Les invito a reflexionar conmigo sobre el análisis de este texto:
Trabaje como las hormigas para que nunca te falte el sentido común del entendimiento de que debemos ser ciudadanos colaborativos. Trabaje incansablemente, pero nunca olvide que todos tenemos derechos, y de que debemos saber luchar por ellos.
Es importante que jamás dudamos de nuestras habilidades ...
Somos todos útiles cuando desatamos los nudos de nuestras inseguridades que nos impedirían caminar con voluntad y vivacidad. Somos obreros y tenedores de aptitudes rectilíneas y segmentarias ...
Somos proveedores de saber que nos impulsarán a crear nuevos universos, llenos de sobriedad.Siempre que pueda optar por la creatividad, ella es suya y de nadie más, sale de sí, y se perpetúa en infinitos nuevos amaneceres, sedientos del venir a ser y de suceder.
No conviene escancar sus defectos, a menos que sepa defender de sus consecuencias. Confíenlos sólo para delinearte de verdad y sobre todo humano, pero jamás para equivalerte a la sombra indigna, resaltando a la mínima insana de sí mismo.
Te hace sensible, pero te hace, sobre todo, capaz de atribuir valor a quien tú eres de hecho. Te hace hombre con H mayúsculo, para que nunca duden de tus verdaderas capacidades. Te hace mujer con la certeza de que jamás debes sentirte obligada a tener que probar a quien sea que eres capaz de realizar algo con maestría. En la danza de la equivalencia de los géneros, sólo no vale disminuirte como persona,
vale cuánto pesa, para que jamás duden de sus verdaderas contribuciones, que serán capaces de transformar ese mundo hidalgo en un verdadero anfitrión del artefacto de todas las horas , de las vicisitudes de ese tiempo efímero, único y sobre todo inmortal, en el compás de esa larga danza que corre siempre en la medida correcta. Conviene hacer nuestra parte en el monto social de las esferas de la sobriedad, haciéndonos sumar sobre todo para satisfacer momentos, imputando un poco de nuestra verdad, sellando los pasos correctos en la contribución que se hace necesaria para la marcha del progreso que debemos estar insertos en esa sociedad tan juiciosa.
Todos nosotros, como vivos, tendremos obligaciones, obligaciones que deben estar presentes y que harán mover el gran escenario que compone la colectividad.
Será parte colocar el mínimo de nuestra grandeza en la gran rueda de las horas que no permitirá que nadie permanezca estacionado. Sea un contribuyente activo de los actos de la realización de las vestiduras de la ciudadanía sin olvidarse de que lo importante es hacer valer nuestros derechos
, valorizando los actos que, con toda certeza, nos aseguran a proseguir con seguridad en el cuadro social tal cual estamos todos embarcados.
Sabemos que debemos luchar por la igualdad y abrazar a los leones cotidianos, para que seamos recompensados de alguna manera a través de nuestra contribución genuina en lo que se refiere a una conducta que debe ser, sobre todo, meritoria. Aristóteles dijo sabiamente que la igualdad debe basarse en los méritos de cada uno, y no se podría dar lo igual para los desiguales, una vez que las personas son diferentes. Al reflexionar sobre ello, sería convencido imputar nuestro raciocinio sobre la tan discutida meritocracia, cuestión que está pautada en varias vertientes sociales de la actualidad.Creemos que nadie debe pasar hambre, pero que tampoco podemos y no debemos dar limosna vitalicia a los necesitados, pero debemos propiciar oportunidades para que todos puedan buscar su lugar al sol, éste que es tan aclamado y objeto de verdaderas luchas por todos nosotros.
Aún hablando en ciudadanía, para él, ciudadanía estaba íntimamente vinculada con la posibilidad de participación en la política. Pero lo que vemos hoy? Lo que hemos visto son personas alienadas, sin entender bien a lo que sucede del lado de allá de los grandes focos.
Se hace necesario adentrarnos un poco más, para que nos encargamos de las novedades que asombran la oscuridad que ocurre del lado de allá de las intransparencias de los medios. Estamos siendo aplastados y comprimidos, estamos siendo engañados desde hace mucho tiempo por políticos que se han tomado cuenta del congreso y de nuestro país. Es importante tomar conciencia de que, para ser ciudadanos, necesitamos no sólo ir a las calles a reclamar días mejores, sino que es fundamental actuar, realizando la más eficiente de las revoluciones, que es la revolución de la conciencia. Debemos, urgentemente, estar encargados de adentrarnos en esos escombros que han asombrado a muchos de nosotros.
Es necesario que seamos seres pensantes y reflexivos, pues sólo así seremos capaces de modificar algo efectivamente en nuestra sociedad. De nada adelantará quejas y quejas vanas, que sólo engrosarán la hiel de nuestras relaciones, contaminando nuestro alrededor con sensaciones que generarán malestares colectivos. Hagamos ya las partes que nos caigan
, englobamos las causas urgentes, haciéndonos capaces de hacernos seres meditativos, pues sólo así estaremos listos para hacer de este mundo un lugar digno, justo y capaz de mover las falanges progresistas de nuevos amaneceres, que estarán listos para hacernos vivir y convivir en un nuevo mundo y en una nueva era, que ansiamos desde hace mucho tiempo, tiempo que viene llegando, desde otras realidades.
Es verosímil vociferar adquisiciones que serán capaces de hacer vivos lo que de hecho exhale la esencia verdadera que habita nuestro mundo interno.
Sea un contribuyente activo para que todos podamos estar en armonía con todo lo que vemos y sentimos, desbordando la esencia divina que habita cada partícula que compone el mucho de la veracidad que cada uno exhala, para que podamos transformar lo que nos incomoda, haciendo valer nuestros derechos sin olvidarnos de que somos partícula fundamental y esencial y de que dependerá de nosotros transformar ese mundo, haciéndolo digno y capaz de iluminar no sólo la conciencia una, sino la conciencia que habita el útero de la gran madre , hija de la luz divina que alberga el interior de cada uno de nosotros. Vea el vídeo que he preparado especialmente para usted ... //youtu.be/qQGhzx5NmJA