Su manera de pensar define sus sentimientos

Somos seres pensadores y sintientes. Nuestra manera de pensar determina nuestros sentimientos, y dependiendo de lo que nos provoca, la tomamos como prueba de verdad de lo que pensamos. Esto es una capacidad increíble, pero también puede perjudicarnos. "Dependiendo de cómo hablar con nosotros mismos, vivimos de una manera u otra, y el mundo que percibiremos será uno u otro."

-observación González-
¿Qué vino antes: el pensamiento, la emoción o el sentimiento?

Para responder a esta pregunta, primero debemos definir brevemente tres conceptos:

Pensamiento:

  • capacidad que las personas tienen de formar ideas y representaciones de la realidad en su mente. Emoción:
  • son expresiones psicofisiológicas, biológicas y de estados mentales. Sentimiento:
  • estado de ánimo o disposición emocional en relación a una cosa, un hecho o una persona. Es tenue la línea que separa nuestra capacidad de pensar y de sentir, y la emoción se encuentra en medio del camino entre ellos.

En nuestro día a día y debido al uso que hacemos de nuestro lenguaje, en muchas ocasiones utilizamos estos tres conceptos como si fueran sinónimos, pero la verdad es que

pensar, emocionarse y sentir son cosas muy diferentes. Somos seres racionales.

Esto no implica que las emociones y los sentimientos sean ajenos y no influencien nuestra personalidad, nuestra manera de interpretar el mundo, la toma de decisiones y la forma en que fijamos nuestras ideas. Nos preocupamos por nuestras emociones y esta es una capacidad humana que no debemos alejarnos de nuestras vidas.

La razón sin emoción ni sentimiento no tiene sentido. Los sentimientos son más duraderos que las emociones, pero las emociones son más intensas que los sentimientos. Entender cómo esta relación funciona en nosotros es fundamental para fomentar nuestra inteligencia emocional, nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás y, finalmente, para mejorar nuestra salud mental.

La emoción está asociada a la personalidad ya la motivación de las personas.

Las emociones son de menor duración que los sentimientos, y son las que nos motivan a actuar. Son más intensas que los sentimientos, pero duran menos. El sentimiento viene del verbo "sentir" y hace referencia a un estado de ánimo afectivo

, generalmente de larga duración, que se presenta en el sujeto como un producto de las emociones. Los sentimientos son el resultado de las emociones. Veamos un ejemplo:

Estoy practicando yoga. Es una actividad de la que me gusta y que me hace sentir bien. Ya estoy practicando desde hace algún tiempo y fue un proceso de aprendizaje en el que tuve días peores y días mejores.La verdad es que, de forma objetiva, mi desempeño en la actividad fue mejorando a un buen ritmo, y soy capaz de hacer posturas que, inicialmente, me parecían imposibles.

Ayer fui de nuevo a una clase y fue uno de los días en que mi actividad fue de bajo rendimiento. No conseguí hacer posturas que días atrás conseguía realizar sin problemas.

Mi pensamiento dijo:

"soy un desastre, eso no es para mí."

Mi emoción me transmitió:

"estoy con rabia de mí mismo." Mi sentimiento posterior a lo largo del resto del día fue:

"me siento triste y desanimado. " ¿A quién debo oír?

El ejemplo anterior, dependiendo de cómo lo analizamos, determinará la idea que tengo sobre mí mismo, la motivación para seguir yendo a las clases y mi actitud en la siguiente clase. Si pienso que soy un desastre, ¿acaso significa que soy tan sólo porque no logré realizar un ejercicio? ¿Significa que soy un desastre por un solo mal movimiento?

¿Acaso el aprendizaje no ocurre a través del intento y del error?

Si mi emoción es de rabia, significa que si me irrita conmigo mismo lo que pienso es correcto?

¿Acaso esta emoción dice algo realmente cierto sobre mí? ¿Sentir una emoción confirma lo que pensamos? Si, después de todo, me siento triste: ¿significa que eso realmente fue importante para mí?

¿Acaso todo lo que sentimos es cierto? Este es el sentimiento de lo que pienso?

Aquí está la clave de todo: No todo lo que pensamos es correcto. Las emociones, en muchas ocasiones, no confirman lo que pensamos. No es por qué sentimos algo que significa que sea verdad. Compartir

¿Qué podemos hacer para mejorar?

Cuando usted se coger diciendo "si me siento así, entonces con certeza ...", descubra el pensamiento automático que acompaña la emoción que usted siente y pregunte: ¿qué pensé para empezar a sentirme así?¿Tengo pruebas para creer que eso será así para siempre?

Se trata de cuestionarnos a nosotros mismos y reflexionar para que de vez en cuando no creemos en las historias que nos contamos a nosotros mismos.

La forma en que vemos el problema es el verdadero problema. Compartir