es una verdadera unión de sentidos entre los seres humanos no es ninguna exageración, porque en ese gesto social y afectivo tan común entre las personas, existe en la realidad un significado mucho más profundo de lo que imaginamos .

No sólo recogemos y ofrecemos una información específica. Yo te abrazo y tú me abrazas para demostrar cariño, seguridad, confianza, amor o amistad. Además, como se nos mostró en la Universidad de Haifa, en Israel, los abrazos activan el funcionamiento de lo que hoy conocemos con sincronía interpersonal.

Para entender mejor este interesante concepto, debemos observar con un microscopio de potencia ilimitada y dejar de lado todo lo que nos fue explicado hasta hoy sobre lo que es la comunicación. Porque un abrazo en la verdad es mucho más que lenguaje no verbal: es un acto de conexión y de sincronía.

Cuando hablamos de proximidad y amor entre las personas, existe una esfera que nos trasciende, un tejido de partículas invisibles que nos conectan, que nos envuelven hasta constituir un verdadero cordón umbilical para reafirmarnos con nuestro grupo social ... para cuidar de nosotros mismos. Así, lo que las investigaciones de estos grupos de científicos demostraron, después de estudiar 22 parejas a lo largo de 32 años, es que todas las veces que se abrazaban, los ritmos cardíacos y respiratorios se sincronizaban, así como las ondas cerebrales de las dos personas implicadas en ese acto.

Entramos, por así decir, en una misma frecuencia, en un estado de calma, en el que el emocional regula el biológico, en el cual la sincronización fisiológica logra disminuir el dolor físico, el sufrimiento, el estrés, el miedo, el cansancio ...

"Cuanto más empatía haya entre la pareja, más fuerte será el efecto analgésico en caso de dolor. "Cuanto mayor sea la intimidad entre los dos miembros de esa relación, más intensa va a ser la sincronización fisiológica de los dos." -Pavel Goldstein, investigador del dolor en el laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Afectiva en la Universidad de Boulde, Colorado- Compartir

¿Qué mensaje ¿la piel transmite? La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, un envoltorio que nos defiende del exterior y que está íntimamente ligado a nuestro sistema ... Ver más "

Yo cuido de usted, usted cuida de mí

La sincronía interpersonal no aparece sólo en el seno del seno que se ha convertido en una de las más antiguas de la historia de la humanidad, y que se ha convertido en una de las más antiguas del mundo. cuando se debe poner en práctica lo que se conoce como exterogestación, una segunda gestación fuera del útero que se desarrolla sobre la piel de los padres, en ese refugio perfecto que son los brazos de los progenitores, de los cuidadores."La sabiduría popular dice que cada vez que abrazamos de verdad a alguien, ganamos un día más de vida. "

-Paulo Coelho- Es exactamente en ese momento que ocurre otro tipo de conexión biológica fascinante: la sincronía té Cuando un bebé se siente frío, la temperatura del pecho de la mamá puede subir hasta dos grados; si el bebé siente calor, ocurre lo opuesto.El contacto directo con la piel de la madre contribuye, por lo tanto, a la creación de ese refugio donde es posible sincronizar varias necesidades biológicas

, donde disolver los miedos, ofrecer calor y favorecer la madurez cerebral del niño.Para concluir, algo que debemos tener siempre en mente es que el contacto físico, sean cariños o abrazos, contribuye a nuestra supervivencia, para nuestro bienestar. La sincronía interpersonal nos enseña que esa proximidad piel con piel nos coloca en una misma frecuencia física, emocional e incluso energética, momento en que podemos enviar un poder verdadero y fascinante del que a menudo nos descuidamos. En ese momento, el amor y el cariño reducen el sufrimiento, el frío, el estrés, las preocupaciones, las dudas ... y hasta el dolor.