Tener sentimientos de rencor es algo normal en el ser humano. Todos ya sentimos rencor alguna vez, pero lo que realmente no se debe permitir es que ese rencor quede arraigado en el corazón, como una flecha envenenada: el único que hace es herir, causando aún más daño de lo que causó la propia acción que generó el mismo, rencor.
Somos responsables de nuestra propia felicidad, tenemos el derecho de ser felices. Sin embargo, la felicidad es una decisión personal, usted decide si quiere seguir viviendo con sentimientos negativos, como el rencor, o si quiere ser feliz despojando de ellos, como una cebolla con todas esas capas que estaban enfermas y que no dejan ver el que hay en el interior.
El rencor es un sentimiento que trae beneficios cuando surge en dosis adecuadas (por ejemplo: impide que usted confíe de nuevo en una persona que ya lo traicionó, salvo que vuelva a conquistar su confianza). Pero hacemos del rencor nuestro aliado, dejando que domine a nuestra personalidad, creamos un problema que no teníamos y que a menudo no tiene una solución fácil. Por otro lado, si el rencor ya está en nosotros, debe ser enfrentado con sabiduría: como si fuera un adversario. No es un amigo ni queremos que sea.
¿Cómo actúa una persona rencorosa?
Usted puede reconocer a una persona rencorosa porque manifiesta algunos de los siguientes rasgos:
* Su principal sentimiento es la rabia por el daño que siente, que piensa y que no expresa.
* No quiere hablar sobre el asunto o con la persona que le causa el rencor.
* Suele hablar con la persona de forma seca y áspera.
* No puede mirar a los ojos de la persona que le causa el sentimiento de rencor.
* Rechaza sistemáticamente cualquier idea o sugerencia que haga a la persona en la que guarda rencor, aunque en lo íntimo sepa que la idea o sugerencia es buena.
Así, prefieren pagar el precio de no seguirla que estar de acuerdo con ella. Por otro lado, se dirigen a estas personas para lo imprescindible, con pocas palabras y directas. * Manifiesta su rencor en su comunicación no verbal
, activando el sistema nervioso como si se enfrenta un peligro y tuviera que luchar o huir.* Va anotando en su cuaderno mental todos los insultos que él interpreta, desde el momento en que ocurrió el primero. Son sus armas si alguna vez el silencio tenso se transforme en una batalla declarada.
¿Cuáles son los efectos del rencor en la salud?
Rancor viene del latín y significa "rancio", es decir, nada que está rancio puede ser o traer algo bueno, por lo tanto, una persona con rencor en primer lugar hace más mal a sí misma que a los demás.
Por otro lado, el rencor dispara la presión arterial y el ritmo cardíaco provocando estrés y ansiedad ... y estos traen consigo mareos, tensión muscular, sensación de sofocación, etc. Una auténtica espiral parecida a la rueda de la que el hámster nunca sale en su jaula y que no lleva a ninguna parte. Por lo tanto, es necesario aprender a lidiar con las emociones, a usar la "inteligencia emocional" ya deshacerse de los sentimientos dañinos para el cuerpo y la mente. Es necesario deshacerse de esas armaduras pesadas que no hacen otra cosa sino perjudicarnos, haciéndonos infelices innecesariamente.
¿Cómo superar el rencor? 1. En primer lugar, siendo consciente de que tenemos rencor. Si no admite que tenemos un problema, nunca podremos superarlo. 2. Aprender a expresar nuestras emociones, hablar de lo que nos molesta con las personas que nos han vuelto rencorosos. 3. Aprendiendo a perdonar.Todos cometemos errores. ¡Cuidado, tú también! Es necesario aprender a ser más clemente con los demás y consigo mismo. 4. Aprendiendo a pensar de forma positiva.
Sí, no es fácil, da trabajo, pero es un trabajo enriquecedor; si usted comienza a cambiar su forma de pensar y empezar a ver las cosas de otra manera, verá la diferencia en su mente, su descanso y su salud. Si usted lleva las cosas con más tranquilidad, si empieza a relativizar todo un poco y dejar que las cosas fluyan en beneficio propio, todo será mejor.
Nada es fácil, pero con esfuerzo podemos ayudarnos y liberarnos de sentimientos negativos como el rencor.
Utilice la inteligencia emocional, ríe, escuche a los profesionales y empiece a cambiar poco a poco. La mayoría de las veces, querer es poder.