Las relaciones abiertas, o relaciones no monogámicas, se están volviendo cada vez más populares o, al menos, siendo tratados cada vez con más naturalidad. A pesar de eso,este tipo de relación todavía es bastante estereotipada y rodeada por una especie de halo de misterio, lo que hace que muchas personas aún no sean capaces de tolerarlas ni aceptarlas en los demás.
En todo caso, las relaciones abiertas son una opción elegida por muchas parejas. Las investigaciones recientes sobre el tema contribuyen con información muy interesante sobre este tipo de relación.
¿Qué revelan las investigaciones sobre relaciones abiertas?
Entre las conclusiones más interesantes ofrecidas por las últimas investigaciones relacionadas con el tema, se destacan las siguientes:
# 1 - Las relaciones abiertas son más frecuentes entre las parejas homosexuales que entre las parejas heterosexuales, y más frecuentes entre las parejas homosexuales, que entre lesbianas.
# 2 - Alrededor del 40% de los hombres y el 25% de las mujeres estarían dispuestos a considerar tener una relación abierta. En este sentido, cabe destacar que muchas personas estarían dispuestas a mantener relaciones de ese tipo, si fuera algo aceptado abiertamente por la sociedad. # 3 - Las personas pueden o no tener una tendencia a la monogamia de forma natural.
Hay personas completamente monógamas, otras que no son, y otras que se encuentran en un punto intermedio. # 4 - El estigma contra las relaciones abiertas es fuerte y muy penetrante.
De hecho, las personas que participan en relaciones abiertas son consideradas peores que las personas monogámicas en lo que se refiere al compromiso, la confianza, los celos, la generosidad, la educación o el éxito, entre otros. Esto provoca lo que se llama efecto halo, a través del cual la negatividad se extiende a otros rasgos y comportamientos que no tienen nada que ver con relaciones amorosas. Este estigma es tan fuerte que, incluso, las personas que participan en relaciones abiertas se consideran, en general, inferiores a las personas monogámicas.
# 5 - No todas las relaciones abiertas se consideran igualmente malas. De esta manera, los swingers (parejas que participan juntos en actos sexuales con otras personas, como tríos o sexo en grupo) son considerados más sucios, menos morales, menos responsables y menos maduros que las personas que tienen varias relaciones con diferentes personas. Las parejas que tienen relaciones abiertas, de manera que, ocasionalmente, experimentan relaciones sexuales con otras personas, están en un punto intermedio.
# 6 - Las personas que mantienen relaciones abiertas suelen ser más responsables en cuanto a la salud sexual de las personas con quienes mantienen relaciones. En este sentido, suelen ser menos propensos a consumir alcohol y drogas, y toman más precauciones para evitar enfermedades de transmisión sexual. Por lo tanto, la tasa de incidencia de este tipo de enfermedades es prácticamente igual entre las personas que participan de relaciones abiertas y de aquellas que son monógamas. # 7 - Los swingers relatan más emociones y una vida sexual más satisfactoria que la población en general, de acuerdo con investigaciones.
# 8 - Las personas con relaciones abiertas sienten menos celos que los pares monogámicos
, especialmente en el caso de parejas homosexuales. Esto no es de sorprender, ya que una relación abierta implica la aceptación de que el otro pueda estar con otras personas. Sin embargo, los celos también existen en ese tipo de relación, aunque su incidencia sea menor. # 9 - Una última conclusión interesante sobre las relaciones abiertas es que, según investigaciones, las personas que participan de ese tipo de relación mantienen una calidad de relación igual, o incluso mejor, que la de parejas monógamas
en lo que se refiere a: satisfacción, intimidad, confianza, compromiso o comunicación, aunque eso dependa del tipo de relación abierta.