Amar a sí mismo

Amar a sí mismo es el único amor que resiste a todo y es para siempre. Pero, ¿qué es amar a sí mismo, y cómo reconocer que realmente nos estamos amando? Esto puede parecer fácil, pero no lo es. Muchos dicen "Me amo", pero en realidad las actitudes que tienen consigo y con los demás están muy lejos de ser un amor propio. Antes de amar a alguien, deberíamos estar seguros de que nos amamos para que este amor al otro no se convierta en una dependencia por la carencia que tenemos de nosotros mismos.

Debemos observar cómo nos tratamos en todo, desde el simple cuidado personal, las palabras que usamos para definirse, los sentimientos que demostramos a nosotros, las relaciones que nos permitimos tener, aunque sean los familiares.

Si no sentimos amor pleno por nosotros mismos, amar al otro jamás será sano Este amor es una conciencia de sí como ser único, manifestado en actitudes de respeto, atención y cuidados con lo que decimos y hacemos, reflejado en el mal o bien que tales acciones pueden causar a nosotros en primer lugar, y al prójimo, ya que lo que hacemos para los demás vuelve a nosotros, ya sea que aceptemos o no en su tiempo

.

Cuando empezamos a amarnos, este es el momento en que nos aceptamos tal como somos, físicamente y emocionalmente, con autocrítica en nuestros defectos, entendiendo las manifestaciones de nuestros sentimientos, siendo pacientes con nosotros, respetando nuestros límites y tiempo de cambio, pero con conciencia de que no somos perfectos, y que podemos y debemos mejorar constantemente en todo para una vida mejor, lo que consecuentemente se reflejará en los demás. Es tener autoestima ante cualquier situación, por más compleja que sea. Confiamos en nosotros con serenidad sin repasar a los demás, las culpas por nuestras fallas.Amar a sí mismo es diferente de ser egoísta. El egoísta es alguien que actúa con el "EGO"

, que es una percepción errónea de sentimientos y pensamientos que permitimos manifestarse teniendo en cuenta sólo nuestros intereses. No entienda "amar a sí mismo" como tener sólo cuidados con el cuerpo, que sea en alimentarse adecuadamente, practicar deporte o tener cuidados con la apariencia en general. No es difícil encontrar personas con todos estos cuidados en orden afirmando si amar, pero con baja autoestima. Ellos forman parte del amor a sí, pero no es sólo en este aspecto que se completa el amor por sí mismo. Amar a sí mismo es un estado pleno de ser, y no de tener.Es comprender que no siempre nuestros deseos serán realizados, pero no por eso nos sentiremos inferiores a nada.

Sabemos entender ante las situaciones que

todo sigue un tiempo que no es nuestro

, y para todo hay un porqué; no nos castigamos con revueltas, penas, abandonos. Seguimos confiadamente, aunque sintamos tristeza por una situación, pues ya estamos en el entendimiento de que todo pasa, y estar en paz con nosotros es un regalo.Amararnos es estar atentos para no permitir que cosas o personas sacan nuestra paz, aunque nos ofendan. Instalamos un filtro en nosotros por entender que somos únicos y responsables de nuestro bienestar físico, moral y espiritual.

Amar a sí mismo es no juzgar a sí ya los demás, es siempre tener el cuidado de decir y hacer todo lo que sea posible para estar bien, en paz; es tener gusto de su compañía y no depender de alguien para sentirse bien, alegre, feliz

. Estar con amigos es un placer, y no una fuga. Tener un compañero por el placer de la compañía, y no por miedo de quedarse solo.Cuando nos amamos, estamos siempre atentos a los cambios, especialmente internos, para cada vez más alcanzar la paz plena, lo que no significa la ausencia de situaciones a resolver, sino por amarnos, encontramos la serenidad para lidiar con todo sin acomodarse , respetando nuestros propios límites y el del tiempo que no tenemos ningún control.

Amar a nosotros mismos es mirar la vida con confianza, coraje y responsabilidad no sólo con nosotros, sino con el medio en que vivimos. Cuando realmente nos amamos, salimos de la ilusión de que todo y todos tienen que ser ciertos a nuestro modo y aprendemos a preservarnos. En esto surge la certeza de que si estamos bien en nosotros, y actuando con conciencia con nosotros y con el mundo. Todo sucederá en armonía con este amor que emanamos, y con calma observamos los signos a seguir, disfrutando de ser un aprendiz en la vida, y nos disponemos a cambiar tantas veces como sea necesario, para alcanzar equilibrio, sabiduría y paz incluso ante los desafíos.Y eso es posible cuando empezamos a observarnos en silencio.